n El espacio popular en el Acapulco Milenio; jornada negra la del sábado
El vilipendiado gruperismo, la salvación
Arturo Cruz Bárcenas, enviado, Acapulco, Gro. n El vilipendiado género popular, grupero y bandero, cumbianguero, chicanero, vallenato y arrabalero ha sido la salvación en algunas noches de lo que va del Festival Acapulco Milenio. Criticado por algunos especialistas (es un eufemismo) porque faltan grupos representativos -como Límite, Tucanes o Ramón Ayala y sus Bravos del Norte-, así como por lo débil de algunos programas (lo que se ha reflejado en la baja preventa), el martes tuvo su clímax y mostró el paroxismo de quienes gustan de este tipo de música en el que si algo une a los artistas es la alegría y las ganas de echar desmadre.
Dos grupos radiales compiten en estas tierras borrachas de sol por la audiencia grupera y bandosa: Acir y Radiorama. El locutor Vicente Castro Morales, de Radio Lobo-XEVP-1030 de AM, afirma que por el festival sí han aumentado las llamadas solicitando canciones (unas 60 en su turno).
Noches difíciles
Cuando se quiere y no se puede, ni modo. El Rodeo, espacio del Festival Acapulco Milenio para la presentación de conjuntos que tocan música grupera en general, tuvo el sábado una jornada negra. Iridian, aunque bella y enjundiosa, apenas prendió mecha con sus cumbias. El sol vespertino no calentaba y Paco Barrón y sus Norteños Clan tuvieron que esforzarse para hacer que unas cuantas parejas bailaran la selección de temas de sus ocho discos. Entre artistas y artistas, el comediante Lalo Manzano luchaba para hacer reír a la concurrencia. Unos chistes bastante bobos generaron chiflidos, pero él hacía como que las cosas iban más que bien.
A eso de las 21:00 horas comenzó a llenarse el espacio y Los Llayras lograron que la gente bailara; animados, algunos gritaron piropos y algunas groserías a Mónica, la bella vocalista, quien ahora luce mejor que cuando la conocimos. šQuiero! Aguantó vara y se impuso al castigo. Buscándote fue el tema que cambio el ritmo de la noche.
Siguieron Los Reyes del Camino y sus interpretaciones de cumbia norteña. Los Byby's pretendieron levantar el ánimo, pero sus cumbias románticas, como ellos definen a lo que tocan, sumieron al respetable en un sopor. Al filo de la media noche entraron en escena Los Acosta, muy conocidos en estas tierras. Tocan tropical romántico, dicen los conocedores (šgulp!). Parecen punks, darkis o roqueros gruesos, pero, la verdad, le cantan al amor que duele y lastima en momentos de ruptura.
Otra cosa
Se adelantó la temporada de huracanes en las tierras del sur. Los jaliscienses-michoacanos de Los Huracanes del Norte acabaron el martes con el sopor de los días anteriores, tediosos, en los cuales el ayuno de alegría fue la constante en el escenario llamado El Rodeo, pues apenas grupos como Los Acosta levantaron el ánimo del público, que quería pero obtenía una respuesta a tono con la expectativa, ni con el pago de sus 40 pesos por boleto.
Cuatro días después de iniciado el Festival Acapulco Milenio, por fin un programa despertó el interés y desde las 12 horas del martes los boletos se habían agotado (unos 6 mil). Con Los Huracanes se presentaba la banda El Recodo, otro imán de taquilla; Primavera, la sensación de la actual temporada en los estados del norte, y Priscila y sus Balas de Plata. Todo parecía ir viento en popa... pero...
Los revendedores de siempre, empujones y amenazas a periodistas por la puerta de acceso a la prensa por policías ("sólo recibimos órdenes") que no aceptaban ninguno de los gafetes (los hay de cuatro colores) no oían razones ("šháganse para allá!"); a un reportero le robaron su cartera y a un fotógrafo un guarura lo amenazó: "Vete o te parto la madre". Los días previos no hubo problemas, pero eso se debió al escaso público, unos mil 500 el sábado, unos mil el domingo.
Pero el martes los más de 6 mil asistentes hicieron presión. Hubo intentos de portazo, mentadas por el súbito agotamiento del boletaje, y hasta quejas porque las cervezas se acabaron a eso de las 12:00 de la noche, cuando el ambiente estaba más que cálido. Sobre el porqué no se tomaron las previsiones si ya existía el antecedente de las dificultades en la presentación de La Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio nadie dio explicación.
Algunos paramédicos atendieron a algunas personas que sufrieron lesiones leves: por empujones o golpes de una lata de cerveza proveniente de cualquier lado. El riesgo mayor fue cuando momentos previos a la presentación de El Recodo el estallido a baja altura de unos fuegos artificiales hizo que gente corriera ante las cientos de chispas encendidas que caían sobre sus cabezas.
Vientos huracanados
Los Huracanes del Norte entraron como se esperaba. El tema que más ha pegado de ellos, El dormilón (šy toco madera!, como canta Raphael), fue bailado por cientos de parejas que se empujaban unas a otras; siguieron El clavo, La suburban dirada, El gato de Chihuahua, Las tres tumbas, La 911 y El vaquero güero, entre otras. A este grupo le precede el comentario generalizado de que recientemente, en Dallas, Los Tigres del Norte no quisieron tocar con ellos en un mano a mano esperado por quienes gustan de la música norteña. Y es que Los Huracanes viene soplando fuerte, luego de sus álbumes Aires de mi norte. Corridos pa'l pueblo (donde viene el controvertido tema Los títeres, que "no se toca en la radio por político", dijo Agustín Montoya, valioso apoyo en la difusión de la música de Los Huracanes),
Era la noche de los artistas gruperos de Fonovisa. Los Huracanes calentaron la noche y la Banda El Recodo haría lo suyo. Luego del incidente de los fuegos artificiales el grupo sinaloense fue presentado más como parte de una parafernalia de circo o show de lucha libre.