n La reunión con Alemán alienta especulaciones
Labastida asegura estar preparado para ''no ser''
José Gil Olmos, enviado, y Raymundo Jiménez, corresponsal, Jalapa, Ver., 6 de mayo n La duda no se despejó y en el juego político de la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Institucional Francisco Labastida Ochoa y Miguel Alemán intercambiaron halagos, aplausos, abrazos, señales y mensajes. Pero nada sucedió.
"Estoy preparado para no ser", confesó Labastida Ochoa ante los veracruzanos. "No hay preguntas sino respuestas indiscretas, voy a esperar", atajó el gobernador de la entidad donde se reunieron ambos personajes para departir el pan, la sal y la especulación.
Lo primero que hizo el secretario de Gobernación al llegar al pequeño aeropuerto de la capital veracruzana fue dar un fuerte abrazo a Miguel Alemán, de quien dijo ser amigo. Y desde ese momento ambos no se separaron y no dejaron de repartirse reconocimientos, el primero de ellos en la Academia de Policía, en donde Labastida, en un discurso improvisado, le dijo al gobernador que reconocía de Veracruz la prolífica generación de abogados.
Sin embargo el mayor intercambio de halagos fue en el palacio de gobierno, donde la firma de un convenio sobre seguridad pública se convertía en un signo dentro del juego de sucesión presidencial. En el patio del edificio de estilo colonial los aplausos fueron atronadores en el momento en el que el secretario de Estado dijo que traía un mensaje de reconocimiento al gobernador de parte del presidente Ernesto Zedillo, "a mi muy querido amigo".
Alemán Velasco tuvo que levantarse de su asiento ante el aplauso que crecía hasta poner de pie a la clase política veracruzana, que de inmediato comenzó a rumorar que Labastida Ochoa había llegado a darle el espaldarazo.
Más tarde, en la conferencia de prensa que ambos dieron, la especulación nuevamente ganaba terreno, abonado por las respuestas de los personajes. El secretario Labastida diría de Miguel Alemán Velasco: "Miguel y yo somos amigos de a deveras, buenos amigos, desde hace años. Es un político que conoce muy bien el sistema mexicano. Es un cuadro muy valioso de extraordinaria valía".
--ƑEstán dispuestos a competir, a enfrentarse en unas (elecciones) primarias? --se le preguntó a los dos amigos.
Alemán respondió: "Yo tengo un compromiso con Veracruz, un compromiso constitucional e institucional con México y con mi partido. Hay que esperar para ver cuáles son las reglas del partido para tomar una decisión. Mientras tanto, para contestar a su pregunta, el señor secretario es mi precandidato y a lo mejor yo soy el precandidato del señor secretario".
"Eso lo vamos a definir y comentar en su momento", dijo a su vez Labastida, y más adelante aclaró al ser abordado sobre el futuro político del Revolucionario Institrucional: "No me dedico a la numerología, no soy brujo; me dedico a la política, soy analista político".
En espera de la cargada
El asunto que había traído a Labastida a Veracruz era firmar un convenio de seguridad pública por 300 millones de pesos, y según el propio funcionario, la fecha se había calendarizado desde hacía varias semanas. Sin embargo, al tomar los tiempos políticos otros derroteros, se trató de cambiar porque este viernes está prevista la sesión del Consejo Político Estatal del Partido Revolucionario Institucional, en el que se espera la cargada veracruzana a favor de Alemán Velasco rumbo a la candidatura presidencial. No obstante, por acuerdo de las partes, se decidió mantener la realización de ambos actos y dejar crecer las especulaciones.
De cara a decenas de reporteros locales, nacionales y algunos extranjeros, los dos políticos trataron de torear las preguntas alimentadas por los rumores. La mayoría de ellas dirigidas a Labastida, aun las de los propios reporteros veracruzanos.
-Señor secretario, usted mencionaba hace un rato que podría ser un candidato aun cuando quedan algunas cosas pendientes. Yo le pregunto a usted: Ƒaceptaría con tranquilidad una candidatura habiendo asuntos políticos por resolver en el país?
--México --dijo Labastida-- y todos los países siempre tienen asuntos políticos por resolver, esto es una constante de cualquier país; si esta circunstancia existiera, entonces nunca habría ningún candidato que pudiera contender.
"De otra parte me permito refrendarle a usted lo que ya he dicho: por supuesto que estoy preparado para no ser, anímicamente me he preparado para ello. Tengo, diría, muy claro que hay que luchar, por ejemplo, por la unidad del partido, y cuando uno dice que no está preparado para no ser, es que no está dispuesto a luchar por la unidad del partido. Uno tiene que estar preparado a apoyar al candidato que surja del partido, con madurez, pero también con sentido institucional, con sentido de defender a las instituciones en las cuales uno ha trabajado, laborado, y ha contribuido a su formación".
Así, casi al final del encuentro, Miguel Alemán trataría de dar una respuesta contemporánea a la pretensión de resolver el galimatías de la política mexicana. "Los misterios de la política mexicana no los conocen los analistas políticos a fondo y yo pienso que es más fácil dilucidar los problemas de Kosovo, en Yugoslavia, en menos tiempo, que analistas políticos dilucidar los misterios de la política mexicana en México".