ƑYdespués de los proyectos genómicos?
Mario Zurita
Un punto que muchos consideran culminante, al menos en una de las etapas de la biología molecular, es la determinación de la secuencia nucleotídica completa del genoma de varios organismos, que van desde bacterias hasta humanos. En los años ochenta se planteó que sería muy útil para el estudio de la biología de estos organismos secuenciar todo su ADN, y así fue como se comenzó con el proyecto del genoma humano, entre otros. En los últimos cinco años se ha obtenido la secuencia completa de todo el genoma de varios organismos. En parte esto se ha debido a que los métodos actuales de secuencia automáticos y el análisis de los datos son extremadamente rápidos, a tal grado que compañías en biotecnología como TIGR y su filial Celera pueden secuenciar el genoma de una bacteria en aproximadamente un mes. Claro que para emprender una empresa de esta magnitud se requiere de personal altamente calificado y de varias decenas de millones de dólares.
Entre los genomas bacterianos secuenciados, ya sea por compañías y/o algunos consorcios internacionales, destacan Hemophilus influenzae, Mycoplasma genitalium, Escherichia coli, Archeeloglubus fulgidus y 40 más. Se espera que este año esté completamente secuenciado el genoma de por lo menos otros 17 genomas bacterianos, entre los que están rhizobium, rhodobacter, diferentes especies de salmonela, etcétera. El análisis de estos genomas ha mostrado que se puede inferir la posible función de muchos de los genes encontrados a partir de su semejanza con otros de los que ya se conocía su función. Sin embargo, también fue evidente que el producto de muchos posibles genes no tenía semejanza con ningún otro reportado, y por lo tanto su función aún es desconocida.
El primer organismo eucariote que se secuenció totalmente fue la levadura Saccharomyces cereviseae. Cuando se analizó el genoma completo se vio que el número de genes con función desconocida y sin semejanza con ningún otro tienen una proporción importante en el genoma de la levadura. Por otro lado, en el caso de que se encuentre semejanza con un producto génico cuya función bioquímica se conoce, no se puede concluir qué es lo que realmente hace en la célula y en qué procesos está involucrado durante el desarrollo de un organismo.
El genoma completo del nemátodo Caenorhabditis elegans fue publicado a fines del año pasado. Lo relevante del caso es que se trata del primer animal cuyo genoma se conoce en su totalidad y que tiene muchos más genes de lo que se esperaba (19 mil). A pesar de que por el simple análisis de homología se puede inferir la función bioquímica de muchos de los productos codificados por el gusano (eg. hay unos mil genes que codifican para receptores tipo serpentina), no se conoce cuál es la función de la mayoría de estos genes en la célula durante el desarrollo del organismo.
Se calcula que la secuencia completa del genoma de la Drosophila melanogaster, mosca de la fruta, será finalizada a mediados de 1999 y que el genoma humano será completado para el 2002. Sin embargo, ya están disponibles bases de datos con porciones grandes de la secuencia genómica de estos dos organismos y hay una gran cantidad de posibles genes nuevos con función desconocida.
El deducir la función de un producto génico en la célula solamente con la información lineal se complica a medida que el organismo es también más complejo. Por ejemplo, hay factores reguladores que intervienen en la respuesta inmune y que también tienen un papel en la determinación dorso-ventral.
Así, el reto, una vez que estén secuenciados la mayoría de los genomas de los organismos modelo, es determinar la función de cada uno de los genes en el contexto del organismo completo a lo largo de su desarrollo. Para esto ya existen técnicas de genética reversa en la que deficiencias de un gen particular pueden ser generadas. También se pueden producir dominantes negativas por medio de transgénesis e incluso se puede forzar al organismo a inactivar un gen en el momento adecuado en el lugar adecuado. Es importante remarcar que en aquellos organismos eucariotes modelo como la levadura, la mosca y la plantita Arabidopsis thaliana, las técnicas rutinarias de genética son la base para que a partir de la información de secuencia genómica se pueda descubrir el papel de todos los genes nuevos y con qué otros genes interaccionan. Un ejemplo de lo anterior es que a partir de que se conoció la secuencia completa del genoma de la levadura la mayoría de los trabajos más importantes en los últimos dos años en los que se demuestra la función de genes nuevos ha sido por medio del análisis de mutantes generadas de diversas formas. Asimismo, el uso de organismos modelo como la drosophila y el ratón son ya sistemas utilizados por compañías como Novartis para descifrar la función de los nuevos genes humanos que aparecen en los bancos de datos todos los días y ensayar el posible potencial biotecnológico del producto codificado por estos genes.
En conclusión, se podría decir que el tiempo de la "talacha" de clonar y secuenciar está llegando a su fin y que una biología molecular más fina ųcomo siempre ayudada por las técnicas de bioquímica, fisiología y, sobre todo, genéticaų, será la forma de abordar la biología posgenómica en la que las preguntas más relevantes podrán ser abordadas en el contexto del análisis del genoma completo de un organismo.
Comentarios a:
[email protected]