n "Incurriría en responsabilidades graves", advierte
Bartlett exige a Moctezuma que no use electoralmente a la Sedeso
Raymundo Jiménez, corresponsal, Jalapa, Ver., 20 de mayo n Manuel Bartlett Díaz, aspirante a la candidatura del PRI a la Presidencia de la República, llamó a Esteban Moctezuma Barragán "un joven búfalo", lo conminó a no usar recursos de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) a su cargo "para apoyar a su candidato, porque incurriría en responsabilidades graves", y dijo a los demás secretarios de Estado: "Si violan las reglas, estaremos ahí para denunciarlos".
En conferencia de prensa, apuntó que falta cumplir las reglas, que los gobernadores sean imparciales y los funcionarios públicos no utilicen recursos del erario a favor de nadie. "La declaración de amor que hizo ayer Moctezuma es violatoria a lo que se plantea. Se convierte en un joven búfalo porque corrió a la cargada también; ya dijo que hay un candidato ahí, que ése es el bueno, que es maravilloso y que para qué compite con él. Eso resta credibilidad al proceso".
Además, el ex gobernador de Puebla acusó a Francisco Labastida Ochoa y a Emilio Gamboa Patrón de manipular la cargada desde la Secretaría de Gobernación, "como en los tiempos que queremos dejar atrás", y aseguró "en este proceso los búfalos no valen nada, pues el candidato se elegirá con voto libre".
El también ex secretario de Gobernación rechazó que le afecte que lo liguen con Carlos Salinas de Gortari, porque ha trabajado con los últimos cuatro ex presidentes, y afirmó que ya rompió con el pasado, prueba de ello sería "que quien rompió las reglas y con el dedazo fui precisamente yo".
Agregó: "Ninguno de los políticos actuales puede decir que no estuvo en lo anterior. Todos estuvimos en el dedazo, estuvimos en la cargada, estábamos encantados con el juego de las capuchas, nadie decía nada y lo aplaudíamos (...) yo fui gobernador del estado de Puebla por dedazo, luego gané democráticamente. Tuve que ganarme la confianza de los poblanos, ahora es al revés, primero ganártela y luego ser candidato".
Bartlett, quien hoy realizó una gira por esta capital, desayunó con miembros del Consejo Municipal de la Juventud, comió con el empresario Justo Fernández y cenó con funcionarios de la Universidad Veracruzana, expresó: "Yo no voy a ser el supervisor nacional del proceso, que es responsabilidad de todos los priístas", pero advirtió que si "no fuese democrática, clara, prístina esta elección, nuestro candidato saldría mal y nadie debe permitir que eso suceda".
Insistió en su creencia de que "los mapaches y los búfalos deben ser víctimas de la democracia, que es la única manera de tener un partido de verdad en el siglo XXI".
Añadió que es "fundamental que el candidato del PRI salga de un proceso limpio, para que pueda aglutinar las fuerzas de su partido y ganar la elección, ya que pese a todos los pesares, a la corrupción, a los deslices ideológicos del pasado, a la burocratización del mismo, el PRI sigue siendo el partido más fuerte".
Se le preguntó sobre la creencia de que participe en este proceso sólo como comparsa para conseguir un cargo en el próximo sexenio, y respondió "no estoy buscando un puesto en ningún lado. Ya fui secretario de Estado diez años. No tengo ningún interés en regresar al gabinete de nadie, soy candidato por derecho propio, nadie me hizo la señal, rompí todas las viejas prácticas".
Interrogado si la precandidatura de Labastida Ochoa es impugnable porque presuntamente no cumple con los requisitos estatutarios del PRI, Bartlett contestó "sería muy poco elegante, muy poco ético de mi parte que estuviera buscándole a los contrincantes si cumplen o no los requisitos, para eso están los órganos".
Luego de afirmar que es viejo amigo de Miguel Alemán, desde que trabajaron juntos con Carlos A. Madrazo y Lauro Ortega en el CEN del PRI, Bartlett dijo que respetaba la decisión personal del gobernador de cumplir su mandato constitucional, y rechazó que se hubiera sumado a la cargada del secretario de Gobernación. "Hubo un intercambio de frases de cortesía con Labastida, pero fueron de cortesía porque los gobernadores deben ser imparciales".
También lamentó que Labastida esté a punto de salir de Gobernación sin resolver el conflicto de Chiapas ni el de la seguridad pública, y presumió que él fue el último secretario que permaneció los seis años al frente de esa dependencia, en la cual le tocó resolver problemas graves "con claridad, firmeza, con respeto a los derechos humanos", como el de los 40 mil refugiados guatemaltecos.