n Las demandas del movimiento, "aún insatisfechas"
34 de 38 escuelas reunidas en el CGH, por continuar la huelga
n Secuestran, interrogan y violan a una estudiante del CCH Oriente
Hermann Bellinghausen n Como era de esperar, y pese a la campaña pública de confusión en días pasados, 34 de 38 escuelas votaron por no levantar la huelga. La mayoría absoluta de las asambleas que confluyen en el CGH, con distintos matices (que llegan a parecer irreconciliables) consideran que todavía no se satisfacen las demandas que dieron origen al conflicto, que inició ya su novena semana sin visos de solución.
La señal más reciente que recibieron los huelguistas del diálogo que les están dando ocurrió a mediodía. Una estudiante del CCH Oriente fue secuestrada por los rumbos de la Cabeza de Juárez, interrogada sobre la huelga, luego violada y tirada por allí.
Cuando la tarde de ayer el CGH recibió esta noticia, la crispación creció sordamente, sin estallar como en otras circunstancias. No hubo gritos ni improperios de primer momento, sino un indignado "ah, Ƒte cai?".
La reunión del CGH, que fue citada para las 12 del día, terminaba de votar el orden del día hacia las 9 de la noche. Antes fueron los informes, los reclamos porque miembros de la CDE declararon que varias escuelas estarían dispuestas a levantar el paro. También los deslindes, los desmentidos, y una gran tira de cartulina pegada a lo largo de la larga mesa de debates, sobre el estrado del insuficiente auditorio de Ciencias, ponía las cosas en su lugar: "Ingeniería sigue en huelga. Venceremos". Siendo Ingeniería una de las escuelas que presuntamente levantarían la huelga, y en cierto modo emblemática de las posturas moderadas pero muy activas en el movimiento estudiantil, el mensaje era de unidad, como se pudo ver en la votación y su festejo: "huelga, huelga".
Antes del inicio de la sesión, por el sonido de Ciencias cantaba Police la de Mensaje en una botella ("Espero que alguien reciba mi mensaje en una botella"), y luego sonó la versión lenta de Revolution de Los Beatles. Como si quisieran, a propósito, ilustrar el ánimo colectivo.
No se les ve con ganas de botar el arpa, pero no todos comparten las mismas ideas sobre cómo conducir el movimiento. Comparten el acuerdo de pugnar por un Congreso Universitario, que 20 escuelas ven "resolutivo y democrático", 13 "constituyen- te" y 12 no se han pronunciado sobre sus características.
El CGH anterior votó un precongreso que ahora es ninguneado por un sector de la asamblea. Un vocero de Trabajo Social dice: "El plan de acción es prioritario. Debemos vincularnos hacia fuera, salir a ganar al pueblo. No podemos empezar por cositas como el precongreso".
Esta postura gana, y el primer punto es el plan de acción, donde se volverá a discutir el cierre de institutos y las acciones callejeras de presión.
Para unos, identificados con la Red y la Coordinadora, se podría ganar el Congreso en buenos términos mandando para allá dos puntos del pliego petitorio. Esto es visto por las demás corrientes y por muchos sin corriente como una claudicación.
Como dice un cartel en la Facultad de Medicina, que critica esta posición: "Si no claudicar es necio, viva la necedad".
Unos llaman a recuperar el énfasis en el diálogo, como punto clave que articule la resistencia por venir. Otros se expresan por las acciones directas, las medidas de presión y la expansión social del movimiento.
Una delegada de Psicología pregunta en la asamblea del CGH: "ƑPor dónde vamos a llevar el movimiento para triunfar?"
Para que la resistencia apriete
La prensa oficialista, que nunca ha sido amigable con este movimiento de huelga, intenta una labor de zapa balconeando corrientes y delaciones, pero ese sólo es un ingrediente más en la olla de presión. Las maniobras de la propaganda pretenden que el prolongado desaire de las autoridades universitarias a los huelguistas pase ahora como intransigencia de éstos últimos.
De entrada, pedían diálogo y Ƒdónde está su diálogo? En las atrincheradas declaraciones del rector Barnés, que quieren convertir esta protesta estudiantil en una revuelta de demandas satisfechas a medias y agravios completos, impunes y sostenidos.
"Compañeros, las autoridades quieren enfrentarnos. No a la provocación", alerta un cartel de la Asamblea de Odontología, en las afueras de la facultad.
La asamblea de Medicina, que a diferencia de otras se ha vuelto más numerosa, se debate entre quienes consideran posible el levantamiento de la huelga, y quienes sostienen lo contrario. Una trabajadora del STUNAM, cuya posición respecto a la dirigencia de su organización es de crítica, dice a los estudiantes: "Si ustedes se repliegan le cierran el paso a todos los que vamos con ustedes".
Un estudiante acaba de hablar de "un repliegue táctico hacia el congreso", donde no hubiera derrota. Y compara este movimiento con una guerra de muchas batallas, "y hasta ahora las hemos ganado todas".
La asamblea, reunida bajo el mural de Eppens donde una gran serpiente se muerde la cola, se desarrolla cerca de las grandes mantas que cuelgan, algunas ya rasgadas, de las rampas de la facultad.
Pero como en otras asambleas, esta posición no es compartida por muchos, frecuentemente en mayoría. Siguen sin ver por qué han de levantar la huelga si ni siquiera les han hecho caso.
Mientras Enrique Bazúa, director de Químicas, llamó a que este lunes se presentaran los estudiantes que no están en huelga para reanudar sus actividades normales en la facultad, la organización Unete, de Derecho, amagaba con hacer lo mismo en su respectiva facultad, y a la brava.
Nada de eso ocurrió. Ni los más duros del lado de las autoridades creen que eso sea posible. Pero éstas son las señales de "diálogo" que reciben los huelguistas. O sea, ninguna. Las amenazas de romper la huelga siguen en pie.
Los padres anuncian un ayuno en apoyo a la huelga los próximos días 16 y 17 en el Angel de la Independencia. Esa ya es una medida de resistencia más extrema.
Los estudiantes pugnan por un diálogo abierto y público, y las autoridades les ofrecen a cambio la oportunidad de atrincherarse, provocándolos, dando pie a que en el CGH surjan expresiones como la de Trabajo Social, que decía sencillamente anoche: "Con qué pinche mentalidad y razón quieren diálogo cuando esta misma pinche tarde se agandallaron a una compañera. No podemos sentarnos a discutir con autoridades que se están agandallando a las compañeras".
No todos lo hubieran dicho con las mismas palabras, pero anoche los aplausos fueron bastantes.
Los rumores de que caería el rector, y enseguida aparecería la fuerza pública (Ƒla PGR acaso, o el Ejército Federal, como sugería en corto un maestro consejero universitario hace 8 días?), buscan hacer mella en los paristas. Y ya empiezan a desnudarse los jaloneos de la eventual sucesión. De momento, "alguien" quiere quemar al secretario de Salud para el relevo. Porque, en vez de considerar como existentes a los estudiantes representados en el CGH, las autoridades predican con el ejemplo: no resolver, amenazar, y grillar.
La autoridad no dialoga. La huelga no se levanta. Eso es todo. No hay más, por lo que se puede ver.