n Campaña presidencial del PRI en 94


Personajes reclamados por la justicia, implicados en la denuncia perredista

n Irregularidades en las donaciones millonarias al tricolor

Roberto Garduño n Gerardo de Prevoisin; Angel Isidoro Rodríguez, El Divino, y Carlos Cabal Peniche, personajes reclamados hoy por la justicia mexicana, resultaron los tres principales implicados en la denuncia que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) entabló ante el Instituto Federal Electoral (IFE) sobre diversas irregularidades en la donación de millonarias cantidades de dinero para la campaña presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de 1994.

El 23 de marzo de 1994 aparecieron publicados en el Diario Oficial de la Federación los montos máximos que podían recibir los partidos por parte de personas físicas, morales y no identificadas. Cada persona física podría donar hasta 2 millones 13 mil pesos; por cada persona moral, el monto máximo alcanzaría los 10 millones 65 mil pesos, y de personas no identificadas la cantidad de dinero recibida sería de 20 millones 130 mil pesos. Según la denuncia perredista ante el IFE, el PRI no respetó dicho decreto, y que fue desechada el martes pasado.

Ahora el PRD acudirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para demostrar que el PRI ocupó estratosféricas cantidades de dinero en los comicios de 1994, y que en el caso de la campaña presidencial debió alcanzar los 134 millones 460 mil pesos, pero una vez que concluyeron los comicios el PRI manifestó haber erogado 128 millones, situación favorable para sus finanzas por un monto de 6 millones 534 mil pesos, porque ingresaron a sus arcas 134 millones 538 mil pesos.

En la denuncia que presentará el perredismo ante el máximo tribunal electoral del país, se explica que el PRI "en la campaña presidencial manifiesta haber quedado a poco más de 6 millones de pesos de rebasar el tope máximo permitido, por lo que resulta importante hacer notar que con la cantidad que ese partido reporta como saldo favorable, y que no reporta como erogaciones, es precisamente la cantidad que lo colocaría fuera del límite del tope de gastos".

Entonces el PRI refirió que la mayoría de los recursos obtenidos durante el proceso electoral de 1994 se logró basándose en aportaciones de simpatizantes y militantes a través de boletos. En ese caso, el PRD aduce la inexistencia de un control de fondos de los recibos emitidos, situación que impidió determinar cuántos de éstos se utilizaron, se cancelaron o quedaron por usar.

 

El escudo de De Prevoisin

 

Sobre las aportaciones entregadas por importantes empresarios al Comité Ejecutivo Nacional del PRI (CEN), la denuncia del PRD refiere los casos de Gerardo de Prevoisin, Angel Isidoro Rodríguez y Carlos Cabal Peniche.

En relación con el primero, rindió declaración el 20 de mayo de 1998 en la ciudad de Niza, Francia, para ser agregadas al juicio 4:95-CV-98 en la Corte de Distrito de San Antonio Texas, por una disputa civil entre Aeroméxico y G.P. Investments.

En esa ocasión declaró que en 1994 canalizó 8 millones de dólares y mil 500 boletos de Aeroméxico al CEN priísta, y prestó un avión para el apoyo de la campaña presidencial. En su comparecencia, el ex presidente del consejo de administración de la citada línea aérea desglosó la forma como entregó el dinero a los priístas: un millón cada mes.

También de esa cantidad, 3 millones se destinaron a fideicomisos del PRI, y de los otros 5 millones De Prevoisin dijo desconocer su destino.

Ese hecho fue confirmado por Carlos Rojas Gutiérrez, ex secretario general del PRI, quien el año pasado señaló: "El partido no solapará o justificará que De Prevoisin se escude en el hecho de haber donado al priísmo parte de los préstamos personales que obtuvo ilegalmente para evadir la acción de la justicia... Las aportaciones económicas se recibieron de buena fe, como las que recibimos de todos nuestros simpatizantes, y fueron hechas a título personal y en representación de la empresa que él dirigía".

Para entonces, el presidente Ernesto Zedillo, en entrevista con el diario The New York Times, se refirió a las aportaciones de Gerardo de Prevoisin: "El donativo fue para el PRI; no fue, como lo ha aclarado el propio partido, un donativo a la campaña presidencial..."

 

"Pago de siniestros"

 

Una vez que se libró de las acusaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), Angel Isidoro Rodríguez, El Divino, compareció ante la Subcomisión de Seguimiento a los Programas de Saneamiento Financiero de la Cámara de Diputados, y ratificó sus aportaciones a la campaña presidencial del PRI en 1994.

"Fueron donaciones que consistieron prácticamente en el pago de uno de los edificios del Comité de Finanzas en Tenysson número 64, en la colonia Polanco, que pagábamos la renta (sic). Dimos una donación de alrededor de 2 millones de pesos desde el banco. Se pagó la póliza de seguros de la campaña completa que cubría pues todas las eventualidades que pudieran suceder, póliza cuyo valor ascendió a alrededor de un millón de dólares y que sirvió para pagar siniestros de todo tipo incluyendo el fatal deceso de Luis Donaldo Colosio, al que también el grupo financiero (Asemex-Banpaís) hizo frente a través de esa póliza."

Y fue Carlos Cabal Peniche quien mediante un complejo proceso de movimientos financieros entre Banco Unión y fideicomisos del PRI donó alrededor de 30 millones de dólares a la campaña del Revolucionario Institucional. Eso formó parte de un sinnúmero de anomalías en los manejos de Banca Unión y Banca Cremi, ambas instituciones propiedad de Cabal Peniche.

Los argumentos de la oposición apuntan diversas irregularidades en los bancos del empresario tabasqueño que tuvieron relación con el PRI, "violando diversas disposiciones de la Ley de Instituciones de Crédito, de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito y del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, vigentes en la fecha en que se realizaron los actos".

Los bancos de Carlos Cabal alimentaron a través de fideicomisos una cuenta concentradora -cuya titularidad fue del PRI- con 30 millones de dólares (93 millones de pesos a valor de cambio de 1994), según la documentación presentada por el PRD ante el Instituto Federal Electoral.