n Alcanza el G-8 un acuerdo sobre un borrador para una resolución


Continúan estancadas las pláticas entre las potencias sobre Kosovo

n Suspendido el debate ante objeciones de China y Rusia n Conversación telefónica Clinton-Yeltsin

Afp, Ap, Dpa, Reuters y Xinhua, Nueva York, 8 de junio n Las conversaciones entre las principales potencias del mundo en torno a Yugoslavia continúan estancadas. El Grupo de los Ocho, integrado por los siete países más industrializados y Rusia, alcanzó un acuerdo sobre un borrador para una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), pero los debates en este mecanismo fueron suspendidos ante objeciones de Moscú y Pekín.

En medio de intensas consultas telefónicas entre los jefes de Estado y de gobierno de las naciones aliadas, Rusia y China, el presidente estadunidense, Bill Clinton, quien mantuvo una conversación de 15 minutos con su par ruso, Boris Yeltsin, anunció su disposición para que los 10 mil efectivos que Moscú aporte a una eventual fuerza internacional de pacificación en Kosovo no estén bajo el mandato de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que este martes cumplió 76 días de bombardeos contra Yugoslavia.

El proyecto de resolución pactado por los ocho, en la ciudad alemana de Colonia, fue sometido a una primera lectura este mismo martes, en el Consejo de Seguridad de la ONU, y se espera que luego de nuevas consultas con las capitales pueda ser aprobado en breve.

El punto más espinoso del debate fue la exigencia rusa y china de que cesen los bombardeos, pero estas discusiones se vieron también estancadas y supeditadas al resultado de los contactos militares de alto nivel entre responsables de la alianza noratlántica y yugoslavos que fueron retomados, suspendidos y finalmente reanudados esta noche en la frontera entre Macedonia y Yugoslavia.

En caso de que las negociaciones entre los altos responsables militares de la OTAN y Yugoslavia resulten en un cronograma para el retiro de las tropas serbias de Kosovo, se zanjaría el camino para que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe la resolución.

La agencia yugoslava Tanjug refirió que durante la jornada se lograron importantes avances, aunque no ofreció precisiones, y el vocero de la cancillería yugoslava, Nebjosa Vujovic, indicó que las tropas internacionales de seguridad podrán ser desplegadas en Kosovo una vez que haya sido sancionada la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

Trascendió que el borrador de la resolución será introducido formalmente la mañana de este miércoles, con la posibilidad de que sea aprobado en la noche, aunque se dejó abierta la opción de que el mismo quede en suspenso mediante un mecanismo que demore el procedimiento 24 horas, a fin de dar más tiempo a los embajadores para consultar a sus respectivas capitales.

Durante la primera lectura del borrador las desaveniencias que surgieron se centraron, además de la exigencia de poner fin a los bombardeos, a la objeción china de que en el documento se haga referencia al Tribunal Penal Internacional, con lo que se abriría la posibilidad de juzgar al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, por crímenes de guerra.

Pekín también cuestionó la aplicación del capítulo siete de la Carta de la ONU que habilita a las tropas de paz a utilizar la fuerza para hacer cumplir las resoluciones del organismo internacional, indicó el embajador chino Shen Goufang.

En el plano de las negociaciones militares entre la alianza y Yugoslavia, uno de los principales obstáculo radica en la negativa de los aliados de que las tropas de paz estén bajo mandato de la ONU, e insisten en que sea la OTAN la que coordine a esa fuerza, a lo que se opone Belgrado.

En todo caso, el proyecto que discutirá mañana el Consejo de Seguridad, de seis páginas, establece un "fin inmediato y verificable de la violencia y represión en Kosovo", el comienzo de una retirada completa y "verificable de Kosovo de todas las fuerzas militares, policiales y paramilitares de acuerdo con un calendario rápido, al cual estará sincronizado el despliegue de las presencia internacional de seguridad internacional en Kosovo".

Se prevé el "despliegue en Kosovo, bajo el auspicio de Naciones Unidas, de presencias civiles y de seguridad con equipamientos y personal apropiados tal como sea requerido", y señala que la presencia internacional "con participación sustancial de la OTAN " será desplegada "bajo comando y control unificado".

Las fuerzas militares deberán desarmar al separatista Ejército de Liberación de Kosovo, establecer un ambiente seguro para el retorno de los refugiados, supervisar el desminado, monitorear las fronteras y brindar protección a otros cuerpos internacionales.

El proyecto insta a las fuerzas civiles y militares a colaborar con el Tribunal Penal Internacional.

Por otra parte, un juez federal estadunidense desestimó una demanda presentada por 26 congresistas que querían declarar ilegal el bombardeo a Yugoslavia por parte de Estados Unidos.

Los 26 legisladores de la Cámara de Representantes, encabezados por el republicano Tom Campbell, alegaron que Clinton violó una ley promulgada en 1973 sobre poderes de guerra al autorizar los ataques a la nación balcánica.