Jesús Martínez Saldaña*
Agresiones consulares, una solución

En su reciente viaje a California el presidente Ernesto Zedillo proclamó a los cuatro vientos que la democracia había llegado a México.

Poco después que el avión presidencial aterrizara en suelo mexicano, la violenta agresión a un activista migrante por parte de un guarura de José Angel Pescador Osuna, cónsul mexicano en Los Angeles, nos dejó ver el rostro autoritario y prepotente del sistema político mexicano. La agresión a Pedro Arias, prominente activista de la comunidad mexicana en el sur de California, que se ha distinguido por luchar a favor del voto de los mexicanos en el extranjero, comprobó que la defensa de los derechos de los millones de ciudadanos que cruzan la frontera internacional, no es tarea fundamental de los consulados mexicanos en Estados Unidos. Ante todo, las autoridades mexicanas protegen el sistema que les concede el poder.

Según informan activistas de Los Angeles, en la mañana del viernes 21, el guarura Benjamín Corona, de 35 años de edad y una larga relación de trabajo con el cónsul, provocó, atacó, y golpeó "salvajemente" al activista de 73 años de vida. Después de la agresión, Corona huyó al interior del consulado para evitar ser arrestado por autoridades estadunidenses. Pedro Arias quedó abandonado en la calle, frente al consulado, sangrando por la boca y las cejas. Ninguna autoridad consular salió para ofrecer ayuda o llamar una ambulancia.

El incidente no es el único que ha ocurrido entre funcionarios del consulado y migrantes que no comparten opiniones con las autoridades ni respaldan el régimen de partido de Estado en México. Organizaciones que simpatizan con los partidos de oposición repetidamente han expresado su repudio a las políticas excluyentes e intolerantes de Pescador Osuna y sus precursores. Más que una instancia al servicio de la comunidad migrante, el consulado es percibido como una sucursal del PRI en Estados Unidos. El comprobado espionaje que el mismo cónsul hizo a favor del tricolor el año pasado durante una de las giras de Vicente Fox, llamó la atención nacional a un hecho que se realiza cotidianamente por los más de 40 consulados en territorio estadunidense.

La agresión a Pedro Arias se puede interpretar como represalia por haber participado en las protestas (todas pacíficas y dentro de la ley estadunidense de libre expresión) que se realizaron durante la visita de Zedillo, quien se negó a declararse a favor del voto de los mexicanos en el extranjero.

La agresión al señor Arias nos invita a exigir al Congreso de la Unión una investigación a fondo sobre las actividades realizadas por la embajada y los consulados en Estados Unidos. Ya es hora de que se establezcan mecanismos para que dichas agencias sean responsables ante el sector ciudadano que supuestamente sirven: los mexicanos migrantes.

El establecimiento de un régimen democrático en nuestro país necesariamente implica que todo el aparato gubernamental debe ser respetuoso de la ley y defender los intereses y derechos ciudadanos. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la embajada en Washington, y los consulados no pueden quedar exentos de este compromiso.

Para dar credibilidad y transparencia al proceso de investigación, proponemos que se establezca una Comisión de Ciudadanos Migrantes, integrada por mujeres y hombres de buena reputación, que no reciban financiamiento alguno de los programas clientelares establecidos por la SRE para cooptar y subordinar a la población migrante. Entre otras tareas, la comisión puede analizar el sentir popular de los migrantes hacia los consulados y establecer una relación permanente con legisladores federales para asegurar que las políticas migratorias mexicanas, incluyendo selección de cónsules, sean adecuadas y sirvan a los intereses de las comunidades mexicanas en Estados Unidos.

Las tareas deben iniciarse lo más pronto posible para asegurar que el proceso de sucesión presidencial y la imagen de México en el extranjero no sean ensuciados aún más por las actividades antidemocráticas de malos funcionarios consulares.

 

* Miembro de la Coalición de Mexicanos en el Exterior Nuestro Voto en el 2000.

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