La Jornada lunes 10 de mayo de 1999

Astillero Ť Julio Hernández López

La renuncia al PRI de Pablo Salazar Mendiguchía ocurre en el marco del grave error cometido por el gobernador de Chiapas, Roberto Albores Guillén, de comprometer al priísmo de su entidad en favor de Francisco Labastida Ochoa para la candidatura presidencial priísta.

La salida del senador Salazar estaba trazada desde tiempo atrás, como hace varias semanas se anotó en este espacio. La embestida de Albores contra Salazar había tenido como punto máximo la pretensión de expulsarlo del PRI, en un acto de acarreo, a plaza abierta, que finalmente no pudo formalizar su intención, porque lo impidieron las instancias nacionales, y la legalidad estatutaria priísta, pero que, sin embargo, culminó con la sentencia extraoficial de que, para los mandos chiapanecos del tricolor, el senador Salazar ya no era miembro de su partido.

El sábado pasado, también a plaza abierta, Salazar renunció al partido que había sido de toda su vida y abrió un camino rumbo a la elección para gobernador, en el 2000, que pasará por la conformación de una alianza opositora amplia, en la que desempeñarán un papel fundamental los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática.

Pablo pudo haber continuado todavía un buen tiempo en el PRI, a pesar del acoso que sufre en su estado natal, pero triunfó en él la poco frecuente convicción de hacer caso más a los principios éticos que a los cálculos políticos. Prefirió, en ese razonamiento, dejar un partido con el que ya no sentía ni compromiso ni apego, que seguir en él por razones tácticas, pretendiendo acaso hacerle pagar un alto costo político al tricolor al poner en evidencia su intolerancia.

Con su separación del PRI, y al ponerse a las órdenes de la alianza opositora en formación, Salazar tensará aún más la difícil situación partidista de su entidad, pues el ala dura del priísmo, que tiene en Chiapas extraordinarios ejemplares, habrá de desarrollar una guerra frontal contra quien acaba de dejar sus filas. En ese esquema de endurecimiento y confrontación abierta corren peligro, desde luego, las esperanzas de desarrollo y pacificación de la entidad.

Para fortuna de quienes desean mejoría en la vida chiapaneca, el error del gobernador Albores no ha sido percibido sólo por sus adversarios. El propio presidente nacional del PRI, José Antonio González Fernández, conoció en carne propia la forma como se maneja la política en aquella región del sureste.

En días pasados, cuando visitó Tuxtla Gutiérrez para presidir una sesión del consejo político estatal, que se realizó en cumplimiento del libreto referente a la consulta sobre el procedimiento de elección de candidato presidencial, González Fernández no podía creer que el gobernador Albores cometiera la insensatez de empujar a la directiva local tricolor en favor de un precandidato, así fuese éste Labastida Ochoa.

En una muy importante oficina de la ciudad de México, un alto funcionario recibía una llamada telefónica cuyo contenido compartiría luego con un periodista. Era Pepe Toño -dijo esa voz luego de colgar el auricular-, enojadísimo por lo que hizo Albores en la reunión del partido de allá. Enojadísimo, que acababa de terminar la reunión, que eso no se valía, que con permiso de quién hacía esas cosasÉ Antes de colgar, Pepe Toño habría dicho a su escucha que iba a hablar a otra oficina importante para dejar constancia de la misma inconformidad.

Otra de Pepe Toño

Con muchas dificultades ha podido el dirigente nacional del PRI contener la avalancha organizada por Miguel Alemán Velasco para postularse candidato presidencial.

El gobernador de Veracruz, mediante su operador Fidel Herrera, presidente estatal del tricolor, hizo que los consejos políticos municipales de ese partido se declararan, en días recientes, en su favor.

El viernes pasado (un día después de que Francisco Labastida Ochoa visitó Jalapa y se deshizo en elogios para Alemán, además de reconocer que él está preparado ``para no ser'' candidato), el consejo político estatal priísta sesionó en presencia de González Fernández.

Evidentemente, la reunión estaba preparada para el destape por aclamación del ex vicepresidente de Televisa.

Pero una orden superior paró todo.

Y Fidel Herrera tuvo que decir que el candidato de los priístas veracruzanos ``es, y será, el que postule el PRI''. Los presentes en la reunión, que esperaban emocionados, pancarta en mano, que su dirigente estatal dijera que el candidato de esa entidad era Alemán Velasco, se desilusionaron.

Como maniobra de compensación, se redactó un acuerdo para invitar a Alemán Velasco a que participe en la contienda presidencial. Nada más eso: invitarlo a que participe.

La mano que mece la cuna quiere que todos los niños estén quietecitos para que escuchen mejor el cuento que les dormirá. Con más razón si los más inquietos son los dos gemelitos que si no son bien atendidos podrían pelear, hacerse daño. Uno dijo que está preparado para no ser. Otro canceló su acto de proselitismo. Los dos se dicen muy amigos y posan sonrientes para la fotografía. Papi está, por lo pronto, y tal vez por poco tiempo, más o menos tranquilo.

Otros enredos (extrafamiliares) de los gemelos

Uno jura y perjura, desde Bucareli, que no es cierto que haya espionaje político. Día con día lo desmienten las evidencias de la creciente presencia de orejas y demás fauna política, además de los indicios claros de intercepción telefónica incesante. Pero el señor secretario dice que eso no es cierto.

Otro enfrenta allá, en tierras de alegre son, la denuncia panista ante la Contraloría federal por haber comprado sin licitación pública cuatro helicópteros. La compra incómoda fue por 238.5 millones de pesos.

Dos sombras viajan juntas, la del diazordacismo y la del primer alemanismo.

Astillas: ¿Paciencia infinita querrá decir que un problema se deje abandonado hasta que se pudra?É Dice Kalifox que el presidente Zedillo conspira contra la democracia al utilizar recursos públicos para promover la Secretaría de Desarrollo Social con ese programa de 100 días de combate a la pobrezaÉUna columna como ésta no puede evitar estallar en llanto al conocer las declaraciones del secretario de Gobernación con las que defiende el libre ejercicio del periodismo, y lo deslinda de toda sombra de espionaje político, en casos como el de la reunión de perredistas con líderes universitarios. Las fotografías que publicó Excélsior, y que se incluyen en el video que luego difundió Televisión Azteca, forman parte de una labor periodística natural y legítima. Los periodistas mexicanos investigan y así llegan a tener estos materiales, dice el señor de Bucareli. En todo caso, dijo don Francisco, ya metido en la jerga periodística, ustedes, al preguntarme a mí sobre el asunto, están recurriendo a la fuente equivocadaÉ Los comités de apoyo a Cuauhtémoc Cárdenas que se están organizando en algunas partes del país están reproduciendo los viejos vicios de un perredismo cuyo aire enrarecido ata a su candidato a las estructuras partidistas más que proponerlo con soltura a la sociedad civil. Rehén de sus cuadros, el jefe del gobierno capitalino difícilmente podrá colocarse así por encima de las minucias y los enconos arraigados en su partido.

Fax: 5 45 04 73 Correo electrónico: [email protected]