n Gloria López, ponente en un seminario sobre el tema
El turismo cultural es una opción para resocializar la economía
n Falta un programa de formación en AL, señaló Tamara Blanes
Renato Ravelo, enviado, Campeche, Camp., 14 de mayo n El turismo cultural es una de las vías privilegiadas para resocializar la economía y para incrustar en las estructuras los componentes que la cultura aporta al desarrollo económico, sostuvo Gloria López Morales, de la oficina regional para América Latina y el Caribe de la UNESCO.
En su participación en el Seminario Internacional sobre Patrimonio Cultural, la también representante del organismo en Cuba, enfatizó:
''El desarrollo es cultural, o no es. Pensemos qué sería de un país como Estados Unidos sin las industrias culturales, de Francia sin moda y gastronomía, de Italia y España sin sus sitios históricos y su caudal de creación artística. Ese patrimonio en gran parte es la fuente de la riqueza actual de todos ellos. Que no nos digan, pues, que la cultura no es un recurso capaz de generar otros recursos."
Balance entre elementos
El tema más polémico de esta reunión se abordó en una mesa en la que también participaron Hervé Barré, especialista en turismo cultural de la oficina parisiense de la UNESCO, y Mercedes Iturbe, quien habló sobre la experiencia de Francisco Toledo en Oaxaca, la suya al frente de un organismo cultural en Morelos y de su trabajo como subcomisaria para la exposición mundial de Hannover 2000.
Barré mencionó tres principios sobre los que se debe trabajar, de acuerdo con las distintas conferencias de la UNESCO:
''En primer lugar, la política cultural debe estar aplicada en forma coordinada con las áreas sociales, de tal suerte que cualquier desarrollo tiene que considerarla; en segundo término las políticas culturales para los actos del próximo siglo tienen que anticiparse a las preguntas y problemas que se legarán a las próximas generaciones; en tercer término debe existir un balance entre los elementos que componen la vida cultural."
El especialista de la UNESCO mencionó ejemplos de trabajos en los que desarrollo y turismo cultural se han logrado conjuntar, en sitios como el de una ciudad en el Sahara, otra de Camboya (''en la que además se le dio un plan para proteger el medio ambiente y replantear su suministro de agua").
Con el mismo planteamiento de la institución, pero más referida a la región, López Morales sostuvo: ''Al hablar de viaje individual o colectivo, no perdamos de vista el nivel trascendente que tiene una de las actividades más productivas y enriquecedoras de nuestro tiempo.
''Creo que los propios actores que intervienen en el turismo no han reflexionado suficientemente en la amplitud y la complejidad de los efectos que esta actividad produce, además de la obvia repercusión económica."
En la sesión de preguntas y respuestas el investigador Donald de Cid, de la Universidad de Tulane (Luisiana), ejemplificó con el caso de Nueva Orleáns, donde se coordinan los factores como la preservación del medio ambiente, la protección a un patrimonio cultural y el desarrollo económico de los habitantes de una región que no por encontrarse en una zona de valor cultural tienen que ver limitadas sus opciones.
Recurrir al trabajo multidisciplinario
La periodista María Elena Matadamas señaló que si bien está de moda hablar de turismo cultural, ''carecemos de acciones educativas, de promoción e información, planificadas, permanentes, orientadas a provocar el orgullo de ser poseedores de la riqueza patrimonial".
Para la investigadora cubana Tamara Blanes Martín, uno de los factores que desarrollan un papel más importante en el turismo cultural es el trabajo multidisciplinario que abarque las distintas áreas de competencia.
Consideró que hace falta un ''programa de formación profesional en la región para dar a conocer el producto cultural y turístico. Propongo la impartición del curso Las fortificaciones hispanas en el Caribe, el cual aporta excelentes resultados en varias universidades de México, Colombia y Cuba".
La propuesta de Blanes Martín de instituir un programa de turismo cultural en la región, explicó, ''incorporaría especialmente la ruta comercial francesa, que abarca toda la costa norte de Haití, con lo que se ayudaría al país más pobre de la región que paradójicamente conserva un patrimonio tangible e intangible de gran valor y singularidad".