n Primer debate abierto sobre la propuesta de ley que recibió el Senado
Existen lagunas en la iniciativa sobre patrimonio cultural: especialistas
n El análisis debe abordar los aspectos técnico, ético y político, considera Ramón Bonfil
Arturo Jiménez n El proyecto de ley sobre patrimonio cultural de la nación avanza. Aunque de manera extraoficial ųpues lo convocó el INAH y no el Senadoų, ayer se realizó el primer foro público en el que la comunidad de especialistas asumió la discusión de esa propuesta.
Pese a que el Foro de reflexión: el patrimonio cultural de la nación frente al siglo XXI fue convocado para hablar sobre conservación y participación de la sociedad civil, se convirtió en un encuentro en el que, no obstante las muchas objeciones, se legitimó esta iniciativa promovida por el Senado al tomarla como punto de partida para siguientes discusiones.
El consenso entre los más de diez académicos, investigadores y docentes fue que, pese a las imprecisiones, confusiones y lagunas de la propuesta jurídica, se trata de una oportunidad ''de oro" y ''maravillosa" para abordar la problemática del patrimonio cultural, su defensa, difusión y utilización.
Al margen del consenso, Gabriela Pattersson ųrestauradora y representante del sindicato del INAHų, luego de reflexionar sobre la globalización, la cultura y los medios de comunicación, dijo que en México se contravienen disposiciones de la UNESCO sobre patrimonio cultural.
Acotó que es necesario replantear el concepto de nacionalidad en México como factor plural y fuera de la homogeneización y de tendencias estandarizantes. Por lo anterior, propuso, debe mantenerse la ley federal vigente y llamarse a su revisión, análisis y aplicación.
Los especialistas manifestaron su rechazo a la integración de consejos y comités en los que políticos y funcionarios tomen decisiones, pues éstas, dijeron, deben recaer en profesionales técnica, científica y éticamente probados. Además, muchas veces se supeditan decisiones esenciales sobre patrimonio cultural a criterios políticos.
Varios de los participantes hicieron una revisión histórica del concepto de patrimonio cultural y señalaron que en este fin de siglo ya no sólo se entiende como elemento básico de la identidad o como bellas artes, sino que debe ligarse al desarrollo social de los mexicanos.
Esta iniciativa ųque ingresó al Senado el pasado 28 de abrilų fue originalmente promovida por la fracción panista y luego avalada por los otros partidos con representación en esa cámara. Ante la crítica de diversos sectores sociales que se consideraron marginados, entre ellos los trabajadores de INAH, INBA y los especialistas, se dio el compromiso de realizar foros públicos para su discusión.
El de ayer se efectuó en los jardines de la Coordinación Nacional de Restauración del Patrimonio Cultural del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Reglas claras para la IP
Jaime Litvak, arqueólogo de la UNAM, enlistó entre los pendientes en el proyecto el de la participación o no de la Iglesia y el de una intervención ''constructiva" de la iniciativa privada en el desarrollo de zonas arqueológicas, pues sólo contempla concesiones supervisadas por autoridades locales.
No existe en esta iniciativa de ley, dijo, la idea del uso del patrimonio cultural como una operación a largo plazo. Y habló del miedo a que las concesiones generen proyectos que no tengan el cuidado debido y no sean supervisadas.
''El que no quiera creer que vaya a Quintana Roo, donde varias zonas arqueológicas se han vuelto parte del terreno de algun área ecológica, en la que no se puede visitar como arqueológica, o parte del territorio de algún hotel, donde está reservado su acceso."
Otro planteamiento de la iniciativa, siguió, es que la acción del INAH se divida en regiones, pero no considera que hay problemas fuertes de infraestructura, informática y conexión de una zona con otra.
Gabriel Mérigo, arquitecto, mencionó la imprecisión de conceptos en el proyecto de ley, como el de ''arquitectura significativa" y consideró que la participación de la iniciativa privada se da en todo el mundo pero bajo reglas claras. Dijo que la propuesta legislativa tampoco habla de la capacitación de profesionistas en restauración y conservación.
Ramón Bonfil, presidente de Icomos-México, dijo que estos planteamientos deben llegar al Senado y que el análisis debe ser crítico en lo técnico, ético y político.
Señaló que en el proyecto se alude a las comunidades indígenas y su papel en la conservación sólo como una etiqueta, pues desde el centro se quiere seguir definiendo qué es su patrimonio cultural. Indicó además que la iniciativa tiene fallas gravísimas como la confusión de los términos ''zonas", ''monumentos" y ''zonas artísticas".
Acerca del papel de la Iglesia, coincidió con Litvak en que quienes han trabajado con representantes de esa instancia conocen de su ''ignorancia" sobre el patrimonio cultural. ''Se debe dar a la Iglesia y a la iniciativa privada un papel muy restringido", opinó, y sobre los empresarios propuso: ''Que participen, pero con reglas claras".