n Los rojinegros se repusieron de un mal primer tiempo
En vibrante encuentro, Atlas rescató el 3-3 ante Toluca
n Con la igualada, ambos equipos están obligados al triunfo el domingo en La Bombonera
Miguel Angel Ramírez, enviado, Guadalajara, Jal., 3 de junio n La gente a la que le gusta el futbol ostentaba esta noche la sonrisa más amplia y luminosa. Atlas y Toluca ofrecieron un espectáculo poco usual. El resultado fue un 3-3, y aunque el juego definitorio de esta final será en La Bombonera, ninguno puede adelantar que volverá a tutearse con los campeones en este torneo de primera división.
Firme, seguro, dominante, así inició el Toluca la primera parte. Tal parecía que tenían un pacto con el mismísimo diablo. Su ritmo fue endemoniado y arrasó con todas las virtudes que había mostrado el anfitrión en esta liguilla. Apenas corría el minuto 2, cuando el uruguayo Carlos María Morales (el sustituto de Abundis, quien estuvo en la tribuna) remató un centro medido que José Saturnino Cardozo le envió desde la banda derecha, para el 1-0.
Mientras los escasos aficionados mexiquenses celebraban la anotación, el rojinegro estadio Jalisco empezó a gritar "šAtlas-Atlas!". Sin embargo, se necesitaba algo más que el aliento de la tribuna para detener a estos sedientos Diablos Rojos. Al minuto 8, el portero Erubey Cabuto rechazó un disparo de David Rangel y Cardozo volvió a ser letal al poner el 2-0.
Los del Atlas ahora sentían lo que Cruz Azul en las semifinales. Toluca no sólo los apretaba desde la salida, sino que los agobiaba en todos los sectores de la cancha. No los dejaba ni respirar, mucho menos que hilvanaran un avance, que mostraran su elogiable técnica y dinámica.
Al minuto 20, sin embargo, los rojinegros enderezaron la nave. César Andrade coronó una llegada por la izquierda, y con tiro fuerte y rasante estableció el 2-1. A los aficionados les tuvieron que insistir por el sonido local que no brincaran para evitar un accidente; el Jalisco, con 70 mil aficionados, se cimbraba en serio.
Pero la visita aún no agotaba sus diabluras, y al 27, Enrique Alfaro le puso un gran servicio a Morales, quien sin marca controló, dio media vuelta y volvió a vencer a Cabuto para el 3-1.
Toluca siguió moviéndose muy bien, aprovechando los espacios, buscando el arco rival y multiplicándose -como gremlins con el agua- por todo el campo.
Al regresar del descanso, la historia fue muy diferente. Ahora fue el Atlas el que circuló por el carril de alta velocidad, adelantó líneas, hizo variantes y el buen toque empezó a brillar. Al minuto 54, el grito de "šSí se puede!" fue más real que nunca, pues el argentino Hugo Castillo llevó a buen puerto un avance para el 3-2.
La visita ya no tenía la misma dinámica y audacia, se quedó atrás y apostando al contragolpe. Al 69, el ruido fue ensordecedor porque el cabezazo de Rafael Márquez terminó en el fondo de la red para el 3-3, ante un estático Hernán Cristante.
En el último minuto, Antonio Urteaga disparó dentro del área, pero apareció la pierna salvadora de Omar Blanco, a dos metros de la línea de gol, por lo que la película del torneo regular se volvió a repetir y todos salieron muy agradecidos por el estupendo banquete futbolístico.
Atlas: Erubey Cabuto, Julio Estrada, Héctor López, Rafael Márquez, Pablo Lavallén (Gerardo Torres, 21-Eduardo Bustos, 65), Miguel Zepeda, Francisco Almirón (Antonio Urteaga, 65), César Andrade, Juan Pablo Rodríguez, Daniel Osorno y Hugo Castillo.
Toluca: Hernán Cristante, Salvador Carmona, Omar Blanco, Alberto Macías, Rafael García, Víctor Ruiz, David Rangel, Fabián Estay, Enrique Alfaro (Adrián García, 57), Carlos Morales (Hugo Santana, 56-Darko Vukic, 77) y José Cardozo.
Buen arbitraje de Eduardo Brizio.