n Autor de la novela Fragmentos de amor furtivo
Oponer las palabras a la muerte es mi apuesta literaria: Abad
n ''Las mujeres representan una esperanza para la humanidad''
Renato Ravelo n El escritor colombiano Héctor Abad asume la literatura como un acto humano para combatir la muerte. Su forma más añeja, la situación originaria, es la voz femenina que cuenta historias para salvar de la noche, del desamparo. En Fragmentos de amor furtivo, su reciente novela, explora lo que define como esa ''verbosidad" femenina.
Desde hace poco, Abad Faciolince trabaja en la biografía del artista plástico Fernando Botero, de quien impresiona ''su gran capacidad de trabajo. La idea nada bohemia de que la obsesión por el arte puede llevarle incluso al extremo de que después de 50 años de forzar su brazo a trabajar, ya padece de lesiones en el codo como las que padece un tenista".
Héctor Abad (Medellín, 1958) se llevó tres años en escribir su novela que originalmente, cuenta, tenía más una idea árabe por recuperar la anécdota de Scherezada, en Las mil y una noches, y terminó por empaparse de esa capacidad ''de la mujer antioqueña (gentilicio regional) para hablar e inundar con palabras".
Así, el proyecto que originalmente sería nombrado ''Las muchas otras noches" terminó por ser una propositiva verbalización de los fantasmas que invaden un dormitorio: Susana cada noche le cuenta a su amante Rodrigo de los amantes que ha tenido, con lo que posterga la decisión de la fatal separación amorosa.
El futuro es hembra
Abad Faciolince es autor de Tratado de culinaria para mujeres tristes, en el que ensaya el esquema de un hombre que dicta a las mujeres; de Asuntos de un Hidalgo disoluto, en el que una mujer toma el dictado de la vida de un hombre, así como del libro de cuentos Malos pensamientos.
En Fragmentos... utiliza la propuesta de la verbalización. Derroteros de la entrevista llevan en algún momento a Héctor Abad a declarar sin más: ''Creo que el futuro es hembra, porque hasta ahora la humanidad ha sido dominada por esa agresividad que es la testosterona. Noventa por ciento de los asesinos son hombres. Así como sucede con los dirigentes.
''La evolución las dotó de unas diferencias fisiológicas, y una de las fundamentales es que el area del lenguaje está más desarrollada que la de los hombres. Las mujeres se dedican a hablarles a los niños para que aprendan, son las dueñas; la que mejor maneja esa arma que caracteriza a los hombres y que es el mejor antídoto contra la violencia, la palabra. Las mujeres que hablan, que prefieren conversar a actuar, creo que representan una esperanza para la humanidad. El experimento humano masculino produce colombias, serbias y kosovos".
De regreso a la conversación literaria, se le plantea que detrás de las paredes del cuarto de Susana y Rodrigo, entre las historias de eunucos, ciegos y científicos, subsiste un Medellín sólo referenciado, violento, odiado, visto de reojo.
-Como en La virgen de los sicarios, de Fernando Vallejo, Ƒse tiene que ver la violencia de lado literariamente?
-En Colombia existe desde hace años una generación literaria que busca la figura del sicario, que yo denomino la sicaresca antioqueña. Hay una tradición de novelas sobre esos personajes. En Medellín acaba de salir otra en que la protagonista es una mujer, de Fernando de Seza. Hay otra de Víctor Gaviria y una de Alonso Salazar.
''La sicaresca antioqueña es una escuela incluso parecida a la picaresca española, porque es generalmente un joven que habla en primera persona, en la que el sicario es visto casi con cierta benevolencia y tolerancia. Hay experimentos muy interesantes y el de Vallejo creo que es el mejor.
''No lo comparto, incluso por circunstancias personales: a mi papá lo mataron dos sicarios. No tengo interés en ser mínimamente cómplice, condescendiente con estos ángeles de la muerte. La peste de la ciudad yo la padezco, pero no la canto.
''Siento, como Canetti, gran odio por la muerte. Me da mucha felicidad estar vivo. Hago ese tipo de literatura bocaccesca, festiva, que a la muerte opone las palabras. Me gusta la de la tradición de Ovidio, Diderot. Si me ocupara de esas personas me convertiría en moralista y haría novelas malas".
(Con la participación de José María Espinasa y Alejandro Sandoval, Fragmentos de amor furtivo se presenta este jueves a las 19:30 horas en la Librería Pegaso, de Alvaro Obregón 99) .