n La colectiva incluye 80 piezas que arribarán a suelo mexicano el 9 de julio


El Marco, único sitio de AL que exhibirá Al revés: nuevo arte chino

n Abarca la producción de 65 artistas de Taiwán, Hong Kong, China y los que emigraron a Occidente

Angélica Abelleyra n ƑConoce o se imagina las actuales tendencias del arte contemporáneo en China, Hong Kong y Taiwán? ƑAdivina las inquietudes de pintores, videoastas, performanceros e instalacionistas asiáticos, trasladadas a la creación artística, luego de los cambios políticos, sociales y culturales en esa región del mundo desde los años ochenta? ƑQué hacen hoy los artistas de 20, 30 y 40 años, después de Tienanmen y con la marca a distancia de la llamada revolución cultural? ƑLa imagen de Mao persiste sagrada o la experimentación también rige los caminos de aquella producción creativa? ƑY la caligrafía, los ideogramas, la utilización de la palabra tan socorrida en el arte más tradicional en Oriente han devenido otro lenguaje, se han multiplicado sus significados?

Responder a la globalización

Inside out: new chinese art (Al revés: nuevo arte chino) es la exposición que logra responder a las anteriores preguntas, y más, en torno de lo producido en las últimas dos décadas por más de 65 artistas residentes en el mundo chino (Taiwán, Hong Kong y China) o aquellos nacidos en ese ámbito pero que han emigrado a países de Occidente.

chino-1ok Ochenta obras que ya viajaron por Nueva York y ahora se montan en espacios de San Francisco (estancias relevantes por ser dos de las ciudades fuera de Asia con la comunidad china más numerosa) para que después arriben a suelo mexicano el próximo 9 de julio y se instalen en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco), único sitio en Latinoamérica en que se albergará temporalmente antes de continuar su recorrido por Estados Unidos y Asia.

Concebida como la más amplia exhibición realizada hasta hoy en la materia, la organiza una mancuerna integrada por la Asia Society de Nueva York y el Museo de Arte Moderno de San Francisco, organismos que la han recibido en sus salas como ejemplo de la actual exploración creativa acerca de temas como la respuesta del artista a la globalización, el uso y el rechazo de la herencia cultural, la relación del individuo con la sociedad, el consumismo, la nueva cultura del ocio y la preocupación por el lenguaje.

La colectiva cuenta con la curaduría de Gao Minglu, de la Universidad de Harvard, en asociación con Colin Mackenzie, director adjunto y curador de las Galerías de Asia Society, institución que a su vez promueve en EU la difusión del arte asiático por medio de conferencias, publicaciones, cine y programas académicos.

Editor de la publicación Meishu (Arte Mensual) entre 1985 y 1989, Gao Minglu se ha distinguido por ser un impulsor comprometido con el arte chino contemporáneo. Como académico lanzó hace diez años la propuesta de una muestra de arte de vanguardia, misma que se montó en la National Gallery de Pekín, justo meses antes de la matanza de estudiantes en la Plaza Tienanmen. Dos años más tarde salió de su país y se instaló en EU, desde donde ha continuado su investigación en torno de dos asuntos cruciales: la modernidad e identidad chinas, temas centrales abordados en la exposición mediante técnicas tradicionales como tinta sobre papel y óleo sobre tela y otras formas de búsqueda como instalaciones, performances y videos.

Actitud irreverente

En el catálogo de Inside out se explica que la actual producción artística china ofrece una actitud crítica, fruto de años de asimilación primero y experimentación individual después. Fue así que en los años que siguieron a la muerte de Mao, en 1976, los artistas incluyeron una crítica social en su pintura al óleo, sólo permitida antes en temas realistas socialistas. Posteriormente, a mediados de los años ochenta, los temas políticos abiertos saltaron a la luz pública y Mao quedó reducido a un monograma al estilo de Andy Warhol y las estampas de obreros comunistas quedaron hermanadas al logo de la Coca Cola. De la misma manera, tras la masacre en Tienanmen, la ironía y cierto desprendimiento respecto de la sociedad china fueron motores así como un cuestionamiento a la inclusión del país a la economía mundial, el consumismo y la enajenación.

La apertura de temas, técnicas y tratamientos en el arte asiático fue también paralela a una entrada al mercado artístico. Aunque algunos pintores de cuadros al óleo han alcanzado éxito económico, con algún apoyo institucional, muchos otros autores han rechazado estos círculos de promoción y comercio. A partir de los años noventa surgieron las llamadas ''aldeas de artistas" en los suburbios urbanos, además de que los creadores optaron por exponer su trabajo en sus propios departamentos, por lo que a su obra se le ha llamado ''arte de departamentos", con materiales domésticos y efímeros.

Por su lado, los hacedores del performance han incrementado su presencia desde mediados de los años ochenta, cuando alentaron una discusión pública acerca de la cultura y la sociedad que les tocó vivir. Temas como sobrepoblación, inmigración y asimilación cultural son algunos desarrollados como una manera alternativa de ejercitar el arte.

Según se asienta en el catálogo, el desarrollo más "intrigante y significativo" en el arte chino contemporáneo ha sido el método de análisis literario de la escritura y el lenguaje. La escritura ideográfica-herramienta de la ideología y la burocracia por tres milenios y la caligrafía ųexpresión visual del genio artísticoų han sido transformadas desde 1984, a partir de que los autores crearon ''seudocaracteres" o grafismos que carecen de significado y no existen en diccionario alguno, pero que en términos creativos tienen validez como expresión subversiva de antiguas y nuevas creencias.

Respecto de las expresiones creativas en Taiwán y Hong Kong, en Inside out quedan manifiestos los intereses de varios autores por las tradiciones indígenas taiwanesas, por un lado, y la ambivalencia cultural y la endeble concepción de territorio entre los artistas de Hong Kong, después de la cesión de la isla de Gran Bretaña a China. Los curadores asientan que toda esta variedad de historia y tradiciones han enriquecido la confección artística de los autores de esta región del mundo, así como de aquellos nómadas culturales que optaron por mudarse a países del Occidente sin olvidar sus lugares de origen, pero relaborando su concepción de nación, historia y tradición en este mundo globalizado.