n Equilibrar la atención de suministro de agua potable, el reto, señala
Plantea Buenrostro modificar el modelo de desarrollo concentrador
n Enfrenta el gobierno de la ciudad un retraso en obras hidráulicas que impide atender demandas
Bertha Teresa Ramírez n La atención a la demanda de agua en la ciudad de México no puede seguir dándose a costa del desarrollo de otras regiones del país, señaló el secretario de Obras y Servicios del Gobierno capitalino, Cesar Buenrostro, quien advirtió que ni en el estado de México, ni en Hidalgo ni en el propio Distrito Federal está la respuesta para atender la necesidad de agua de esta gran urbe, sino en la desconcentración de la riqueza, la producción y los centros de salud.
Ninguna acción hidráulica, apuntó, servirá para saciar la sed de la enorme ciudad de México si no se modifica el modelo de desarrollo concentrador del país.
El suministro de agua plantea un compromiso político que equilibre la atención de la demanda, ya que existen miles de personas asentadas en terrenos originalmente irregulares que demandan este servicio desde hace décadas, y desarrolladores que proponen la construcción de grandes conjuntos habitacionales de lujo. La disyuntiva es equilibrar la atención pues la desigualdad genera injusticias.
No son factibles desarrollos habitacionales al estilo Santa Fe si antes no se atiende la demanda social de miles de habitantes en otras zonas, pues este tipo de desarrollos resultan lesivos para la ciudad "ya que ahí se toman el agua que están esperando los habitantes del centro y el oriente de la ciudad; en algunas zonas- desde hace 20 o 30 años".
Preciado tesoro
El agua es hoy y será en el futuro --no lejano-- el tesoro más preciado de los habitantes. De hecho para muchos que carecen de él ya lo es y lo obtienen por medio de tomas clandestinas. Mientras que para otros --como los habitantes de Iztapalapa-- el agua ha sido por años un líquido de color amarillento con fuertes cantidades de fierro y manganeso, que no es el líquido que precisamente recomiendan las normas de salud.
Por décadas esa demarcación no gozó de un líquido de buena calidad, a diferencia de las delegaciones Miguel Hidalgo, Cuajimalpa, Alvaro Obregón y Magdalena Contreras, que por estar en el terreno de paso de provinencia de los ríos Lerma, Balsas y Cutzamala, siempre han contado con el mejor suministro.
Iztapalapa se abastece fundamentalmente del agua proveniente de pozos en cuyo subsuelo hay sales de fierro y manganeso que no son dañinas para la salud, pero que no resultan agradables a la vista cuando se les añade hipoclorito de sodio para potabilizarla, ya que el líquido toma un color de oxidado.
Debido a que Iztapalapa es la zona más afectada por la falta agua, la que más sufre por esta, pues ahí vive uno de cada cinco capitalinos, es para esta administración una demarcación prioritaria en materia de atención a la demanda de agua, señaló el funcionario.
Aseguró que este año las autoridades se proponen resolver los problemas de suministro de agua en esa delegación, y esta misma semana empezarán a ser instaladas varias plantas potabilizadoras de agua a pie de pozo, una de ellas con capacidad para 750 litros por segundo.
Otras más serás instaladas en la zona conocidas como La Caldera, el relleno sanitario de Santa Catarina, Cerrillos, la Purísima Iztapalapa y Santa Cruz Meyehualco, obras con las que se espera beneficiar a medio millón de personas.
La atención a la demanda de Iztapalapa es parte del proyecto para mejorar la calidad de agua que reciben zonas de estratos bajos, y en éste también están consideradas las delegaciones Iztacalco, Gustavo A. Madero y Tláhuac, en donde las autoridades se proponen este año instalar 20 pozos con plantas potabilizadoras.
El funcionario indicó que el gobierno enfrenta, además, un atraso en obras hidráulicas que ha hecho imposible traer caudales adicionales de agua del Cutzamala, por lo que sólo la regionalización de los recursos --por medio de la rehabilitación de pozos y la detección y supresión de fugas de agua donde se desperdicia el 35 por ciento del líquido que se gasta en la ciudad-- ha podido mantener el suministro del vital líquido.
Ni traer el agua de sitios ubicados a 130 kilómetros del Distrito Federal, ni extraerlo de pozos construidos a 300 metros de profundidad --para obtener las recargas pluviales almacenadas ahí desde hace millones de años-- ha logrado atender la demanda insaciable de agua de los habitantes de la ciudad de México.
Buenrostro dijo que cada vez es más costosa la construcción de obras hidráulicas para suministrar del líquido a la ciudad; prácticamente se ha echado mano de todo, de la extracción de agua de los mantos acuíferos, del agua de otras entidades, mismas que fueron condicionadas al principio de que provendrían sólo de los excedentes que se dieran en aquellos lugares, premisa que se aceptó para no comprometer el desarrollo de otras regiones del país. Sin embargo, a poco tiempo dejó de cumplirse porque empezó a haber rezago en el cumplimiento de compromisos de carácter económico y social con los vecinos de aquellas zonas, porque estos excedentes ya tenían un aprovechamiento, incluso para riego en la zona baja del Cutzamala.
Fuentes alternas
También se dispuso de los caudales de las presas del alto río Cutzamala, como la de Colorines, Valle de Bravo, Villa Victoria, y El Bosque, que son presas de almacenamiento de agua de lluvias y que anteriormente generaban energía eléctrica.
Un proyecto que está pendiente es traerla de Temascaltepec, con los cual se espera dotar de dos metros cúbicos por segundo para el estado de México y de dos metros cúbicos por segundo al Distrito Federal, caudal que ya en este momento los requiere la ciudad de México; sin embargo, dichas obras no se han iniciado a pesar de que desde 1995 la ciudad no recibe caudales adicionales.
El funcionario señaló que aunque ya se ha echado mano de casi todo, "no están satisfechas las necesidades de agua de la ciudad de México, pues se calcula que en estos momentos hacen falta tres metros cúbicos por segundo más para dejar satisfecha la necesidad de zonas que aunque tiene agua, la tienen limitada o llegan a carecer de ella".
Para racionalizar el suministro se estableció el primer programa para la detección y supresión de fugas del líquido en toda la historia de la ciudad, ya que las redes se encontraban abandonadas y del agua que se inyecta a la red, 35 por ciento se pierde por fugas en la tuberías rotas, descuidadas o fracturadas por los asentamientos diferenciales en la ciudad. El programa permitió que el año pasado se recuperaran 500 litros por segundo del vital líquido y este año se espera alcanzar la misma meta.