La convocatoria para la Consulta Ciudadana para reformar el estatus jurídico del Distrito Federal con el lema "No te quejes, habla por tu ciudad", me trae a la memoria otras convocatorias y otras llamadas a las que ésta viene a sumarse y a significar un paso más adelante hacia la democracia y la justicia en nuestro país.
"México no tiene otras manos" que las tuyas, era un lema de campaña de la cosecha del recordado senador José Angel Conchello con el que recorrimos calles y plazas invitando a trabajar a favor del sufragio y su respeto.
"No te enojes, empadrónate", fue otra consigna ideada en una campaña de empadronamiento con su dejo de picardía mexicana, pensada para combatir el abstencionismo y el desinterés por la política, hábilmente cultivado por el gobierno y sus corifeos.
"El gobierno todo lo controla, menos tu voto", decíamos también con espontaneidad, antes de que los expertos en mercadotecnia impusieran los impulsos: "Vamos por Guanajuato" o "Vamos por todo el paquetón".
Ahora, destacados ciudadanos --el mejor título que podemos dar a José Agustín Ortiz Pinchetti, a Jaime González Graf y a Manuel González Oropeza-- que los encabezan, nos convocan a votar el próximo 16 de mayo en un plebiscito en el Distrito Federal encaminado a dar continuidad a la interrumpida reforma política de la capital de la república. Tenemos ya una asamblea, un jefe de gobierno y para el 2000, delegados electos, pero nos falta mayor autonomía, más participación de los ciudadanos y manejo independiente de recursos económicos, entre otras instituciones que es necesario ampliar y profundizar.
La Consulta Ciudadana es un ejercicio de acción concreta, más allá de los buenos deseos y de las críticas de café (suponiendo que aún existan los cafés), que nos dará oportunidad de proporcionar a nuestros representantes, diputados y senadores, elementos de juicio para la necesaria adecuación y reforma de las normas que rigen a la capital.
En la propuesta de los organizadores se nos invita a manifestarnos sobre el gobierno del Distrito Federal, su Constitución, la necesidad de contar con autoridades locales propias con plenos poderes y facultades tan concretas como nombrar a su propio procurador de Justicia y a su jefe de Policía, que aún son nombrados por el Presidente. La propuesta se refiere también a la rendición de cuentas y a la integración de órganos de gobierno colegiados en las delegaciones (parecidos a los ayuntamientos de los municipios), que sustituyan a los actuales delegados, funcionarios todavía designados y que actúan en solitario.
El 16 de mayo tenemos que participar todos: quienes puedan, en las mesas; quienes no, votando e invitando a otro a hacerlo; no podemos dejar pasar la oportunidad de dar nuestra opinión y de sumarla con las de nuestro vecinos y conciudadanos.
El llamado es como decía Chesterton a sus lectores de Ortodoxia, libro dirigido no a cualquiera, sino a los que prefería la existencia a la extinción y a los que optaban por la variedad y la aventura en vez de la vida opaca. "Al que escoge la nada, la nada le doy", concluía. A quien prefiera seguir murmurando en vez de votar y opinar, o a quien piensa que nada se puede hacer para establecer democracia y justicia social, para seguir adelante en el proceso iniciado hace algún tiempo, no está dirigida la Consulta Ciudadana.