n El acuerdo difiere en puntos medulares del pactado por mediadores
Aceptan Milosevic y el Parlamento el plan de paz para Kosovo
n Prevalecen puntos de desacuerdo y ambigüedades n Es una capitulación, afirman políticos rusos
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Belgrado, 3 de junio n El presidente Slobodan Milosevic y el Parlamento yugoslavo aceptaron este jueves un plan de paz que difiere en varios puntos medulares con el acordado durante la víspera por mediadores de Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos, documento que prevé el retiro total de las tropas serbias de la provincia de Kosovo y la presencia en la región de una fuerza de paz encabezada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La inclusión de dichos puntos en el acuerdo parecen cumplir plenamente las condiciones de la coalición atlántica, aunque no estaban planteados así en el texto que habrían acordaron el ruso Viktor Chernomyrdin, el representante de la Unión Europea, Martti Ahtisaari, y el subsecretario de Estado estadunidense, Strobe Talbott, y que fue presentado al gobierno de Milosevic.
Sin embargo, tanto la alianza como la Unión Europea recibieron con escepticismo la aceptación de Milosevic y el Parlamento yugoslavo del acuerdo, pues en el mismo prevalecen puntos de desacuerdo y ambigüedades.
Sectores del gobierno ruso coincidieron en que el acuerdo firmado por Belgrado implica una capitulación de Belgrado ante la OTAN, y fustigaron a Chernomyrdin por haber "entregado a Yugoslavia".
El acuerdo, que según sus artífices deberá ser aprobado pronto por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para entrar en vigor, no incluye ni siquiera un posible cese de los bombardeos contra Yugoslavia.
Observadores dijeron que puede provocar problemas de aplicación el hecho de que no menciona el encausamiento de Milosevic y sus más cercanos colaboradores ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) en La Haya, Holanda, por crímenes de guerra.
Ahtisaari declinó precisar los detalles del documento aprobado por Belgrado, pero afirmó que prevé un repliegue total de todas las tropas serbias de Kosovo, que será "rápido y verificable".
Una vez que se haya completado el retiro se permitirá el regreso de algunas unidades de seguridad yugoslavas que resguardarán fronteras y lugares de valor histórico y cultural para los serbios.
Fuentes de Belgrado dijeron que, en lo referente a este punto, el documento habla de que volverán a Kosovo "cientos, y no miles" de efectivos serbios.
Ahtisaari dijo que la OTAN y las autoridades yugoslavas deberán negociar los mecanismos con los que se verificará el repliegue de las tropas serbias de Kosovo y el cese de hostilidades contra la población de origen albanés de la provincia.
El seno de la alianza
El documento estipula que la fuerza internacional de paz será comandada y formada en el seno de la alianza, aunque también habrá soldados ajenos a la OTAN.
El acuerdo no menciona nada sobre la posición de Milosevic en todo el proceso, pues en días pasados Washington afirmó que el mandatario no estaba en posición de negociar por estar encausado por el TPI. Al respecto, Ahtisaari señaló que está claro que ese encausamiento sigue vigente, aunque otras fuentes dijeron que el tema no se menciona en el documento.
El mandatario finlandés añadió que el cese del fuego podría lograrse en "unos pocos días" tan pronto como la ONU apruebe una resolución respectiva, y celebró el "éxito" que implica el acuerdo aprobado por el gobierno yugoslavo.
Hasta hace unos días Rusia y los países occidentales estaban de acuerdo en que el plan debía basarse en los principios de la propuesta del Grupo de los Ocho (G-8), que partía de que la fuerza de paz debía ser eminentemente civil y creada en el seno de la ONU porque Belgrado no aceptaría en su territorio tropas de la alianza atlántica.
Ayer se indicó que el plan de Chernomyrdin, Ahtisaari y Talbott planteaba que se apostarían en Kosovo fuerzas de la OTAN y de Rusia, con comandos independientes, para las labores de pacificación, pero la alianza occidental dijo de inmediato que prefería que hubiera un solo comando y una sola fuerza de paz en Kosovo.
En el documento aprobado por Belgrado se explica que las fuerzas rusas en Kosovo no estarán bajo comando de la alianza, y su relación con la fuerza internacional se regulará mediante acuerdos adicionales.
Diplomáticos occidentales no tuvieron empacho en reconocer que la mención que se hace de las tropas rusas en el acuerdo es "exclusivamente un mecanismo para que Moscú no pierda prestigio".
Aun así, el primer ministro británico, Tony Blair, señaló que sigue siendo inaceptable la posible presencia de tropas rusas de pacificación en la provincia serbia y aludió al peligro de que esto degenere en una "partición de Kosovo".
La población de Yugoslavia recibió con júbilo la noticia de que su gobierno había firmado un acuerdo de paz, que se difundió sin mencionar las concesiones que Belgrado hizo a la OTAN.
El diputado Zarko Jokanovic dijo que "el Parlamento serbio adoptó los principios del G-8 pues presenta una base para alcanzar la paz y poner fin a los bombardeos. El plan afirma la integridad territorial y la soberanía de Yugoslavia. La ONU está recuperando el papel que le pertenece".
Pero tras el acalorado debate parlamentario, el Partido Radical del viceprimer ministro serbio, Vojislav Seselj, anunció que se retirará del gobierno si se concreta el repliegue total de tropas de Kosovo.
El gobierno yugoslavo tampoco ha explicado a la población que el acuerdo no incluye ni siquiera una fecha posible para el cese de los bombardeos que han padecido durante más de dos meses, ni tampoco que varios países de la OTAN no están satisfechos con el texto.
La agencia oficial Tanjug dijo que el plan de paz "fue traído por los más importantes representantes internacionales".
El presidente estadunidense, Bill Clinton, afirmó que la aceptación del plan parece indicar que Milosevic ha aceptado las "condiciones de la comunidad internacional. Pero basados en nuestra experiencia pasada, debemos ser cautelosos", y no aflojar la presión militar contra el mandatario hasta que Belgrado ofrezca "garantías".
El ministro del Exterior alemán, Joschka Fischer, afirmó que el acuerdo está lleno de imprecisiones y que esos "detalles dificultarán la aplicación".
Diplomáticos de la OTAN consideraron que la implementación del acuerdo de paz "podría quedar a la deriva" debido al historial de Milosevic de incumplir sus compromisos, y por lo tanto el documento no garantiza la meta de los aliados de repatriar a los cientos de miles de refugiados kosovenses de origen albanés.
En lo que analistas consideraron una táctica de guerra psicológica de respuesta al anuncio de que Belgrado había aceptado el acuerdo de paz, la OTAN publicó por primera vez el saldo que su campaña aérea contra Yugoslavia provocó en el ejército yugoslavo: al menos mil efectivos muertos y más de 10 mil heridos.
Chernomyrdin arribó a Moscú y declaró triunfante que las tropas rusas en Kosovo no estarán bajo comando de la OTAN, y que países neutrales formarán parte de la fuerza de paz, pero debió enfrentar críticas de parlamentarios, e incluso de militares, por no exigir que en el acuerdo se hablara del cese de los bombardeos.
Algunos legisladores comunistas y ultranacionalistas acusaron al mediador de dejar de defender a los serbios y entregarlos a los occidentales.
n Posibilitará el cese de las operaciones de la OTAN, dice la Unión Europea
Aún es demasiado pronto para alegrarse: ONU
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Colonia, Alemania, 3 de junio n Jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea reunidos aquí afirmaron que la aceptación del gobierno y Parlamento yugoslavos de un plan de paz "posibilitará el cese de las operaciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Yugoslavia", pero el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, opinó que aunque es un avance esperanzador "es demasiado pronto para alegrarse".
En una resolución aprobada hoy, la Unión Europea reconoció que "existe una posibilidad realista" para lograr una solución pacífica al conflicto, en tanto que el gobierno yugoslavo concrete un retiro verificable de todas sus fuerzas en Kosovo.
Los 15 anunciaron que realizarán un borrador de resolución para que sea aprobada rápidamente en el Consejo de Seguridad de la ONU, para oficializar la entrada en vigor del acuerdo, en tanto que el Grupo de los Ocho instó a Naciones Unidas a agilizar la aprobación de una resolución para la provincia de Kosovo.
Annan se reunió hoy con el papa Juan Pablo II en Roma, y afirmó que "es necesario esperar y ver cómo reacciona" el presidente Slobodan Milosevic, y reconoció que mientras no se den a conocer detalles sobre el acuerdo aceptado por Belgrado es demasiado pronto para alegrarse.
El Papa se declaró "confortado y esperanzado" ante la posible solución de la crisis de los Balcanes, pero el separatista Ejército de Liberación de Kosovo advirtió a la comunidad internacional que la aceptación del plan por parte de Belgrado no es más que un ardid para provocar divisiones entre los países occidentales.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados manifestó su satisfacción porque Belgrado aceptó el plan de paz, pero, según el vocero Kris Janowski, "esto no tendrá efecto en el estado de ánimo de los refugiados, quienes hasta ayer eran sacados a la fuerza de Kosovo".
Añadió que la repatriación de los desplazados "dependerá de la seguridad efectiva con la que se pueda contar".
Por último, el gobierno albanés denunció hoy que las autoridades serbias habrían trasladado a 130 víctimas de una matanza en el pueblo de Staradran a la localidad de Rakos, en un intento por borrar evidencias de las atrocidades cometidas.
n Realizó la OTAN 300 misiones en 24 horas
Pese al acuerdo, continúan los bombardeos contra Yugoslavia
n Evalúa Clinton la posibilidad de una invasión terrestre a Kosovo
Afp, Ap y Dpa, Bruselas, 3 de junio n Cazas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) realizaron 300 misiones de ataque contra objetivos en Yugoslavia en las últimas 24 horas, aprovechando condiciones climatológicas favorables, aparatos que evitaron bombardear Belgrado en consideración a la presencia en esa capital de los mediadores ruso y europeo, Viktor Chernomyrdin y Martti Ahtisaari, respectivamente.
El jefe del Pentágono, William Cohen, afirmó que Washington y la OTAN no sólo están dispuestos a continuar la campaña aérea, aunque Belgrado aceptó este jueves un plan internacional de paz, sino que el presidente Bill Clinton estudia con altos responsables militares una eventual invasión terrestre a Kosovo.
La alianza noratlántica reportó que fueron bombardeados objetivos en las ciudades kosovenses de Prizren y Gora, donde según medios de comunicación locales impactaron más de 70 proyectiles. También fue atacada una repetidora de televisión en la región serbia de Vranje, y se registraron explosiones en la ciudad de Kursumlija, colindante con Kosovo.
Entre los objetivos militares alcanzados por la OTAN, esta organización reportó "25 piezas de artillería, cinco morteros, 12 carros de combate, ocho transportes blindados de tropas".
En Pristina fue alcanzado un puesto de mando y otro de transmisión de radio, así como aeropuertos ubicados en Ponikve y Batajnica, un puente de carretera en Velika Oraste, depósitos de combustible en Cuprija y Svetozarevo y transmisores de radio y televisión en otras sietes ciudades serbias.
El vocero del Pentágono, Kenneth Bacon, recalcó que continuará la campaña aérea contra Yugoslavia y señaló que la aceptación del plan de paz internacional por parte de Belgrado marca "un momento de cautela y no de celebración. Los reportes, si son verdaderos, son alentadores, pero tenemos que ver desempeño y no promesas".
"Por lo que sé, ni un solo soldado serbio ha abandonado todavía Kosovo", agregó el funcionario.
El diario The Washington Post afirmó hoy, al citar a altos funcionarios, que Clinton se estaría resignando a la idea de que el conflicto no puede ser resuelto exclusivamente con los bombardeos.
Desde el miércoles, el presidente sostiene encuentros con los principales responsables militares en los que, según Cohen, evalúa los logros de la campaña aérea contra Yugoslavia y una eventual invasión terrestre de Kosovo. Pese a todo, Cohen advirtió que no se tomará ninguna decisión unilateral en estas reuniones.
Por lo pronto, un juez federal anunció hoy en Washington que la semana próxima anunciará si procede o no un recurso presentado por 31 congresistas, quienes pidieron que se declaren ilegales los bombar- deos estadunidenses contra Yugoslavia, pues comenzaron sin autorización de las dos cámaras del Capitolio.