n Protestas y desórdenes durante la lectura de su último informe de gobierno


Insiste Frei en que Pinochet debe regresar a Chile

Enrique Gutiérrez Aicardi, corresponsal, y agencias, Valparaíso, 21 de mayo n En medio de fuertes protestas y desórdenes en el Congreso el presidente Eduardo Frei presentó hoy su último informe de gobierno, e insistió en su propósito de regresar a Chile a Augusto Pinochet para que enfrente procesos judiciales en su contra.

No obstante, la presentación del informe se produjo en medio de una tormenta política ya que las protestas tuvieron lugar tanto afuera del recinto parlamentario como adentro, con saldo de unos cien detenidos que protagonizaron violentos disturbios callejeros por el caso Pinochet, mientras que algunos legisladores de derecha y del oficialismo se liaron a golpes.

El clima se tornó candente antes de la llegada del presidente de la república, cuando la oposición de derecha y los legisladores designados protestaron por la presencia en el Congreso de los embajadores de Gran Bretaña, Glynne Evans, y de España, Juan Manuel Egea, quienes se mantuvieron imperturbables entre los demás diplomáticos invitados al acto.

"Es una provocación, es una provocación", gritaron senadores y diputados de la pinochetista Unión Demócrata Independiente y del derechista partido Renovación Nacional, al rechazar la presencia de ambos embajadores en el recinto legislativo.

Luego los congresistas gritaron por la libertad del ex dictador, detenido en Londres desde el 16 de octubre.

La derecha también leyó un mensaje de protesta frente a Evans y Egea y uno de los legisladores se paseó con una foto de su caudillo, lo que provocó que otros legisladores del oficialismo protestaran, lo que derivó en un zafarrancho en el que intervinieron por lo menos cuatro parlamentarios.

El líder del Senado, Andrés Zaldívar, había ordenado la detención de tres individuos que lanzaron monedas sobre los embajadores desde la tribuna, y luego la po- licía procedió al desalojo de unas cien personas del recinto.

A su vez, la oposición de derecha abandonó con gran escándalo el recinto poco antes de la llegada de Frei.

El presidente emitió un mensaje de casi tres horas, que fue constantemente interrumpido, mientras que en las calles adyacentes se suscitaban disturbios.

Incluso la dirección de la Central Unitaria de Trabajadores se retiró del Congreso ante el "triste espectáculo" de los políticos y la represión contra estudiantes, portuarios e indígenas mapuches.

Eduardo Frei reconoció que la detención en Inglaterra de Pinochet "ha dañado a Chile y a su imagen internacional", debido a que "las insuficiencias de nuestra democracia han quedado patentes y el drama de los detenidos desaparecidos permanece como una herida abierta en el alma nacional".

Aludió nuevamente a la defensa de los principios de la soberanía nacional y el respeto jurisdiccional de Chile, al señalar que su gobierno seguirá insistiendo en el retorno del ex dictador para que sea la justicia chilena la que se encargue del caso.

En ese sentido, Chile seguirá usando los caminos políticos, jurídicos y humanitarios, dijo Frei, quien recientemente habló por teléfono sobre el caso Pinochet con el presidente del gobierno español, José María Aznar.

Incluso Frei tiene proyectado reunirse con el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, cuando ambos coincidan en la cumbre América Latina-Europa, a realizarse en Brasil del 28 al 29 de junio.

En el plano interno, lamentó la muerte de un estudiante a manos de la policía, y dijo no descartar ampliar el mecanismo del plebiscito y reformar la Constitución heredada del pinochetismo, pese a que ya ha sido rechazada con anterioridad por la derecha en el Senado.

Mientras, el abogado Hernán Montealegre, especialista en derechos humanos, anunció que presentará más de mil querellas judiciales de igual número de chilenos que sobrevivieron a la represión del régimen militar, dirigidas sobre todo contra ex funcionarios de los servicios de inteligencia de la dictadura.