n Guadalupe Jolnapá
Paz y Justicia intimida a una comunidad de Tila
Juan Balboa, corresponsal, Tila, Chis., 9 de junio n Para el párroco de la iglesia del Señor de Tila, Heriberto Cruz Vera, el asesinato del indígena chol Cándido Arcos Torres es inicio de una ''nueva ola de violencia'' en la zona norte de Chiapas y la permanencia de la impunidad cotidiana que permea entre las comunidades étnicas.
El sacerdote aseguró que el asesinato del indígena de la comunidad Guadalupe Jolnapá es una provocación e intimidación hacia la población, ante la impunidad a que se enfrentan los habitantes con grupos violentos como Paz y Justicia.
''Este grupo ha sido denunciado en varias ocasiones como agresores de los catequistas y de la Iglesia católica. Han provocado confrontación con el nuncio apostólico, Justo Mullor, y han propalado calumnias en contra de la Iglesia católica acusándola de ser la causante de la violencia'', señaló.
Cruz Vera confirmó que el lunes pasado integrantes de ese grupo paramilitar y efectivos de la Policía de Seguridad Pública agredieron y amenazaron a los habitantes de Guadalupe Jolnapá; ''su presencia fue para amedrentar, atemorizar e intimidar a sus pobladores. Ojalá que las autoridades tomen en cuenta estos hechos y eviten una nueva ola de violencia y no quede como otros hechos en la impunidad y se desate una nueva cacería de brujas'', dijo.
Recordó que en noviembre de 1997, integrantes de Paz y Justicia participaron en una emboscada en contra de los obispos Samuel Ruiz García y Raúl Vera López, justo en los momentos en que los prelados salían de Guadalupe Jolnapá.
''A Francisco Stanley lo mataron las mafias en el Distrito Federal y los medios de comunicación difundieron sobradamente el caso. Al indígena Cándido Arcos Torres lo mataron policías y los medios de comunicación callan'', explicó.
El asedio de Paz y Justicia y de la policía destacamentada en la cabecera municipal de Tila, se mantiene en ese poblado desde hace tres días. El martes, un centenar de simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) enterraron en este poblado del norte de Chiapas a Arcos Torres.
En tanto, comerciantes de la cabecera municipal interpusieron ante el agente del Ministerio Público de Yajalón una demanda por daños y robos de que fueron objeto el lunes pasado. Acusaron al presidente municipal, Carlos Torres López, de haber mandado traer a las comunidades a militantes priístas de Paz y Justicia para que agredieran a pobladores de Tila.
Unos once comerciantes, entre los que se encuentra Antonio Pérez Pérez, Jesús Gutiérrez Martínez y Nicolás Jiménez Pérez, afirmaron ante las autoridades que la población vivió horas de pánico, pues los priístas llegaron armados con machetes, palos, cables y varillas.
Los comerciantes de Tila exigen al gobierno interino de Roberto Albores Guillén el envío de funcionarios para que constaten el robo y los daños sufridos por parte del grupo de Paz y Justicia, para que castiguen a los culpables y se les indemnice.