n Impugnan proyecto de ley
Crear sección sindical no es una maniobra del INAH, dicen arquitectos
Renato Ravelo n Los arquitectos del Instituto Nacional de Antropología e Historia negaron que su proceso de formar una delegación sindical esté ligado a una maniobra de la directiva del INAH, y se pronunciaron en contra de la iniciativa de Ley General de Patrimonio Cultural.
Con una copia del acta de asistencia a la reunión, que para formar su delegación celebraron el pasado 20 de mayo, entre otros documentos que sustentan su posición en contra del actual comité ejecutivo de la delegación de trabajadores técnicos y manuales, se presentaron en esta redacción Stanislao Labra, Fernando Valero, Agustín Fouque e Ildefonso Galicia.
Es calumnioso, señalaron, ''que seamos una organización charra manipulada por la dirección. Nos respaldan 25 años de lucha por lograr que el arquitecto sea considerado en el escalafón profesional de los investigadores, así como el apoyo de 110 compañeros, de los cerca de 150 que forman la sección de arquitectura".
Desconocen la representación actual ante la Comisión Nacional Mixta de Arquitectura y Restauración, electa en una reunión ''en la que no había la representatividad suficiente, pues sólo asistieron 30 arquitectos presionados por la delegación sindical".
Respecto de la propuesta sobre patrimonio cultural opinan: ''La comunidad de arquitectos del INAH, en sus acuerdos de los días 20 y 21 de mayo, se manifestó por unanimidad en contra de la iniciativa".
Detrás, aseguran, se encuentra el comité ejecutivo de la D-III-24, encabezado por Enrique Roura Pech, quien ''se instala sin atribución alguna como un oscuro perseguidor político asumiendo el papel de inspector laboral, levantando actas e investigando directamente en los archivos personales de cada centro de trabajo".
Los ATM, así se conoce a la delegación de administrativos técnicos y manuales, apoyaron la escisión de arquitectura, expresa Labra. El asesor legal de esta delegación, Arturo Alcalde, ''dijo en asamblea que teníamos derecho a formar una instancia autónoma. A los trabajadores les advirtió: 'no le cierren las puertas a los arquitectos porque los obligarán a salir por la ventana'. Después se votó casi por unanimidad el apoyo a la creación de esa instancia y el comité ejecutivo de los ATM la desconoció".
Una lucha en la delegación se dio por los arquitectos en los años ochenta y llegó hasta 1991, cuando se aprobó el reglamento que los homologó con los investigadores.
Desde entonces, sostienen, el comité ejecutivo trata de ''hacer tronar el reglamento con argumentos políticos populistas". Por ello los arquitectos decidieron formar su delegación sindical, cuyos trámites de reconocimiento avanzan en la sección X de profesionistas, investigadores y docentes.