n El RGP será mejorado, no cancelado, aclaró el rector


Otorga Barnés carácter resolutivo a la Comisión de Encuentro

n El resto de las peticiones de los paristas se analizarían en un segundo formato de diálogo, trascendió

Alma E. Muñoz n A fin de lograr un acercamiento con el Consejo General de Huelga (CGH) y establecer un diálogo propositivo e incluyente entre la comunidad universitaria, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio carácter resolutivo a la Comisión de Encuentro.

De acuerdo con el funcionario, la decisión busca, además, normalizar las actividades en la máxima casa de estudios con el levantamiento de la huelga, y por ello espera que esta comisión, después de recibir diversos puntos de vista, logre una propuesta de solución al conflicto para, más adelante, convocar a sesión del Consejo Universitario y mejorar el Reglamento General de Pagos (RGP), porque éste, aclaró, no puede ser cancelado.

El resto de las peticiones del CGH serían analizadas en un segundo formato de diálogo.

Durante una conferencia de prensa, Barnés de Castro, acompañado de los diez integrantes de su grupo, informó que esta disposición busca dar el cauce correcto al conflicto en la UNAM, a más de un mes de iniciado, y para ello dependerá de los miembros de la comisión determinar si es necesario cambiar a sus integrantes para lograr su cometido.

Además, exhortó a los paristas a "reflexionar" sobre su postura e iniciar un diálogo constructivo, franco, incluyente y honesto.

Barnés de Castro señaló también, respecto de aquellos rumores que pretenden vincular a la Universidad con intereses políticos, en particular sobre un supuesto apoyo de los estudiantes hacia Cuauhtémoc Cárdenas, si en el proceso electoral para la Presidencia de la República resultara ser el candidato del Partido de la Revolución Democrática, que "los tiempos del conflicto no están sujetos a los tiempos de la política nacional, aunque ciertamente pueden estar influidos por ellos".

Asimismo, compartió la opinión de algunos estudiantes opositores a la suspensión de actividades, de que la institución es "rehén" del CGH, "un grupo que trata de imponer sus puntos de vista por métodos que no consideramos los más adecuados en una vida universitaria, y que se basan en la fuerza". En pocos términos, acusó a los paristas de actuar con impunidad, y por ello, dijo, utilizan acciones de "violencia extraordinaria" en sedes donde se imparten clases extramuros, para impedir que algunos estudiantes puedan concluir su ciclo escolar el 28 de mayo, como se establece en la Legislación Universitaria.

Barnés de Castro lamentó estos actos de violencia, pero no aclaró si considera necesario que actúen en estos sitios elementos de seguridad pública para proteger a los estudiantes.

Un ejemplo en la búsqueda de alternativas lo constituye, para las autoridades, el caso de la Escuela Nacional Preparatoria, cuyo director general, Héctor Herrera León, decidió aplicar exámenes extraordinarios en 15 sitios del estado de México resguardados por cuerpos policiacos, con el apoyo del gobernador César Camacho Quiroz.

Al rector le queda claro, y así lo constató en su conferencia de ayer, que es necesario llegar a una solución sin afectar la vida académica, autonómica e institucional de la UNAM. "La Universidad no puede ceder en principios básicos, no se puede poner en jaque a la institución". Estas serían las únicas limitantes de la Comisión de Encuentro, ahora con carácter resolutivo, "en los ámbitos de competencia que el rector tiene". Es decir, desde este momento puede determinar lo que a su juicio, y después de recibir propuestas sin un plazo determinado, sea lo más conducente para recuperar la normalidad en las actividades de la máxima casa de estudios.

Lo más sensato para Barnés es conseguir un consenso entre toda la comunidad. "De otra manera, corremos el riesgo de que no necesariamente se dé la solución adecuada para restablecer las condiciones en la UNAM, y los pagos puedan quedar sujetos a una decisión unilateral de la Universidad, porque no pueden suspenderse". Se buscarán entonces planteamientos que digan si hace falta una "recomposición" en el RGP, y "asumir la responsabilidad" como tal, aunque la decisión final recae en el Consejo Universitario, no en otros órganos, como la Junta de Gobierno.

El interés de "todo mundo", incluida la Presidencia de la República, según el propio funcionario, es resolver a la brevedad posible el conflicto. En esta determinación se excluye "a la violencia. Esta debe ser combatida, venga de donde viniere. Es tan condenable la violencia que han sufrido algunos estudiantes paristas como la que se ejerce cada día contra aquellos que están en desacuerdo con la suspensión de labores".

En la UNAM, insistió, debe prevalecer el "uso de la razón" y no dar cabida a las amenazas de violencia. Ante esto, admitió que sería absurdo fijar "fechas mágicas" para la solución del conflicto.

Expresó su confianza en que la Comisión de Encuentro, con su carácter resolutivo, tenga al fin un resultado al respecto, después de que el primer mecanismo falló cuando invitaron a los paristas a dialogar en el auditorio de la Dirección de Servicios Médicos, y éstos los plantaron.

Aunque se busca el acercamiento con el CGH, el grupo del rector continuará escuchando al resto de la comunidad universitaria.