Astillero Ť Julio Hernández López
Anoche recibió el periodista Ricardo Rocha la medalla Roque Dalton, que le fue entregada por el Consejo de Cooperación con la Cultura y la Ciencia de El Salvador.
Rocha fue seleccionado ``por sus aportes al periodismo crítico, independiente y comprometido con las luchas populares de nuestra América; por su contribución a la difusión de movimientos que de otra manera hubieran sido desconocidos o mal conocidos; por su esfuerzo a favor de la paz, la democracia, la justicia y la dignidad''.
La entrega de la muy apreciable medalla fue hecha en el Museo Universitario de El Chopo, en momentos en los cuales parece haber sido puesto en la mira (política y laboral) el tipo de periodismo del que Rocha es uno de sus representantes más profesionales, valientes y populares.
Con 27 años de trabajo en Televisa, Rocha ha logrado que millones de mexicanos se enteren con rigor profesional (alejado de extremismos partidistas y de manipulaciones oficialistas) de los graves acontecimientos que dibujan el doloroso rostro actual de la nación mexicana.
Dos de esos trabajos conmovieron a la conciencia nacional de particular manera: El correspondiente a la matanza de Aguas Blancas, en el que se ilustró de manera brutal la política represiva del gobernador Rubén Figueroa Alcocer, que con todo y su compadrazgo supremo debió declinar semanas después ante el escándalo que provocó el conocimiento directo de las imágenes correspondientes a aquella masacre. Otro trabajo importante fue el realizado en Chiapas días antes de que sucediese la matanza de Acteal. Millones de mexicanos pudieron entonces, a la vista de los reportajes de Rocha, enterarse vívidamente de las inhumanas condiciones en las que se encuentran nuestros hermanos indígenas del sureste.
Hay pájaros (gordos) en los alambres
El tipo de periodismo como el que Rocha ha podido hacer hasta ahora (y dejando ya de lado la referencia directa a su caso) está hoy en riesgo.
Los tumbos que la conducción política oficialista ha mostrado en el difícil proceso de instalación de Francisco Labastida Ochoa como candidato presidencial han provocado tales angustias y temores en la cúpula del poder que, como consecuencia, se ha robustecido la pretensión de ir acotando los espacios informativos cuya independencia les vuelve peligrosos.
Cuando la élite del poder tiene estabilidad política, se puede permitir el lujo de tolerar ejercicios periodísticos que le son incómodos por críticos e incontrolables, pero cuando esa clase se encuentra en peligro, confusa, con riesgos de perder el poder, entonces despliega mecanismos de defensa cuyos primeros objetivos suelen ser justamente los del periodismo que más le molesta, por independiente.
En ese contexto se ubican las tentaciones (en curso hoy, mañana, de convertirse en realidad en emblemáticos casos) de ir acotando espacios al ejercicio periodístico no oficialista. Ya se ha vivido en programas de televisión que enaltecieron el oficio y a los cuales se les aplicaron tácticas de lento exterminio. Hoy se vive en programas informativos radiofónicos igualmente acosados. En la prensa escrita los signos son adversos, pero pareciese que todavía no llega la hora exacta de hacer demasiados apretones de tuercas.
Vaya coincidencia...
Frente a ese cuadro difícil no es posible ignorar el significado de que dos hombres anteriormente encargados de los asuntos gubernamentales de las comunicaciones electrónicas sean ahora los responsables tanto del manejo de medios en la campaña del candidato Labastida como de la oficina de comunicación social de la Secretaría de Gobernación.
Ambos personajes, que son Emilio Gamboa Patrón (subsecretario saliente) y Javier Lozano Alarcón (subsecretario entrante), establecieron relaciones importantísimas tanto con quienes serían concesionarios o recibirían ratificaciones de sus concesiones en materia de radio y televisión (en el caso de Gamboa), o con quienes forman el mundo de las telecomunicaciones en áreas de telefonía, de televisión restringida y de apertura y regulación de participaciones nacionales y extranjeras en esas materias (el caso de Lozano).
Respecto a Gamboa, es ampliamente conocida su hoja de servicios políticos, que le permitió instalarse en la subsecretaría de medios de Gobernación con objetivos claramente identificables y sin problema operativo alguno. Siempre cerca del poder, proveedor de favores para los capitanes de las empresas de radio y televisión, su papel fue evidente en la preparación de la campaña labastidista.
Pero en el caso de Lozano Alarcón es válido preguntarse cuáles son las cartas profesionales y políticas con las que llega a una subsecretaría de comunicación social tan importante como es la de Gobernación. Lozano Alarcón sabe de tarifas de interconexiones telefónicas, de telefonía celular y de comunicaciones inalámbricas, pero ¿de comunicación social?
Al tiempo... (brevísimo)
A menos que, como el tiempo habrá de demostrarlo o de negarlo, el encargo real de Lozano no sea verdaderamente el tendido de puentes de sana comunicación entre una oficina de gobierno y la sociedad, sino la aplicación de una política de presión a concesionarios de radio y televisión para tomar el control de espacios informativos que se consideran ``muy sueltos''.
A nadie debe extrañar que salten por diversos lados los fantasmas de la cerrazón informativa, de la mano dura en materia de medios. A fin de cuentas, el primer equipo de trabajo, que anda en campaña, y el segundo, que está en funciones oficiales, son el mismo. Un equipo cuya lógica ha quedado demostrada de manera diáfana, cuando menos en dos temas: Chiapas y la UNAM.
Rocha y el futuro
Por lo pronto, felicidades a Ricardo Rocha, cuya credibilidad y profesionalismo siempre tendrán futuro.
(Por cierto, ¿cuántos días faltan para la fiesta oficial de entrega de premios de periodismo?)
Astillas: La fuerza del zedillismo declina, y la del labastidismo todavía no prende. Excelente momento para que Carlos Salinas de Gortari acelere su reposicionamiento público. Lo de menos es el pretexto, lo importante es la esencia. La herencia, de Jorge Castañeda, es un pretexto más. Lo cierto es que Salinas ya está de nuevo en campaña. El por un lado, Roberto Madrazo por otro... No pueden dejarse de lado las denuncias hechas por los diputados locales panistas de Veracruz, Alejandro Cosío y Sergio Vaca, quienes aseguran que han sido amenazados de muerte, y que sufren persecución fiscal, luego de haber denunciado la irregular compra de cuatro helicópteros por parte del gobierno de Miguel Alemán... Excelente futbol del Atlas. Jóvenes, sin pretensiones de divos, dirigidos por un estratega exigente, los jaliscienses dieron espectacular lección de buen futbol al Cruz Azul que, con todo, es un gran equipo. No es de poca talla el mensaje que los jóvenes atlistas y el enérgico Ricardo Lavolpe han plantado en el escenario del futbol mexicano: se puede jugar bien al futbol, sin esquemas ratoneros, con alegría y verticalidad, con mexicanos jóvenes y con extranjeros de valía pero sin ínfulas. El Santos Laguna, por su parte, ya hizo bastante con llegar hasta semifinales. Frente al Toluca pocas esperanzas tendrá.