n Los niños eran comercializados en 20 mil dólares


Tres detenidos en EU acusados de tráfico de bebés mexicanos

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 28 de mayo n Dos mujeres estadunidenses y un mexicano fueron acusados por las autoridades federales estadunidenses de realizar una operación de contrabando de bebés mexicanos, 17 de los cuales fueron vendidos a familias en Nueva York por 20 mil dólares o más cada uno a padres que pensaban que estaban adoptándolos de forma legal.

Arlene Lieberman y Arlene Reingold de Long Island, Nueva York, fueron arrestadas la víspera y el abogado mexicano (con doble ciudadanía) Mario Reyes fue detenido el miércoles, acusados de conspiración para violar leyes migratorias y fraude.

Las mujeres les prometían a parejas desesperadas una forma fácil y legal para lograr las adopciones que tanto deseaban. Reyes, quien fue arrestado en su casa en el pueblo fronterizo de Douglas, Arizona, cerca de Agua Prieta donde tenía su despacho del lado mexicano, se encargaba de elaborar la documentación fraudulenta para los bebés y pagaba a mujeres por fingir que eran las madres de los niños para pasarlos por la frontera.

Las autoridades mexicanas ya habían iniciado una investigación en octubre pasado sobre el tráfico de niños por Reyes. La embajada de México en Washington no pudo confirmar que, aunque había una averiguación previa de la PGR sobre aspectos de este caso, hubo alguna cooperación con los estadunidenses.

Así, las detenciones y acusaciones de la fiscalía federal estadunidense contra los tres contrabandistas parecen ser resultado de una decisión estadunidense, y no de un esfuerzo bilateral de cooperación sobre el caso. El fiscal asistente de Estados Unidos en Brooklyn, Nueva York, Timothy Macht, encargado del caso rehusó comentar este aspecto en entrevista con La Jornada.

Macht informó hoy que el próximo paso es una audiencia judicial preliminar el 16 de junio donde se presentarán las dos mujeres. Reyes permanecerá en Arizona, pero al avanzar el proceso, dijo Macht, será sumado al caso en Nueva York y se procederá contra los tres acusados. Si son encontrados culpables por estas violaciones en un juicio, enfrentan penas de hasta 10 años de prisión por cada niño.

Las autoridades estadunidenses no han ofrecido información sobre cómo fueron obtenidos los bebés, si fueron secuestrados, vendidos por sus padres, o si fueron ofrecidos en adopción por sus madres en México. Algunos de los 17 niños tenían dos semanas de edad; varios estaban enfermos a pesar de que fueron presentados como en buena salud por las dos mujeres, residentes de un pueblo de clase media, que tenían una agencia de consultoría para adopciones. Las autoridades aquí señalaron que los padres adoptivos no tenían conocimiento de que sus hijos habían sido conseguidos de forma ilícita. Joel Hernández, cónsul alterno de México en Nueva York, comentó a este diario que por el momento "lo que más nos importa es el bienestar de los niños".

Según reportó el New York Times, el abogado Reyes admitió ante las autoridades que había promovido el contrabando ilegal de los niños a Estados Unidos. También afirmó que había arreglado el contrabando ilegal de entre 10 y 20 niños mexicanos durante los últimos tres o cuatro años, casi todos a la región de Nueva York, donde él trabajaba exclusivamente con las dos mujeres.

Voceros del Servicio de Inmigración y Naturalización afirmaron que no tienen intención de deportar a los niños y que buscarán legalizar su condición migratoria, al menos de que se encuentre que algunos fueron secuestrados.

Esta operación ilegal fue revelada primero en México en octubre del año pasado, ya que Reyes ya estaba bajo investigación por las autoridades mexicanas por sospecha de tráfico de menores de edad y posiblemente por tráfico de órganos y partes humanas, indicó el Times. Los estadunidenses iniciaron su propia investigación en diciembre, cuando un agente del SIN encubierto se presentó como interesado en adoptar un niño y solicitó la ayuda de Reyes, quien respondió dando el precio: 20 mil dólares.