n Ahora corresponde a empresarios abrir el mercado, dicen las autoridades


México ya cuenta con la etiqueta dolphin safe; final definitivo del embargo atunero, concluye EU

Matilde Pérez n El Departamento de Comercio de Estados Unidos informó a la secretaria de Medio Ambiente, Julia Carabias, que a partir de ayer, después de una etapa de nueve años gestión ''muy intensa, dolorosa y cara para México'', quedó finiquitado el embargo atunero, pues el país ya cuenta con la etiqueta dolphin safe. Ahora corresponde a los empresarios abrir el mercado de Estados Unidos, expuso.

El año pasado se levantó el embargo por la enmienda de la Ley de Mamíferos Marinos, pero la suspensión había quedado en duda, ya que México no contaba con el etiquetado. Ahora, las embarcaciones nacionales que realizan la pesca del atún deberán demostrar que no están dañando las poblaciones de delfines, agregó Carabias Lillo en breve entrevista, al término de la cuarta asamblea nacional estatutaria de la red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales.

El Departamento de Comercio de Estados Unidos concluyó que, de acuerdo con estudios realizados por el Servicio Nacional de Pesquerías Marinas, los pescadores mexicanos no provocaban impactos negativos en la población de los delfines durante sus actividades. Así, México se reincorpora como miembro pleno de la Comisión Interamericana del Atún Tropical, lo que deberá ser ratificado por el Senado de la República.

''Se impuso la razón; las leyes prosperaron y los fundamentos técnicos y científicos'' triunfaron, destacó la titular de la Semarnap. La decisión estadunidense es un nuevo reconocimiento a los esfuerzos de los países que capturan el túnido en el Pacífico Oriental, ya que se ha logrado demostrar que a través de la aplicación de un Programa Internacional para la Conservación de Delfines se puede desarrollar la pesca de forma responsable, bajo un mecanismo multilateral, concertado y operando bajo la mejor evidencia científica.

A su vez, la organización ecologista Greenpeace manifestó su beneplácito por la decisión estadunidense, pues refleja el éxito del acuerdo regional entre 12 países para reducir la muerte incidental de delfines en esa actividad en el Pacífico Oriental.

Agregó que desde 1992 las naciones que realizan actividades de pesca en esa zona redujeron el número de delfines muertos de 27 mil ejemplares a menos de 2 mil cien por año.

En marzo de 1999, los países firmantes del Programa Internacional para la Conservación del Delfín tienen como objetivo reducir el nivel de muertes de esos mamíferos durante la pesca completa de atún ųde 6 mil 500 a 5 milų y continuar los esfuerzos hacia una eventual meta de cero animales sacrificados innecesariamente, así como de agregar un programa de reducción de pesca asociada de tiburones, tortugas marinas y atún juvenil, establecer cuotas de captura de atún sostenibles y demandar el cierre de la pesquería si se rebasan los límites.

El último informe de pesca en México indica que el volumen de producción de atún es de 140 a 141 mil toneladas, con un valor cercano a mil millones de pesos.


Fracasó el proteccionismo disfrazado de ambientalismo

Notimex, Washington, 29 de abril n El fin del embargo estadunidense a las exportaciones latinoamericanas de atún es ''un triunfo de la ciencia sobre el proteccionismo disfrazado de ambientalismo'', dijo el presidente de la sección Atún de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera de México (Canaipes), Alfonso Rosinol, luego de que la Casa Blanca anunció que permitirá en su país la venta de esa especie pescada por mexicanos y cinco países latinoamericanos.

El Departamento de Comercio de Washington determinó que los métodos de pesca de atún con redes sobre delfines en el océano Pacífico Oriental, de ninguna forma ocasionan ''un impacto adverso significativo'' sobre los mamíferos marinos. ''Nuestra decisión estuvo basada en la ciencia y será buena para los consumidores, para la protección de otros recursos marinos'' y del cetáceo , dijo el secretario Adjunto de Comercio, Terry García.

''Los nuevos estándares permitirán el uso de la etiqueta dolphin safe (delfín a salvo), si los atunes se pescan en presencia de éstos, siempre que no resulten muertos o seriamente heridos'', agregó.

La decisión, basada en un estudio científico, fue vista como una victoria para los métodos de pesca de México, Panamá, Colombia, Costa Rica, Venezuela y Vanuatu. La muerte de delfines se desplomó de 133 mil en 1986, a menos de 2 mil en 1998. Sólo la flota atunera mexicana, la mayor de América Latina, redujo la mortalidad de esa especie en 97 por ciento, en un periodo de siete años.

Sin embargo, la decisión del gobierno estadunidense motivó un inmediato rechazo del grupo ecologista Isla de la Tierra, cuya acusación fundamentó el embargo. ''Es un fraude para los consumidores y una sentencia de muerte para miles de delfines'', dijo el activista David Phillips. El grupo prevé iniciar una demanda legal contra el Departamento de Comercio y poner en marcha un boicoteo a la compra de atún en restaurantes y supermercados, similar a uno que se aplicó la década pasada.

El estudio era un requisito del Congreso estadunidense para levantar los embargos, luego de que fue aceptado un compromiso de todos los países latinoamericanos con flotas atuneras, firmado en Panamá en 1995, para garantizar una pesca responsable. Al demostrar que la población de cetáceos está libre de riesgo de extinción, Estados Unidos convino en modificar su concepto de ''libre de delfín'', un logotipo que muestran las latas de atún a la venta al público estadunidense.