n El eventual plan de paz para Yugoslavia, la causa, explicó en un telefonema a Green


La secretaria de Estado Albright canceló su asistencia a la binacional

n Se firmará una docena de acuerdos de colaboración y se hablará de migración y narcotráfico

David Aponte y Jesús Aranda n La guerra en Kosovo golpeó a Tlatelolco. Con el argumento de atender el eventual plan de paz para Yugoslavia, la secretaria de Estado, Madeleine Albright, canceló su asistencia a la 16 reunión de la Comisión Binacional México-Estados Unidos.

En una sesión de bajo perfil, a la que por primera vez en la historia de las binacionales no acudirá el titular del Departamento de Estado, los representantes de México y Washington firmarán una docena de instrumentos de colaboración y una adición al Acuerdo de La Paz para evitar el derrame de desechos tóxicos en la zona fronteriza, debatirán sobre la reducción de los 72 helicópteros Huey donados por el Pentágono y discutirán las medidas de seguridad para los agentes de la DEA asignados a la frontera.

La presencia de Albright a la reunión de Tlatelolco estaba confirmada hasta el pasado miércoles. La canciller Rosario Green explicó a la prensa que su contraparte llegaría a México el viernes por la mañana para participar en la reunión plenaria del mecanismo de diálogo político establecido en 1981, y sostener un encuentro con el presidente Ernesto Zedillo.

Sin embargo, Albright canceló de última hora con el argumento de que el conflicto en Yugoslavia exige toda su atención, por lo cual no podía viajar a México.

A las 10:00 horas del jueves, Green Macías recibió una llamada telefónica de la secretaria de Estado para cancelar su asistencia a la reunión de la Comisión Binacional. Ambas presiden el mecanismo bilateral de consultas.

En un comunicado de prensa, la cancillería dio cuenta de la conversación telefónica:

''La secretaria de Estado Albright le reiteró a la secretaria de Relaciones Exteriores de México los términos de su carta personal del 28 de mayo pasado, en el sentido de su enorme deseo de asistir a la Binacional, y que aunque no llegaría a la cena de bienvenida, participaría durante todo el día viernes 4 (de junio) en los trabajos de la reunión entre ambos países.

''La secretaria de Estado de Estados Unidos explicó a la canciller Green que el anuncio hecho hoy (ayer) sobre un plan de paz en Kosovo exige toda su atención, lo que le impide viajar a México''.

Albright comunicó a Green que enviará una declaración para que alguno de los miembros del gabinete del presidente Clinton la entregue a la delegación mexicana, como una manera de ''estar presente con un pueblo y gobierno amigos'', agregó el comunicado.

La procuradora de Justicia estadunidense, Janet Reno, encabezará la delegación de su país en los trabajos de la 16 reunión de la Comisión Binacional, explicó la embajada de Washington en México. No obstante, no dio a conocer el nombre de la persona que dialogará con Green en el grupo de Asuntos Políticos, mismo que analiza la situación regional y los problemas internacionales, como el conflicto en Yugoslavia.

Durante la reunión de Tlatelolco, los representantes de ambos gobiernos analizarán los temas de la agenda bilateral en 16 grupos de trabajo, y el Grupo de Contacto de Alto Nivel tendrá una minicumbre.

Los asuntos centrales de la reunión serán los avances en la lucha contra las drogas, el tema de la migración y el respeto a los derechos humanos de los migrantes mexicanos, así como asuntos de protección ambiental en la frontera.

Los técnicos de la Secretaría de la Defensa y del Pentágono tratarán de llegar a un arreglo sobre el uso de los 72 helicópteros donados para la lucha contra el narcotráfico y que están en tierra desde marzo de 1998. Por ahora, exploran la posibilidad de reducir la flotilla.

Al respecto, fuentes castrenses descartaron que ambos gobiernos lleguen a un acuerdo sobre el destino de las aeronaves para antes de que finalice al año, y aceptaron que el punto más controvertido en la discusión es precisamente sobre quién asumirá los costos de las reparaciones.

De acuerdo con la política estadunidense en materia de donaciones de equipos militares, el país que acepta dicho material es el que debe sufragar los gastos de mantenimiento y, en su caso, asumir los costos por reparaciones de los aparatos.

El problema, confió una fuente oficial, es que los helicópteros que aceptó la Secretaría de la Defensa Nacional están en pésimas condiciones, no sólo porque datan de la guerra de Vietnam, sino porque presentan problemas que requieren de reparaciones mayores y, por ende, sumamente costosas.

Lo cierto es que la Sedena no sabe cómo decirle a los estadunidenses que fue un error aceptar ese equipo ''viejo'', mientras que los enviados de Washington -apenas la semana pasada estuvo aquí una comisión del Pentágono- tienen detrás de ellos al Congreso de su país, que sigue muy de cerca los pormenores de esta donación de equipo que allá fue tan cuestionada.

Asimismo, los informantes comentaron que un problema adicional para México es que aun cuando el equipo ya se donó, los vecinos imponen condiciones para su uso -como es el que únicamente se utilicen en contra del narcotráfico y no en acciones antiguerrilla, por ejemplo-, lo que pone en entredicho la utilidad de la donación misma.

La noche de este jueves, la canciller Green ofreció una cena a los miembros del gabinete del presidente Clinton en el ex convento de Santiago Tlatelolco.

En su discurso, la titular de la dependencia encargada de la política exterior del país dijo que las diferencias y los desencuentros que puedan existir entre México y Estados Unidos no han impedido la convivencia y el esfuerzo cotidiano por generar confianza en los vínculos entre ambas naciones. ''Estoy convencida que vocación y mecanismos nos permitirán ir construyendo esa relación madura, equilibrada, vigorosa y mutuamente provechosa a la que aspiran nuestras dos sociedades'', expuso.

En la cena ofrecida a ambas delegaciones, Green rechazó que la ausencia de Albright haya afectado los trabajos.

En su oportunidad, la procuradora Janet Reno expuso que México y Estados Unidos han dedicado mucho tiempo y esfuerzo para llegar a un nivel de cooperación que permita encontrar soluciones a los problemas comunes. ''La solución es que mejoren las vidas de todos nuestros ciudadanos y sí es importante que nosotros airemos nuestras diferencias, que las expresemos con respeto, puesto que esa es la pauta de nuestro trabajo'', dijo.