n La OTAN, optimista de un posible acuerdo
Amenaza Yeltsin renunciar a esfuerzos de paz en Yugoslavia
n Parte el barco espía ruso Kildin a la zona del conflicto bélico
Afp, Ap, Reuters, Dpa y Xinhua, Moscú, 12 de mayo n El presidente ruso, Boris Yeltsin, advirtió hoy que Moscú renunciará a sus esfuerzos de paz para Yugoslavia si la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no escucha sus propuestas, pero el secretario general de la alianza, el español Javier Solana, desestimó la amenaza y manifestó su confianza en que en los próximos días se logre un acuerdo sobre los Balcanes en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Las declaraciones de Yeltsin, quien hoy destituyó a su primer ministro Evgueni Primakov, se produjeron en momentos en que el barco espía ruso Kildin partió del puerto ucraniano de Sebastopol con destino a la zona del conflicto yugoslavo, donde relevará a un buque el mismo tipo en misión desde abril pasado, informó un vocero de la flota rusa del Mar Negro.
Yeltsin dijo que Rusia "se retirará de la cooperación en las negociaciones de paz si sus propuestas y sus esfuerzos de mediación para el conflicto balcánico son ignoradas, y resaltó que "no somos nosotros los que participamos en esta guerra, ni la hemos provocado. Manifiestamente, nuestros llamados y nuestras múltiples propuestas (para un arreglo pacífico) no llegan a sus destinatarios".
El jefe de los servicios secretos y secretario del Consejo de Seguridad ruso, Vladimir Putin, explicó las razones de la advertencia de Yeltsin, al señalar que Rusia "no se satisface en la crisis yugoslava con un papel de correo técnico encargado de transmitir las propuestas de un país al otro".
Agregó que frente a "una tentativa unilateral de poner fin al orden internacional creado al fin de la Segunda Guerra Mundial bajo auspicio de la ONU", la situación exige "una respuesta adecuada de Rusia".
Y es que, ha destacado incluso la prensa rusa, si bien la alianza sostiene que da un gran papel a Moscú, sólo espera que la principal ex república soviética presione a Belgrado para que se pliegue a todas las condiciones de la OTAN.
En los hechos, todas las gestiones y concesiones logradas de los yugoslavos por parte del enviado especial para los Balcanes, Viktor Chernomyrdin, han sido considerados como insuficientes por la alianza noratlántica.
Preocupación en el Kremlin
Así las cosas, el canciller Igor Ivanov expresó al secretario de Estado adjunto, Strobe Talbott, su preocupación por la continuación de la ofensiva aérea de la OTAN contra Yugoslavia, que este miércoles ingresó en su jornada número 50; aunque ayer se informó que Chernomyrdin presentaría a Talbott nuevas propuestas para alcanzar un acuerdo de paz, no se indicó cuál fue el resultado del encuentro que ambos funcionarios sostuvieron hoy en Moscú.
Solana desestimó las amenazas de Yeltsin y afirmó que "estamos trabajando juntos con Rusia en diferentes lugares e instituciones, en particular en el seno del Grupo de los Ocho (integrado por las siete naciones más industrializadas y Rusia), donde las ideas de Rusia son tomadas en serio".
En declaraciones hechas desde Skopje, donde visitó campos de refugiados, Solana indicó que "espero mucho de los próximos días en los que vamos a continuar nuestros esfuerzos diplomáticos" centrados en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que haga explícitas las exigencias de la comunidad internacional.
El vocero de la Casa Blanca, Joe Lockhart, comentó en tanto "Rusia ha desempeñado un papel constructivo en el conflicto y esperamos que continúe haciéndolo", y señaló que la destitución de Primakov era un asunto interno.
"Preferimos poner el acento en el hecho de que el secretario de Estado adjunto Strobe Talbott se reunirá con Viktor Chernomyrdin, y el proceso va a continuar", añadió el funcionario.
El gobierno británico consideró que la salida de Primakov de la escena política rusa no modificará la postura rusa sobre Kosovo, y el primer ministro Tony Blair reiteró, por otra parte, que la OTAN no modificará su postura ante Belgrado, y hay planes "para todas las eventualidades" en relación con una posible incursión terrestre.
A todo esto, Solana sostuvo que la alianza debe continuar su "batalla" para doblegar al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, quien si bien aceptó una auto- nomía para Kosovo rechazó el despliegue de tropas de la OTAN en su territorio.
El vocero civil de la alianza, Jamie Shea, dijo que a pesar de la destitución de Primakov continuarán los intentos de paz para solucionar el conflicto, en tanto que el ministro británico de Defensa, George Robertson afirmó que la misma unidad aliada que contribuyó al éxito del puente aéreo de Berlín hará que triunfe la campaña de bombardeos contra Yugoslavia.
Este miércoles se cumplieron 50 años de que los soviéticos levantaron el cerco sobre Berlín Occidental; Gran Bretaña Francia y Estados Unidos comenzaron un puente aéreo el 26 de junio de 1948, dos días después de que Moscú cortó todas las rutas por tierra y agua a Berlín Occidental.
Rugova, asilado en Alemania
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania confirmó que el dirigente moderado de los kosovenses de origen albanés, Ibrahim Rugova, se asilará temporalmente en el país. Al término de una entrevista con el jefe de la diplomacia alemana, Joschka Fischer, Rugova sostuvo que "no abandonaremos el pedido" de independencia para la provincia serbia de Kosovo.
También en declaraciones al diario catalán El Periódico, Rugova destacó la necesidad de que una fuerza internacional verifique el retiro de tropas yugoslavas de Ko- sovo, y consideró que el separatista Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) podría convertirse en una policía local.
El ELK ha acusado a Rugova de traidor luego de los recientes contactos que mantuvo con el presidente Slobodan Milosevic, y por aceptar en principio una autonomía para la provincia serbia.
Al respecto, el canciller francés, Hubert Védrine, dijo que ni los serbios ni el ELK serán quienes administren Kosovo una vez que se alcance la paz en la convulsionada región balcánica.
De su lado, James Baker consideró que la campaña militar contra Yugoslavia del presidente Bill Clinton no tendrá éxito e incluso afectará el apoyo estadunidense a futuras intervenciones internacionales.
"Para decirlo de manera caritativa según estoy acostumbrado, nos hemos embarcado en una guerra y no sabemos cómo vamos a terminarla", dijo el otrora secretario de Estado durante la administraciones de Ronald Reagan y George Bush.
Finalmente, economistas del banco Salomon Smith Varney estimaron que el costo de la guerra contra Yugoslavia para Europa occidental será marginal, salvo si se desencadena una ofensiva terrestre, y que incluso la reconstrucción de los Balcanes podría reactivar las economías europeas.