n Reunión para delinear la implementación de la retirada serbia de Kosovo


Podrían finalizar este domingo los bombardeos de la OTAN

n No hay razón para que continúe la agresión: Yeltsin n Deben continuar los ataques, dice Clinton

Ap, Afp, Reuters y Dpa, Bruselas, 4 de junio n Tras la aceptación del plan de paz del Grupo de los siete (G-7), más Rusia, por parte del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, altos mando de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reunirán en los próximos días para delinear los puntos sobre una implementación de la retirada serbia de Kosovo, lo que abre la posibilidad de que campaña de bombardeos de la alianza finalicen en el próximo domingo si se avanza rápidamente en las conversaciones.

Pero el presidente ruso, Boris Yeltsin, declaró este viernes que no existe ya ninguna justificación para que continúe la agresión de la OTAN contra Yugoslavia, aunque el primer ministro británico, Tony Blair, afirmó que sólo cesarán los ataques aéreos cuando la alianza verifique que Belgrado ha retirado tropas y elementos paramilitares de la provincia serbia de Kosovo e implemente lo acordado.

El presidente estadunidense, Bill Clinton, urgió a la OTAN y a los oficiales yugoslavos a avanzar rápidamente en las conversaciones para detener la campaña de bombardeos que lleva ya 73 días, y que podría terminar muy pronto, pero destacó la necesidad de que por ahora continúe la acción militar contra Yugoslavia.

Belgrado presentó la aceptación del plan de paz como un éxito de su propia política. "Hemos defendido nuestra libertad, dignidad y honor", afirmó una declaración del Partido Socialista de Milosevic, en tanto que el Partido JUL, de Mirjana Markovic, esposa de presidente, declaró que "estamos orgullosos de la resistencia heroica de nuestro pueblo", y añadió que ésta fue una decisión patriótica para la paz.

El destituido viceprimer ministro Vuk Draskovic --quien mantiene una posición crítica ante el gobierno-- destacó que "estamos dispuestos a cumplir todas las condiciones", y afirmó que Serbia tiene que ponerse como meta transformarse de forma democrática y económica para recibir la necesaria ayuda humanitaria.

Sólo el ultranacionalista Voljislav Selsec rechazó al plan de paz y anunció que se retirará del gobierno, mientras que el Partido Democrático, principal opositor en Serbia, reclamó la realización de elecciones anticipadas al señalar que los dirigentes deben rendir cuentas por la destrucción del país.

Fuentes de la Unión Europea y del Pentágono coincidieron en que los ataques de la alianza podrían finalizar a más tardar en los primeros días de la próxima semana, si la reunión que sostendrán los militares de la OTAN y las autoridades yugoslavas lleva al retiro inmediato de las tropas yugoslavas de Kosovo.

El portavoz del Pentágono, Kenneth Bacon, dijo que los bombardeos aliados podrían finalizar el domingo, pero recomenzarían si el mecanismo atlántico constata un retroceso en relación a los términos del acuerdo aceptado por Belgrado.

El canciller alemán, Gerhard Schroeder, aseveró en Colonia, Alemania, al término de la cumbre de la Unión Europea, que si existe una retirada efectiva de las fuerzas serbias, las condiciones de una suspensión de los bombardeos estarán dadas, mientras que el presidente de Francia, Jaques Chirac, indicó que los ataques se limitarán a "objetivos estrictamente militares".

Según Chirac, "hay que ir de prisa" hacia la paz en Kosovo, manteniéndose vigilantes mientras el proceso de retirada de tropas serbias no tenga aspecto irreversible.

En la misma línea se declaró el presidente del gobierno español, José María Aznar, quien consideró que entre la salida de las fuerzas serbias y la entrada de una fuerza internacional de paz no puede producirse ningún vacío por razones de seguridad.

Fuentes de la OTAN señalaron en Bruselas que el jefe de los cuerpos de reacción rápida de la alianza, general Mike Jackson, se encontrará este fin de semana con el alto mando militar en Yugoslavia en la frontera de Kosovo, para entregarle las instrucciones de la retirada.

Específicamente los jefes militares yugoslavos recibirán instrucciones sobre la ruta que deberán usar, cómo empacar su armamento pesado para que la alianza pueda verificar cuidadosamente su partida, además de que se les dirá cuándo empezar la retirada, que deberá durar como máximo siete días, de acuerdo con el plan.

Igualmente, el vocero de la alianza noratlántica, Jamie Shea, aseguró que hasta en tanto no se dé el repliegue serbio, se mantendrá la presión militar sobre Belgrado.

Pero Yeltsin afirmó que ya no hay motivo para continuar el bombardeo contra Yugoslavia, durante un conversación telefónica que tuvo con Schroeder, en la cual ambos gobernantes abordaron también las relaciones de Rusia con la Unión Europea.

Yeltsin y Schroeder coincidieron en que las condiciones del plan de paz deben ser aplicadas de inmediato para posibilitar el cese de los bombardeos al menor plazo.

También coincidieron en que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debería comenzar sus consultas "inmediatamente" para allanar el camino hacia la pretendida resolución que permita el envío de una tropa internacional de paz a Kosovo.

El mediador ruso, Viktor Chernomyrdin, vaticinó que habrá una rápida implementación del acuerdo de paz, al tiempo que políticos y jerarcas rusos protestaban por la condiciones fijadas en el acuerdo.

Líderes del Partido Comunista de Rusia calificaron el acuerdo de paz como una imposición de la OTAN, en tanto que el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Alexander Avdeyev, se lamentó por "una formulación tan vaga, y rechazó la posibilidad de que tropas rusas integren una fuerza de paz en Kosovo.

Pero Chernomyrdin, quien junto con el presidente finlandés, Martti Ahtissari, que participó en la conferencia de Colonia, logró la víspera que Belgrado aceptara el plan de paz, rechazó las críticas esgrimidas en Moscú sobre su gestión y dijo que sólo había dos caminos posibles: detener la guerra por la vía política o pelear, y agregó que entre 5 mil y 10 mil soldados rusos formarán parte de la fuerza de paz, pero aclaró que Yeltsin tomará la decisión definitiva.

El vocero Shea adelantó que una avanzada de 16 mil hombres, en Macedonia, fue puesta en estado de alerta. El gobierno macedonio aceptó recibir a 14 mil efectivos más de la OTAN pero con la condición de que sólo sean empleados como parte de la fuerza de paz.

La fuerza de pacificación internacional estará integrada por casi 50 mil efectivos de acuerdo con lo planeado hasta ahora por los socios de la organización noratlántica, y Gran Bretaña dijo que podría contribuir con unos 4 mil soldados de élite.

El juicio a Milosevic, en el aire

En Washington, Clinton se declaró alentado por la aceptación del plan de paz, pero dijo que se mantiene cauteloso debido a las innumerables promesa incumplidas de Milosevic; no obstante, explicó que las instrucciones de cargos por crímenes de guerra al presidente yugoslavo no fueron discutidas como parte de un acuerdo de paz, y que su permanencia en el poder no forma parte de los términos de la OTAN.

No obstante, Blair afirmó en Colonia que "no vamos a confiar sólo en la palabra de Milosevic, sino que además vamos a juzgarlo por sus hechos", declaración que fue ratificada en Londres por el canciller británico, Robin Cook, quien descartó la posibilidad de que el presidente yugoslavo pueda escapar de la justicia como parte de una oferta internacional de paz para Kosovo, y puntualizó que como "criminal de guerra acusado, tiene que enfrentar a la justicia".

Entre tanto, los gestiones diplomáticas continúan y en Colonia se anunció que los cancilleres del G-7 más Rusia se reunirán el domingo en Bonn, con la finalidad de redactar una resolución a aprobar por el Consejo de Seguridad.

Los líderes de la Unión Europea aplaudieron el éxito de la diplomacia que llevó a Yugoslavia a aceptar el plan de paz para Kosovo, el cual fue calificado como un "avance político" por el canciller federal alemán, al clausurar la conferencia de dos días de los 15 gobernantes.

"La paz, en mi opinión, está al alcance", subrayó Schroeder, y agregó que "políticamente debemos asegurarnos que no se nos escape de las manos".

En Nueva York, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo que el Consejo de Seguridad deliberará desde principios de la próxima semana sobre una resolución que implemente la solución para Kosovo, y en ella se especificará qué papel desempeñará la organización mundial en la concreción de la paz.

Igualmente, el consejo de la alianza mantenía deliberaciones, comenzadas anoche, acerca de la implementación del plan de paz. El subsecretario general de la OTAN, Klaus Klaiber, señaló que la tarea más importante y difícil es el desarme del separatista Ejército de Liberación de Kosovo, a fin de asegurar el regreso de los refugiados.

Pero aun cuando se haya firmado un acuerdo de paz, los refugiados no podrán retornar pronto a sus hogares, debido a la mala infraestructura y temores por su seguridad, dijeron en Kukes, Albania, fuentes de Naciones Unidas.

Mientras, el Fondo Monetario Internacional revisó las necesidades de financiamiento para los países afectados por la crisis en Kosovo, con una evaluación de entre mil 300 y 2 mil 200 millones de dólares este año, fijada en función del escenario de regreso más o menos rápido de los refugiados a su territorio.


n Bombardeos yugoslavos contra Albania


Continúan los ataques de la alianza a objetivos serbios

Dpa, Ap y Afp, Belgrado, 4 de junio n Los aviones aliados continuaron en las últimas horas sus bombardeos contra diferentes objetivos en Serbia, pese a la aceptación por parte de Belgrado del acuerdo de paz del Grupo de los Siete, más Rusia, y atacaron un aeropuerto en las afueras de la capital yugoslava, depósitos de armas y estaciones de radio serbias.

No obstante, la pasada fue una de las noches más tranquilas para Belgrado desde el comienzo de la operación aérea de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el 24 de marzo anterior, informó la agencia Beta, pues sólo fueron bombardeados objetivos en Kosovo y en el sur de Belgrado.

La capital de Yugoslavia vivió su segunda noche sin alertas aéreas y la defensa antiaérea sólo disparó contra aviones de reconocimiento no tripulados de la alianza no- ratlántica que realizaban actividades de espionaje sobre el espacio aéreo de Belgrado, reportó la agencia oficial Tanjug, pero en cambio dio cuenta de ataques de "enjambres" de aviones en los alrededores de Prizren, Novo Brdo y Gora.

Tres proyectiles fueron lanzados en la región de Leskovac y otros tres impactaron sobre el aeródromo del ejército yugoslavo en la zona de Batajnica, además de que también fue atacada una repetidora de televisión en la localidad de Trgoviste, en la región de Vranje.

De acuerdo con estimaciones de Tanjug, los aparatos de alianza dispararon durante la víspera más de 70 proyectiles en la provincia serbia de Kosovo, pero en ningún caso se produjeron víctimas.

La OTAN anunció en Bruselas haber efectuado 610 misiones aéreas contra Yugoslavia en las últimas 24 horas, de las cuales 234 estuvieron destinadas a atacar diversos objetivos y 74 a destruir las defen- sas antiaéreas.

Este día la OTAN bombardeó nuevamente el sector de Bajtanica, donde se encuentra el aeropuerto militar, así como objetivos en el sur y el oeste de Kosovo, y las actividades aliadas continuaban por la noche en los alrededores de Belgrado.

Por otro lado, se reportó que la artillería yugoslava sigue bombardeando seleccionadas zonas fronterizas con Albania (donde presume que hay tropas separatistas) a pesar de la adopción del acuerdo de paz y de que los militares de la OTAN comenzaron los primero contactos con sus similares yugoslavos para formalizar una reunión, este fin de semana, para llegar a un acuerdo sobre la retirada de las tropas serbias de la provincia de Kosovo.

Testigos informaron que granadas serbias impactaron sobre la localidad de Tropoje. En la zona fronteriza con el norte de Albania hay varios campamentos del Ejército de Liberación de Kosovo, y posiciones del ejército albanés.