n Ninguna concesión sobre Jerusalén, advierte el virtual primer ministro


Triunfa el laborista Ehud Barak en Israel con 55.4% de los votos

n Netanyahu obtiene 44.4% de sufragios, admite su derrota y renuncia a la dirigencia del Likud

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Tel Aviv, martes 18 de mayo n El primer ministro israelí derechista, Benjamin Netanyahu, reconoció hoy su derrota electoral ante su contrincante laborista Ehud Barak, y renunció a la dirigencia de su partido Likud, luego de que los primeros resultados oficiales confirmaron su salida del gobierno. Barak, por su parte, afirmó a los israelíes que no hará "ninguna concesión sobre Jerusalén" en relación a la ciudad santa que los palestinos reclaman como capital histórica. Horas antes, el virtual primer ministro se comprometió a poner fin, en menos de un año, al conflicto con Líbano.

Los últimos resultados oficiales difundidos esta madrugada, tras el escrutinio de 70 por ciento de los votos, daban a Barak 55.4 por ciento de sufragios, contra 44.4 por ciento expresados en favor de Netanyahu. Las autoridades electorales consideraron que la participación en los comicios fue alta, pues a media tarde ya habían votado 61 por ciento de los 4.3 millones de electores convocados.

Sin embargo, en las elecciones legislativas ni los laboristas de Barak ni el Likud de Netanyahu lograron amplia mayoría y hasta esta madrugada habían obtenido, respectivamente, 21 y 14.1 por ciento de los votos para el parlamento. Es decir, que los laboristas lograrán unas 28 bancas y el Likud, unas 18.

El partido religioso Shas logró 12.3 por ciento, el izquierdista Meretz obtuvo 8.3 por ciento, y el resto de la votación la obtuvieron partidos más pequeños entre los que figuró la formación centrista del ex ministro de Defensa, Yitzhak Mordechai.

Luego de que las autoridades electorales confirmaron su triunfo esta noche, Barak habló a sus simpatizantes desde un gran hotel de Tel Aviv, y ahí afirmó que los cuatro puntos principales de su política respecto de los territorios palestinos son, tal y como lo afirmó en su campaña: no regresar a las fronteras de 1967, no aceptar un ejército extranjero al oeste del río Jordán, mantenimiento de las colonias judías en Palestina bajo la soberanía israelí, y la celebración de un referéndum previo a un acuerdo final sobre el estatuto definitivo de autonomía de los palestinos.

Barak agregó que su gobierno no elegirá entre la paz y la seguridad, sino que optará por "paz con seguridad". Tan pronto admitió su victoria, el laborista se comprometió a resolver, en menos de un año, el conflicto con Líbano, cuya zona sur está ocupada por tropas israelíes.

Barak habló del conflicto de Líbano a colación de que esta mañana cohetes tipo katiusha causaron varios heridos leves y daños materiales en la ciudad norteña israelí de Kiryat Shmona. Los disparos fueron reivindicados por la guerrilla chiíta pro iraní Hezbollah, que combate la ocupación de Israel en Líbano. Dicho ataque fue respondido con bombardeos israelíes que, según autoridades libanesas, mataron a dos civiles.

Las elecciones anticipadas se hicieron necesarias después de que la mayoría del Parlamento manifestó su disgusto por la manera en que Netanyahu manejó, especialmente, el proceso de paz con los palestinos, estancado desde hace meses.

Barak afirmó que "hará todo lo posible para reforzar la seguridad del país, haciendo que el proceso de paz avance", con lo que retomó el tema de la seguridad, uno de los principales en la campaña de Netanyahu. También hizo un llamado a la unidad israelí y afirmó: "Respeto a los cientos de miles de israelíes que no votaron por mí, constituimos un mismo pueblo y tengo la intención de ser el primer ministro de todos... Antes de lograr la paz y la seguridad, tendremos que alcanzarla entre nosotros mismos".

El virtual primer ministro recordó en su discurso al primer ministro laborista Yitzhak Rabin, asesinado en 1995, quien suscribió con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) los acuerdos de Oslo de 1993, cuya aplicación continúa congelada. El asesinato de Rabin hizo necesarios los comicios anticipados en los que triunfó Netanyahu.

A su vez, Netanyahu admitió su derrota ante sus simpatizantes y afirmó: "respeto la opción de esta elección democrática y envío mis mejores deseos al señor Barak". Esta mañana, tras depositar su voto, el primer ministro afirmó a sus seguidores que "los vamos a sorprender a todos" con una victoria, pese a que este fin de semana los otros tres candidatos a primer ministro retiraron sus postulaciones en un claro intento de que Barak obtuviera más de 50 por ciento de los votos, lo que volvería innecesaria una segunda vuelta electoral en la que la balanza pudiera inclinarse en favor de Netanyahu.

El presidente palestino, Yasser Arafat, envió sus felicitaciones a Barak, aunque el sentir de los palestinos recogido en encuestas reveló que consideraban que un triunfo laborista era un mal menor comparado a la continuación de Netanyahu en el poder. Los gobiernos de Estados Unidos y Jordania fueron los primeros en manifestar su beneplácito por la victoria de Barak.


ƑHalcón o paloma?

Aunque el triunfo del laborista Ehud Barak se debió, según analistas, a un voto de castigo contra el primer ministro Benjamin Netanyahu, el candidato laborista es considerado "derechista" por muchos miembros de la izquierda. Durante su campaña, Barak ostentó su carrera militar, que incluso lo llevó a ser comandante de Netanyahu en una famosa misión en la que, en 1972, se liberó un avión comercial secuestrado por palestinos en el aeropuerto de Tel Aviv. También manifestó intenciones de ayudar a los desposeídos israelíes, lo que le valió que sus opositores lo acusaran de oportunista, y le recordaran que él pertenece al grupo de judíos ashkenazi, con raíces europeas, y considerado elitista. Expertos opinaron que durante su campaña, asesorada por James Carville, consejero electoral del presidente Bill Clinton en la contienda de 1992, Barak sustituyó su ausencia de carisma con sus glorias militares, su inteligencia y su amplia cultura. El futuro primer ministro toca el piano y habla con fluidez inglés y árabe.

En su calidad de jefe del Estado Mayor israelí, Barak contribuyó a reprimir rebeliones palestinas en Cisjordania y la franja de Gaza, aunque también participó en la negociación de los acuerdos de paz con Palestina de 1993 del gobierno de Yitzhak Rabin, en el que fungió como ministro del Interior. Sin embargo, cuando el asesinado primer ministro presentó los acuerdos de ampliación de la autonomía palestina a su gabinete, en 1995, Barak fue uno de los pocos ministros que se opusieron a ellos por considerar que amenazaban la seguridad israelí.

Durante su campaña, el ex militar de 57 años, y padre de tres hijos, se mostró ambivalente en su postura hacia la creación de un Estado palestino independiente, pues ha afirmado que "no me importa cómo se quieran denominar ellos, pero voy a asegurarme de que no hagan algo que pueda amenazar a Israel". Sin embargo, hace un año, Barak declaró que "de haber sido palestino" él "también" hubiera optado por unirse "a un grupo terrorista".