Astillero Ť Julio Hernández López
La impericia con la que se ha conducido la instalación de Francisco Labastida Ochoa como candidato presidencial priísta, ha ofrecido a Roberto Madrazo Pintado la excelente oportunidad de organizar una segunda rebelión contra las decisiones políticas de la Presidencia de la República.
Este viernes 4 de junio, en Villahermosa, tal asonada podría tener su declaración pública, al amparo de la figura democratizadora de Carlos A. Madrazo, el padre disidente del sistema al que el actual gobernador tabasqueño nunca antes había exhumado ideológicamente y al que hoy pretende convertir en bandera legitimadora de su enfrentamiento con el zedillismo.
Al pie del monumento construido en la capital sureña, en Paseo Tabasco y Malecón, Madrazo Pintado habrá de encabezar una conmemoración de la muerte de su padre, el ex presidente nacional del PRI que falleció el 4 de junio de 1969 en un sospechoso accidente aéreo en Pico del Frayle, Nuevo León.
De la oportunidad al oportunismo
La ocasión ha sido tomada con un gran sentido de la oportunidad política por Roberto. Nunca antes había acentuado así los tonos disidentes de su padre ni el valor político de las rupturas, pues en los anteriores aniversarios su filiación era de plena identidad y subordinación al sistema, de tal manera que no sonaba conveniente destacar tales características paternas.
Pero hoy, cuando vive el encono de los desafectos presidenciales, cuando se le han cerrado las puertas de la contienda priísta interna (al colocar a Francisco Labastida Ochoa como beneficiario de una abierta cargada), cuando se le acorrala por considerarlo lo que es, representante del salinismo, Roberto Madrazo Pintado recurre a la figura paterna para amenazar con un cisma en el tricolor.
Razones de fondo hay suficientes para entender que no uno sino muchos mexicanos se opongan ferozmente a la posibilidad de que Madrazo pudiese ser presidente de la República. Su condición em- blemática de derrochador del dinero público en campañas partidistas, que ya había sido conocida y documentada en 1994, ha sido reiterada en 1999, con un enorme gasto publicitario proselitista por televisión. No está de más recordar que su ejercicio como gobernador ha estado teñido por los signos de la corrupción, de la frivolidad, del abuso.
Los genios políticos del régimen
Pero, teniendo tales características (que quisieron ser castigadas por Ernesto Zedillo en 1994, pretendiendo fallidamente quitarlo de gobernador con el señuelo de hacerlo secretario ¡de educación!), y sabiendo que tras de él está la fuerza de los dos Carlos, Hank y Salinas de Gortari, los genios políticos del actual régimen no han sabido cómo contenerlo y, por el contrario, actuando conforme a los caprichos y los estallidos supremos, han cometido errores políticos graves que han sido capitalizados por su tropical adversario.
Uno de esos errores básicos fue la debilidad zedillista de ir a levantarle la mano a Madrazo a Villahermosa semanas después de que éste había organizado la primera insurrección priísta, aquella que con violencia impidió la decisión centralista de quitar al despilfarrador mandatario tabasqueño.
Otro fue el de contrastar penosamente la oratoria presidencial, empeñada en censurar los derroches del erario para fines personales, con la tozuda perseverancia madracista de hacer oídos sordos y seguir pasando una y otra vez sus comerciales proselitistas.
El más reciente de los errores ha sido el de pretender frenar a Madrazo no sólo con la burda cargada en favor de Labastida Ochoa sino, además, imponiéndole la obligación de renunciar a su cargo para poder participar en la contienda priísta por la candidatura presidencial.
¿Renunciar o pedir licencia?
Alguno de los antes citados genios del zedillismo tuvo la brillante idea de venderle paletas a los esquimales, es decir, de hacerle trampas en una convocatoria priísta al experto en asuntos electorales priístas. Frente a sus computadoras, los estrategas pensaron que obligando a Madrazo a renunciar lo estarían orillando o a abstenerse de participar en la contienda presidencial, para preservar a salvo sus intereses regionales, o bien a dejar el Palacio de Gobierno de Villahermosa, con una espalda descubierta lista para recibir puñaladas.
Los resultados políticos (como ha sido recurrente en lo que va de este acotado sexenio) fueron equivocados, y tal vez desastrosos. Madrazo ha encontrado pretextos válidos para quejarse públicamente de preferencias en favor de otros candidatos, para advertir que los requisitos de una convocatoria partidista no pueden estar por encima de la estipulación constitucional de que los cargos de elección popular son irrenunciables y, ya de pasadita, como de pilón, manifestarse en contra de criterios priístas unitarios similares a los de las manadas o las pandillas.
Madrazo, hay que recordarlo, tiene tras de sí pesados y densos intereses, entre otros los salinistas y los cabalistas. Colocado como está en una ruta de difícil retorno, lo peor que pueden hacer quienes pretenden controlarlo es valerse de recursos torpes e ingenuos, para no usar palabras más rasposas.
Patria Nueva
Por lo pronto, este viernes, en Villahermosa, en el Distrito Federal y en otros lugares del país, Madrazo Pintado recordará lo que nunca antes había hecho así: el perfil disidente de su padre, los riesgos de las rupturas.
Y de allí (del recuerdo del fundador del Partido Patria Nueva), al movimiento político neomadracista Patria NuevaÉ
Luego, Madrazo irá a la rebelión contra la pretensión presidencial de quitarlo del poder estatal. Pedirá una licencia por sesenta días y, en uso de las facultades que le otorga la Constitución local, elegirá personalmente a uno de los secretarios del gabinete, o al procurador de Justicia, para suplirle. Cumplidos esos sesenta días, volverá a sentarse en la silla gubernamental un día más, suficiente para volver a pedir licencia por otros 60 días más y continuar en la contienda presidencial.
¡Danzón dedicado a Robertico!
(Mucha gente se pregunta la razón de esa convocatoria priísta para candidato presidencial, con plazos tan inexplicablemente largos. Aunque parezca increíble, todo eso se hizo con dedicatoria para Madrazo, pretendiendo impedirle la participación o creyendo que era firme la amenaza de que sólo podría contender si renunciaba a la gubernatura. ¡Oh, genios de la política moderna!)
Pero, si acaso el Presidente, y su operador Pepe Toño, pretenden violentar el proceso, castigando a Madrazo por no renunciar, o por 24 horas al poder, para volver a pedir licencia, entonces el Partido Patria Nueva ya estará listo para funcionar, con Roberto Madrazo convertido en el nuevo Ciclón del Sureste. Pero, ¿quién haría alianza con la fuerza madracista sin registro legal? ¿Quiénes serían los nuevos aliados?
Por lo pronto, con todas estas maniobras y jaques, Madrazo sigue abriendo brecha a las negociaciones de Salinas de Gortari. Respecto al futuro, a las escisiones, a las fracturas, ya don Carlos dará instrucciones. (Si fue capaz de organizar una parodia de huelga de hambre en Monterrey, que no sea capaz de organizar una pantomima de rebeldía democratizadora en el PRIÉ)
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