n Otra equivocación de la alianza provoca en Nis 15 muertos y 70 heridos


Bombardea la OTAN por error la embajada de China en Yugoslavia

n Al menos dos perecieron; hay dos desaparecidos n Condena Pekín en la ONU el "acto bárbaro"

Ap, Afp, Dpa y Reuters, Belgrado, sábado 8 de mayo n Por lo menos dos personas murieron al ser alcanzada esta madrugada la embajada de China en Belgrado durante los ataques aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); asimismo, fuentes serbias dieron cuenta de 15 víctimas mortales y 70 heridos, el viernes en Nis, por los ataques de la alianza, que incrementó la intensidad y la escalada de las misiones aéreas sobre objetivos yugoslavos.

La alianza noratlántica, que "lamentó" el ataque a la misión china, advirtió al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, que proseguirá sus operaciones de bombardeos, "día tras día y noche tras noche", hasta que acepte las cinco exigencias, tras la adopción, el jueves, de un nuevo plan de paz para Kosovo por el Grupo de los Ocho, las siete naciones más industrializadas más Rusia.

Pero el representante yugoslavo en Naciones Unidas, Vladislav Jovanovic, afirmó que su país sigue opuesto a una presencia militar extranjera en Kosovo.

La agencia independiente Beta informó que cuatro personas quedaron atrapadas en el interior de la sede diplomática china, dos de las cuales murieron, mientras otras dos están desaparecidas tras el ataque al edificio de cuatro pisos, ubicado en el barrio de Novi Beograd, que también alcanzó el hotel Jujoslavija, cercano a la embajada.

En Pekín, la agencia China Nueva dio cuenta de la muerte de su corresponsal Shao Yunhuan y de otra persona, tras confirmar que tres misiles cayeron sobre la embajada. El ministro yugoslavo sin cartera, Goran Matic, anunció en Belgrado que 26 ciudadanos chinos fueron llevados a un hospital, pero ninguno está herido de gravedad.

China, que se opone a los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia, condenó rotundamente, en Nueva York, "el acto bárbaro" del ataque a su embajada a través de su vocero ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Qin Huasun, quien exigió el cese inmediato de la campaña militar.

El secretario general del organismo internacional, Kofi Annan, se manifestó igualmente conmocionado por el bombardeo a la embajada china, así como a un hospital y un mercado en Nis, mientras el Consejo de Seguridad anunció que celebrará una sesión de urgencia a pedido de Qin.

El portavoz de la ONU, Fred Eckard, dijo que el secretario general, que se encuentra en Washington, "está apenado de saber que el ataque aéreo de la OTAN aparentemente dañó edificios civiles en Yugoslavia con una esperada pérdida de vidas civiles y muchos heridos", y reiteró la convicción de Annan de que se debe encontrar un solución política urgente a la crisis en los Balcanes.

Por otro lado, la radio Studio B informó que la OTAN volvió a lanzar bombas de grafito contra las instalaciones eléctricas de Obrenovac, principal abastecedor de electricidad de la capital yugoslava, así como en otros transformadores eléctricos en tres barrios periféricos de Belgrado, con lo que varias localidades serbias y tres barrios de esta ciudad quedaron sin luz.

No obstante la alianza lanzó en pleno día sus ataque más intensos sobre el centro de la ciudad industrial de Nis, la segunda del país, con la utilización de bombas con efectos combinados (bombas de fragmentación), según reportó la OTAN, y reconoció haber atacado por error el centro de la localidad.

"Lamentablemente es muy probable que una bomba se haya desviado y haya alcanzado edificios civiles", explicó la alianza en un comunicado difundido en Washington, pero recordó que intenta, en la medida de lo posible, evitar poner en riesgo la vida de civiles; en Bruselas, el vocero militar de la alianza, Walter Jertz, indicó que los bombardeos tenían como objetivo un aeródromo y una instalación de radio.

Aunque dijo que hasta el momento la alianza sólo tiene versiones contradictorias, Jertz afirmó que una vez que una investigación establezca los hechos, "seremos honestos y si se ha cometido un error, lo diremos".

Según Studio B, varios proyectiles cayeron sobre una zona donde se encuentra el centro clínico municipal y allí murieron cuatro personas, otras dos personas en un mercado, una mujer en un restaurante cercano, otra fue retirada de los escombros de una casa, y las restantes murieron en las calles de la zona.

Nis, con medio millón de habitantes, fue bombardeada en dos ocasiones la noche del jueves al viernes, y los misiles y bombas impactaron en los alrededores del aeropuerto, donde varios civiles resultaron lesionados.

Otros blancos, la noche del viernes, fueron el edificio de la policía federal en Belgrado, varios cuarteles del ejército y la línea ferroviaria que enlaza Belgrado y Rumania.

Portavoces de la OTAN dijeron que las fuerzas de seguridad serbias se encuentran ahora prácticamente inmovilizadas en Kosovo, y que los cazas de la alianza están en acción las 24 horas del día con ataques a tanques de emplazamiento, de artillería, armas antiaéreas y puestos fronterizos.

El portavoz civil de la OTAN, Jamie Shea, agregó al informe proporcionado el jueves por Jertz que en las cinco semanas pasadas fue puesto fuera de combate por la OTAN 20 por ciento de las instalaciones militares serbias en Kosovo, y destruidas todas las vías de comunicación importantes y las vías de férreas en esa provincia, así como todos los puentes, menos dos en el Danubio, y 60 por ciento de los aviones de combate Mig-29.

Pero en Kiev, el presidente del Parlamento Yugoslavo, Srdja Bozovic, dijo durante una visita a la capital de Ucrania que los ataques aéreos de la OTAN han matado a mil 200 personas y dejado lesionadas a más de 5 mil desde el 24 de marzo anterior, cuando comenzó la operación Fuerza Aliada.

Especificó que además se han destruido 25 puentes, 16 estaciones de ferrocarril y más de 50 industrias, y aseguró que antes de los bombardeos de la alianza "jamás hubo en Kosovo una catástrofe humana ni operaciones de limpieza étnica".

Por lo pronto, la población de 22 millones de personas de Yugoslavia, agotadas por 45 días de ataques aéreos de la OTAN, espera que se alcance una rápida solución política que ponga fin a su pesadilla, y a lo que consideran una guerra sin sentido.

Pero el general Jertz declaró que la OTAN no ha disminuido sus ataques contra objetivos en Yugoslavia tras la reunión del G-8, y que estos continuarán hasta que Yugoslavia acepte las condiciones de la alianza.

Para apoyar las operaciones aéreas, la alianza planea estacionar aviones cisterna en los aeropuertos militares de Fuerstenfeldbruck y Machning, en Baviera, y Geilenkirchen, en Renania, indicaron en Munich fuentes allegadas al ejército alemán.

En Washington, el Pentágono también anunció que piensa reforzar más su flota para los bombardeos contra Yugoslavia, con el envío de 176 cazas, para lo cual convocó a 2 mil 800 reservistas y miembros de la guardia nacional como apoyo para pilotear y supervisar 18 de esas aeronaves que desplegará en Europa la OTAN para su campaña aérea.

A su vez, el ministro francés de Defensa, Alain Richard, anunció el envío de 22 aparatos de combate suplementarios en el marco de las operaciones aéreas en Kosovo.

Pero también aumenta la presión en el interior de Yugoslavia, luego de que tres partidos políticos serbios de oposición achacaron al régimen de Milosevic la responsabilidad en la guerra. "Esto nos ha reportado más de 40 días de bombardeos, la muerte de personas inocentes y la destrucción de la infraestructura nacional", destacó el Partido Demócrata en un comunicado.


Héroes de una guerra no declarada

Los soldados estadunidenses Steven González, Andrew Ramírez y Christopher Stone, quienes durante más de un mes fueron prisioneros de guerra de las fuerzas armadas serbias, regresaron este viernes a su país tras haber sido condecorados, y reconocieron, en una entrevista televisada, que "creen" que estaban en territorio serbio cuando fueron apresados.

El gobierno de Estados Unidos descalificó en todo momento el apresamiento de sus hombres al alegar que se encontraban en Macedonia cuando fueron capturados.

"Entramos, creo, en territorio serbio, del otro lado de la frontera macedonia", declaró González a la cadena ABC.

Cuando fueron capturados, agregó el soldado, "habíamos entrado en un pequeño pueblo. No estoy seguro exactamente de dónde era. Empezaron a dispararnos y dije a los otros dos que regresáramos por donde veníamos".

González dijo que los disparos continuaron hasta que se vieron rodeados de soldados serbios.

El comandante de los ex prisioneros, general David Grange, indicó que la emboscada serbia estaba compuesta por "entre 15 y 20 soldados equipados, entre otras cosas, con un lanzacohetes antitanques".

El Pentágono parece no saber qué pensar de sus héroes, pues el mismo día que González, Ramírez y Stone fueron condecorados con la Orden del Corazón Púrpura, medalla para prisioneros de guerra y una distinción de la OTAN, la dependencia afirmó que los hombres no fueron prisioneros de guerra de Belgrado porque estaban "secuestrados".

El Pentágono dijo ayer que los condecorados se rindieron sin disparar nunca sus armas al caer en la emboscada serbia y que se refugiaron en su vehículo blindado, de donde fueron sacados por el enemigo a empujones y puntapiés.

Al ser liberados, el domingo, por el gobierno yugoslavo, los soldados aseguraron que sus captores los trataron en todo momento "con dignidad y respeto".

La atención que hoy recibieron González, Ramírez y Stone hace aún más sospechoso el hecho de que nunca se haya identificado al piloto del avión F-117 derri- bado por la defensa serbia al comienzo de la acción bélica contra Yugoslavia, quien --según la versión oficial-- "fue rescatado en buen estado" horas después del derribo de su aeronave. Afp