La Jornada miércoles 19 de mayo de 1999

Adolfo Gilly
UNAM: la insólita convergencia

Los presidentes del PRI, el PAN y el PVEM, junto con el presidente (interino) del PRD, publicaron ayer un comunicado conjunto en el cual se declaran ''interesados en la preservación y superación de la calidad y eficiencia de la educación pública superior en México'' y hacen ''un llamado a toda la comunidad universitaria para que a través del diálogo se aboque de inmediato a la resolución del conflicto que afecta a la UNAM".

Después de un segundo párrafo igualmente general en el que se comprometen, todos juntos, "a respetar absolutamente la autonomía universitaria", en el párrafo tercero y último del documento los cuatro presidentes nos expresan su "confianza de que todos los universitarios tengan la voluntad, lucidez y responsabilidad que se requieren para acordar con prontitud y diligencia la solución del problema mencionado".

El comunicado y su tono son insólitos. La convergencia de la firma del PRD con el PRI, también.

No puedo conjeturar cuáles razones pudieron haber llevado al presidente interino del PRD a firmar este documento sobre el conflicto universitario junto con el partido cuyo gobierno conduce la actual arremetida contra la UNAM, contra la huelga y contra los estudiantes, el partido que ha atropellado cuantas veces lo necesitó la autonomía universitaria que ahora invocan juntos PRI y PRD.

No entiendo cómo pudo el presidente interino del PRD firmar con el PRI un llamado a la "comunidad universitaria", en el momento en que esa comunidad, en la persona de sus estudiantes, está sufriendo la agresión de bandas parapoliciales sin que el comunicado diga al respecto una sola palabra de condena.

No alcanzo a explicarme qué clase de infatuamiento hace que el presidente interino del PRD y el presidente del PRI se permitan expresarnos a los universitarios su "confianza" en que tendremos "la voluntad, lucidez y responsabilidad que se requieren para acordar con prontitud y diligencia la solución del problema mencionado". ƑCómo se permiten predicarnos, desde esas altos púlpitos partidarios, "lucidez y responsabilidad", "prontitud y diligencia"? ƑCreen estar dirigiéndose a sus fieles o a sus subordinados?

Los términos del conflicto universitario se han ido volviendo cada día más claros. Cada vez son menos los que insisten en que se trata de que los ricos paguen y los pobres estudien. Cada vez son más, en la comunidad universitaria y fuera de ella, los que comprenden que nos quieren cambiar la UNAM y mercantilizar la educación pública. Desde Estados Unidos lo confirma Newsweek, una publicación muy poco afín al movimiento estudiantil. En su edición del 10 de mayo escribe sobre la huelga de la UNAM:

"El enfrentamiento entre estudiantes y administradores es menos un conflicto sobre cuestiones de dinero que una batalla sobre el alma ideológica de la universidad y de la nación. La UNAM, que durante mucho tiempo encarnó los principios igualitarios de la Revolución Mexicana, es el más reciente de los campos de batalla en las tentativas del gobierno para desmantelar el Estado de bienestar".

Estando así las cosas, es una agresión contra el movimiento, los estudiantes y los universitarios que el presidente interino del PRD firme junto con los presidentes del PRI, del PAN y del PVEM un comunicado que, en su vaguedad, asume en realidad la posición del rector en cuanto a llamar al "diálogo" sin ceder en nada y sin comprometerse a nada, y al mismo tiempo avala la sinceridad y la honestidad de las posiciones del PRI sobre este conflicto.

Es además ignorar la inmensa desconfianza que han sembrado las repetidas violaciones de la palabra y de la firma empeñada por rectoría y por el gobierno, desde los conflictos y congresos de la UNAM hasta Chiapas y los acuerdos de San Andrés. No importa: el presidente interino del PRD y el presidente del PRI, juntos, nos invitan nos exhortan a "acordar con prontitud y diligencia la solución del problema".

Si el rector quiere de veras dialogar, debe dar alguna prenda de que dialogará y negociará en serio. El primer paso para un diálogo entre rectoría y el CGH estudiantil es devolver la situación al estado de cosas anterior al inicio del movimiento: abrogar el Reglamento General de Pagos y contribuir así a la indispensable distensión para determinar el formato del diálogo, restablecer un clima de mínima confianza y crear condiciones para resolver el conflicto.

La firma del presidente interino del PRD junto con el presidente del PRI, cuyo gobierno está conduciendo el asalto contra la UNAM y las campañas de espionaje, intimidación y difamación contra el movimiento de los estudiantes y contra el propio PRD, es una decisión deplorable.

El próximo Consejo Nacional del PRD, cuya reunión está prevista para este fin de semana, tendrá que pronunciarse sobre este insólito acontecimiento.