n El luchador-leyenda es el único hombre que venció al Santo


Blue Demon: lo más valioso es que el público crea en mi autenticidad

n Publica Clío un libro sobre la vida y la trayectoria de quien fue un ''paladín de la justicia''

BLUE DEMON 005 Mónica Mateos n En la esquina de Kansas y Nebraska, colonia Nápoles, se levanta la cortina metálica de un restaurante. Es muy temprano, por eso hay pocas personas en la calle. Alguien nos hace una señal para entrar. Lo seguimos e inmediatamente se cierra la puerta. En la mesa del fondo, luciendo un elegante traje gris y corbata oscura, nos espera el héroe de los que fueron niños hace 40 años, el único hombre que venció al enmascarado de plata. La leyenda: Blue Demon.

El ambiente es como en una de esas películas en las que el luchador, convertido en paladín de la justicia, se reunía con los inspectores de policía para conocer su siguiente misión. Siempre utiliza la misma mecánica en cada una de sus citas, para no llamar la atención. Es una de sus precauciones para mantener el anonimato: ''Necesito salir entre las personas que se mueven continuamente, como en rutina, y lo más temprano posible. En esos momentos todos van a sus trabajos, a las escuelas, van más preocupados por llegar a su destino que por irse fijando en uno".

Estrechamos su mano que, efectivamente, como la describen los niños aficionados a las luchas ''šes dos veces más grande que mi mano!". Y muy fuerte. No estamos ante un abuelito, como pensábamos encontrarlo después de leer que nació en 1922, en una ranchería de Nuevo León. Blue Demon es, ante todo, un atleta. Entero. Enmascarado, eso sí, y sagaz a la hora de responder preguntas que en vano intentaron llegar hasta su otra personalidad, la del hombre que existe debajo de la máscara.

Después de conversar con él y compartir la emoción que en chispazos lanzan sus ojos cuando recuerda sus anécdotas, poco importa saber quién es Blue Demon cuando no es Blue Demon: ''Quien conoce al personaje no me conoce a mí", dice y uno se queda satisfecho con esa respuesta.

Estamos ante el mismísimo demonio azul, aquel que peleó en más de 30 películas con toda clase de malhechores, monstruos, mujeres vampiros, poderes satánicos, cerebros infernales y hasta extraterrestres; aquel que en el ring, ''cuando la lucha libre era un deporte de a deveras" hizo época al lado de Black Shadow; aquel que le lleva ganadas dos caídas a la vida: una fractura de vértebra cervical y otra de cráneo: ''Fue antes de que cumpliera 20 años como luchador y a la mitad de mi trayectoria fílmica... (los doctores que lo operaron) tuvieron que hacer como un rompecabezas para acomodar los huesitos que tenía destruidos".

Hablar mucho con los ojos

Blue Demon no es una fantasía, como los superhéroes importados que actualmente distraen a los pequeños, es de carne y hueso y ese es su mayor orgullo: ''Uno se expone ante el público, entonces, frente a ellos, uno tiene que dar constancia de sus conocimientos y demostrar que no les está haciendo fraude. Que no dude y crea en mi autenticidad es lo más valioso que me ha dejado ser Blue Demon, incluso me importó y me importa más que la cuestión económica. Por eso, hasta la fecha cuido mi personaje, me cuido de no perder la incógnita porque el secreto del demonio azul significa bastante para muchos, no sólo para mí. Después de todo, Ƒqué ganarían con conocerme?, Ƒme quieren ver? Aquí estoy".

El azul diamantino de su máscara es impecable. Alrededor de su boca, nariz y ojos están las franjas plateadas que en conjunto forman una máscara sobre la máscara. Su voz, aunque lijada por el tiempo, es clara y vasta. Sus dedos son los únicos que delatan su edad y la rudeza de la profesión a la que dedicó cuatro décadas. De su otro oficio, el de actor, conserva el mirar franco porque ''yo hablo mucho con los ojos".

Ser un rudo bueno

ƑLe gustó hacer cine, don Blue Demon?

šPues, claro que sí! Fueron años inolvidables, no tengo motivos de disgusto. Mi gran satisfacción es que esas películas forman parte de la vida de muchos niños. Hace poco una muchacha me dijo que ella de niña no iba a las luchas, pero me conocía por el cine y que cuando sus primos le decían ''Blue Demon es rudo'', protestaba: ''No, Blue Demon es bueno, pelea contra los monstruos''. Ella no entendía eso de ser rudo y técnico en la lucha libre. Pero Blue Demon eso fue y eso es, un rudo bueno.

BLUE DEMON 002 ''Llegar al cine fue sorpresivo para mí. No lo busqué. Un día, a principios de 1964, después de una función en la Arena México llegó a buscarme el asistente del productor Enrique Vergara, me llevó tres argumentos de películas escritas especialmente para Blue Demon."

Los tres episodios, El demonio azul, El aullido macabro y La furia de la bestia, que llevaron al enmascarado azul a la pantalla grande no se realizaron para hacerlo competir con el Santo, quien entonces era el luchador que había puesto de moda las cintas en las que todo se arreglaba con espectaculares peleas a brazo partido. Más bien, señala Emilio Riera en su Historia documental del cine, sirvieron ''para aprovechar y reforzar el buen éxito taquillero de su colega".

En las dos primeras películas aparece brevemente el enmascarado de plata para saludar a Blue (como le llaman afectuosamente sus admiradores de hueso colorado) y ponerse a sus órdenes ''en la lucha por hacer el bien". Después, protagonizarían juntos muchas aventuras cinematográficas que a la fecha se siguen transmitiendo por televisión y que dieron material de sobra para que los niños jugaran a defender el mundo, usando la imprescindible frase ''Blue Demon llamando a Santo".

ƑFue fácil aprender a actuar?

No, no, no. Pensé que era fácil, que todo era cuestión de estudiar, así que me aprendí de memoria el libreto, pero no tenía ni idea de cómo se filmaba, así que el primer día me sucedió algo que me gusta mucho platicar: siempre creí que las películas se hacían como se ven en la pantalla, es decir, en ese orden. Entonces llegué y me pidieron que hiciera una escena que yo recordaba era de las últimas; debía mostrarme preocupado, pero empecé a actuar como si estuviera enojado, porque pensé que era el principio. Todos se rieron mucho. Gritaron šcorte! Y después me explicaron cómo era el asunto.

''Cuando uno va por un camino que no conoce siempre hay tropezones. Es entonces cuando hay que hacer el esfuerzo para superar el contratiempo. Eso me lo enseñó mi maestro Rolando Vera, por eso siempre lo admiré. No sólo me enseñó a dedicarme a la lucha en la práctica o en el gimnasio, también platicábamos mucho acerca de los errores que uno comete sin darse cuenta, y que no se puede hacer algo sin tener los conocimientos. Uno debe tener un principio básico: si se cometen errores hay que enmendarlos".

Los ojos de Blue Demon se vuelven niños cuando habla de la disciplina, que en él es la pasión con la que continúa acudiendo cada mañana al gimnasio para realizar una o dos horas de ejercicio. Siempre llega lo más temprano posible, para no encontrarse con algunos de sus ex compañeros, ''porque ya no quiero broncas, y luego son muy pleiteros".

Está usted muy bien conservado, no parece que tenga... Ƒcuántos años?

Mmmm, ochenta y..., no, noventa y....

šEspérese!, si usted nació en 1922, apenas tiene setenta y siete.

šAh! sí, Ƒverdad? y suelta la carcajada.

No se ponga más años.

Nunca he tratado de recurrir a una mentira o un engaño. Blue Demon sigue siendo un atleta, pero ahora el deporte es para mi manutención física. Cuando luchaba y hacía cine, casi no dormía. Hubo una época en la que luchaba a diario y hasta en dos ciudades diferentes. Dormía un ratito en los aviones. El cuerpo siempre accede a todo esfuerzo si se le cuida y se le fortifica, claro, siempre dentro de las posibilidades que no sean inhumanas. Hay que comer bien, dormir y leer, pues también de aquí (se señala la cabeza) hay que mantenerse ágil. Blue Demon nunca dejó ni dejará que se dude del personaje, porque siempre he disfrutado el hecho de complacer a todos los públicos que tuve, sobre todo a los niños, que me ven como un aliciente. Blue Demon es el producto de una vida.

ƑEntonces, está en perfectas condiciones para tener una lucha como en sus viejos tiempos?

šClaro! y yergue su ancha espalda, pero no lo hago porque no hay con quién; y por su máscara vuelven a asomar los cuadrados blancos de sus dientes que son la señal de su gran sonrisa.

La lucha libre, sin maestros

Actualmente, Ƒasiste a las funciones de lucha libre?

No, ya no. Hay un deterioro en la forma de transmitir eso y es por falta de maestría. Es decir, hay que seguir una escuela para aprender poco a poco, asimilarlo e ir poniendo todo en práctica a nivel físico y mental, para avanzar con certeza, con seguridad y sentir cierta la superioridad. No hay maestros.

''El maestro debe ser una persona con los deseos de formar un núcleo de seres con una firmeza dentro de la realidad, de otra manera es una pachanga y no se logra la rectitud, la firmeza, una plasticidad concreta. Por eso extraño esa seriedad, ese esfuerzo que se necesita para el aprendizaje, esa obediencia que uno como principiante debe manifestar a sus maestros. Ahora, Ƒcómo vas a ser un luchador si sólo echas una maroma? Les falta fincar las bases. La lucha es como cualquier clase en la escuela, tiene sus principios y éstos son básicos. Estoy decepcionado. Ahora no hay formalidad.''

ƑQué pasó con su gimnasio?, Ƒya no es maestro?

No lo pude mantener luego de la última devaluación.

ƑSe arrepiente de algo?

šNo! responde de inmediato, pero luego reflexiona y el pequeño lunar de su ojo izquierdo se esconde, bueno he tenido un cierto remordimiento por no haberme sabido controlar cuando se han mofado de mí por usar máscara. Ante esas situaciones inoportunas, no he tenido control de mí mismo y he dejado que estallen los instintos... pero todo está aquí (vuelve a señalarse la sien con uno de sus dedos corvos), la fuerza para controlarse.

ƑSi naciera otra vez, volvería a ser Blue Demon?

Lo he pensado... por primera vez, su mirada se aparta de nosotros todo lo que soy, lo que he sido y lo que seré es porque me lo ha mandado Dios. Soy católico, aunque no vaya mucho a la iglesia y esas cosas, pero desde aquí por tercera ocasión señala su cráneo remendado le agradezco a Dios ser el demonio azul.

(Todo lo que siempre quiso saber acerca de Blue Demon y que aquí ya no tuvo espacio para contarlo, se encuentra en el libro de Clío que ya está en circulación.)