n Absoluta confianza de García Márquez al realizador mexicano en la adaptación
Esperó Ripstein 35 años para rodar El coronel no tiene quien le escriba
n La cinta, nominada en el Festival de Cannes para la Palma de Oro n Cuando el escritor colombiano vio el producto final, lloró, cuenta el cineasta n Ninguna versión de sus obras gustó tanto a Gabo
José Garza, especial para La Jornada, Madrid n Cuando Arturo Ripstein tenía casi 20 años descubrió una novela de prosa tersa, certera y elegante: El coronel no tiene quien le escriba. El autor, Gabriel García Márquez, era un escritor colombiano que radicaba en México y trabajaba en una agencia de publicidad.
Las circunstancias permitieron a Ripstein conocer al creador de esa historia escueta y conmovedora acerca de un militar escarnecido por la vida. Ambos establecieron una relación que con los años se convirtió en una amistad entrañable. Incluso, García Márquez escribió el guión de la primera película del cineasta mexicano, Tiempo de morir (1965).
El personaje de la opera prima de Ripstein tiene una estrecha relación con el de El coronel no tiene quien le escriba, obra que desde entonces al realizador le ronda en la cabeza con la misma obsesiva paciencia que la del militar garciamarquiano cuando espera una carta. No obstante, el escritor colombiano había advertido al cineasta mexicano que cedería los derechos de su obra preferida "cuando aprendiera a hacer cine".
El coronel... y su autor esperaron a que Ripstein madurara y evolucionara de película en película, desde El castillo de la pureza hasta El evangelio de las maravillas, pasando por El lugar sin límites, Mentiras piadosas y Profundo carmesí.
La obsesión de filmar esa novela de noventa páginas ųcuyo autor ya no es aquel escritor poco conocido, sino un nombre gigantesco, un mundo en sí laureado con el Nobel de Literatura en 1982ų permaneció en Ripstein 35 años.
Sólo puso los tirantes
El realizador mexicano considera un acto de confianza y amistad el hecho de que García Márquez no interviniera en ninguno de los aspectos de la producción cinematográfica de El coronel no tiene quien le escriba.
El colombiano no revisó ninguna de las versiones del guión ni la elección del reparto. Mucho menos asistió a las sesiones de rodaje, realizadas durante siete semanas en el puerto de Veracruz. Sólo proporcionó los tirantes del vestuario del personaje.
Parece que la película ha sido del agrado del Nobel. Cuando terminó una de las primeras proyecciones de la película, a Gabo ųquien permaneció sentado a la derecha de Ripsteinų "le caían dos lagrimones por las mejillas".
El coronel no tiene quien le escriba reivindica las adaptaciones cinematográficas que se han hecho a las obras de García Márquez, quien por fin ve resultados óptimos, después de que sus grandes novelas generalmente no fueron beneficiadas por el celuloide. Además, es un trabajo consagratorio de Ripstein, pues con esta producción fue seleccionado por primera vez para concursar por la Palma de Oro en Cannes.
Antes del estreno de la cinta en el ámbito mundial (precisamente hoy en la 52 versión del Festival Internacional de Cine de Cannes, en la que participan 23 películas de las cuales sólo dos ųEl coronel... y Todo sobre mi madre, de Almodóvarų representan a la producción cinematográfica en castellano), Ripstein hizo el viernes una escala en la capital española para someter su nuevo largometraje al juicio de la crítica madrileña.
"Por supuesto que (El coronel...) tiene posibilidades (en Cannes), igual que las otras 22 películas que también concursarán. Sería una tontería pensar en no ganar", dice Ripstein, convencido de que haber sido seleccionado representa un triunfo en sí pues de pronto "es más difícil concursar en Cannes que ganar".
El mérito de estar en Cannes
ųƑLa presencia en Cannes es un reconocimiento aislado a su trayectoria o El coronel... en Cannes resulta sintomático del momento por el que atraviesa el cine "del otro lado del Atlántico"? ųpregunta La Jornada a Risptein.
ųEs difícil contestar. Desconozco el sistema del festival para seleccionar las películas que se presentan. Según leí, el festival selecciona las películas a concurso de entre mil 300 y tantas de producciones. ƑCuál es el mecanismo? No lo sé. De pronto uno se entera que la película está seleccionada y es muy satisfactorio, pero no sé a qué se debe ni por qué ni cómo. Lo único que espero es que la película tenga el mérito suficiente para estar ahí.
Ripstein reconoce sin embargo que El coronel... aparece en un momento saludable de la producción fílmica en América Latina. "De eso no cabe ni la menor duda".
Producción méxico-franco-española, El coronel... es una versión libre y personal de Ripstein y de su guionista de cabecera, su mujer Paz Alicia Garciadiego. Una versión consecuente con el hecho cinematográfico, de tal modo que la adaptación de la obra literaria puede leerse en la pantalla como un producto fílmico autónomo, independiente. Ya lo dice el propio cineasta mexicano. "Soy fiel a mi película".
ųƑCómo leer el drama de la historia en la película? ƑComo radiografía de la pobreza o de la dignidad?
ųCuando leí la novela siendo un joven de 19 años lo que me conmovía era la desesperanza, un estado que sentía muy cercano: no hay joven con deseos de ser artista que no se sienta desdichado para emprender su trabajo. Muchos años después te das cuenta entonces de que lo verdaderamente importante es la dignidad.
En planos largos, lentos, Ripstein y Garciadiego cuentan la historia de un militar, encarnado por el actor mexicano Fernando Luján, con la mirada perdida, derrotado, mancillado, que cada viernes se viste con su traje blanco para acudir al muelle y recibir la barcaza del correo que jamás trae la carta, que espera desde hace 30 años, que le anuncie el cobro de una pensión prometida.
ųƑCómo valora la experiencia de este trabajo en medio de especulaciones acerca de que no es el coronel que pueda esperarse? ųse le pregunta al experimentado actor Fernando Luján.
ųPara mí fue una gran sorpresa interpretar al coronel. Pero también es un gusto muy grande, porque Arturo y yo nos conocemos desde muy chamacos, por lo que tener la oportunidad de trabajar con él me entusiasma muchísimo. Generalmente trato de divertirme mucho en mi trabajo, por ello en el rodaje estuve muy a gusto, de tal forma que el reto que significaba un personaje de estas dimensiones empezaba a desaparecer.
Al respecto, Garciadiego tiene una opinión como guionista: "Arturo y yo siempre tuvimos la certeza de quiénes tenían que ser los protagonistas. Particularmente Fernando Luján tiene, como actor, la nobleza quijotesca que el personaje requiere. No es ninguna sorpresa que Fernando Luján sea el coronel".
"Nunca hubo especulaciones", dice Ripstein al respecto. En todo caso, el propio Luján reconoce que las especulaciones en torno a su actuación en la película "las formulé yo". Y es que, comenta el actor, "El coronel... es una película interesante. Incluso, cuando me hacían entrevistas en México me preguntaban que por qué yo y no un italiano o un francés".
En esta adaptación, que ubica la historia en un pequeño pueblo del trópico veracruzano de los cuarenta, aparecen potencializados dos personajes femeninos que en la obra literaria no tienen la fuerza ni la naturaleza que se les confiere en la pantalla: una prostituta interpretada por la actriz mexicana Salma Hayek, y especialmente la compañera del coronel, doña Lola, en un papel diseñado para la actriz madrileña Marisa Paredes, que con este trabajo suma su segunda colaboración con el director mexicano, después de haberlo hecho en Profundo carmesí. Paredes dice vivir un momento en el que está ''como en una nube", pues en las dos únicas películas en español que compiten por la Palma de Oro en la actual versión de Cannes, ella participó en el reparto.
Asimismo, Ripstein incorpora nuevamente una referencia-homenaje al placer de ver cine, como lo hizo en El evangelio de las maravillas, al mostrar a la mujer del coronel como una cinéfila. Y lo reconoce. "A estas alturas del partido ya no evito mis amores".
Con un reparto integrado por talentosos actores mexicanos como Ernesto Yáñez, Rafael Inclán, Odiseo Bichir, Estaban Soberanes, Patricia Reyes Spíndola, Daniel Giménez Cacho y Julián Pastor, la película pasa de largo el flash-back que podría resultar necesario, pero que ųexplica Garciadiegoų ofuscaría la referencia de un recuerdo que jamás aparece visualizado: la muerte del hijo del coronel.
"Cuando Arturo me comentó que García Márquez le había autorizado rodar El coronel... mi primera reacción fue de pánico; es una novela muy entrañable, por lo que hacer una adaptación implicó un reto grandísimo", expresa la guionista.
ųƑLa emoción que le causa la obra fue una ventaja o una desventaja al momento de escribir la adaptación?
ųEl coronel no tiene quien le escriba es una de esas novelas que se pegan en el fondo del alma, en algún pliegue del recuerdo, o de las venas, y que pasan a ser partes ya no de la biografía, sino de la biología de los que la leen. Por eso, al hacer la adaptación decidí afrontar el reto de hacerla mía. Tenía que arrebatársela a García Márquez y convertirla en carne molida: desbaratarla y faltarle amorosamente al respeto para transformarla en un hecho cinematográfico. Pero nunca tuve que luchar contra la trama, sino que me dejé ir con ella, como la barcaza que no trae la carta que el viejo coronel espera.
Según Garciadiego, El coronel... es una historia que se cuenta sola, porque tiene la naturalidad, la simplicidad y la elegancia de la perfección, lo cual, además de lo entrañable del texto, le permitió escribir la adaptación "a golpe de placer, a ciegas, sin plan ni guía ni brújula; rápido y con ganas".
Al final del proceso de adaptación, Garciadiego se encontró, cuenta, conque había escrito una historia de amor, la misma que el propio García Márquez había agazapado entre los pliegue de la trama, entre la espera de una carta y las peleas de gallos.
ųƑLa nostalgia obsesiva puntualizada en la película puede advertirse como recurso de resistencia de los personajes?
ųLos personajes tienen una naturaleza plena de esperanzas. šMira que esperar una carta durante más de treinta años! La película es muy melancólica. De hecho, la literatura de García Márquez es melancólica; cree en la Arcadia que no existe y que por tanto provoca precisamente un sentimiento de melancolía. Intuir y pensar que el mundo puede componerse, y que puede llegar a construirse una Arcadia, es vano aunque todos lo esperemos. Y eso es melancólico.
El coronel no tiene quien le escriba se estrenará en España el 4 de junio. La presentación en México está contemplada hasta septiembre.