n Precisarán si buscan o no la candidatura tricolor
Labastida y Moctezuma se reunirán con González Fernández
Enrique Méndez y Elizabeth Velasco n Los secretarios de Gobernación y de Desarrollo Social, Francisco Labastida y Esteban Moctezuma, aceptaron reunirse mañana -el encuentro fue anunciado como "super privado"-, con el dirigente nacional del PRI para precisar si participarán o no en la contienda interna para la postulación del candidato presidencial priísta.
Mientras, José Antonio González se entrevistó ayer durante casi dos horas con Manuel Bartlett Díaz y Humberto Roque Villanueva -Roberto Madrazo no acudió a la cita porque le pareció "ocioso" presentarse sólo "para la foto o a tomar un café"-, y durante las conversaciones el dirigente del tricolor amplió sus disculpas a ambos por la controversia surgida a causa de que declaró que Miguel Alemán tenía la ventaja en la competencia por la candidatura, y se comprometió a que el partido no levantará ningún sondeo de este tipo.
Ambos aspirantes le dijeron que el asunto "está olvidado", pero Roque fue más allá: "Ya está aprendiendo y es más cuidadoso".
Tanto Bartlett Díaz como Roque Villanueva insistieron, mediante un documento avalado por Madrazo, en que la mayoría de los priístas están a favor de la consulta a la base, exigieron que en el reglamento para la elección del candidato no se implante un mecanismo que evite la eliminación de aspirantes, y que se les entregue la lista actualizada de los integrantes del Consejo Político Nacional (CPN) para que, una vez presentado el proyecto ante esta instancia puedan cabildear con ellos antes de que se apruebe.
Roque precisó que no debe existir "ninguna fase oscura en la que, por arte de magia, de seis aspirantes sólo queden tres", y durante la reunión ambos sugirieron una serie de debates entre los precandidatos, propuesta que fue "bien vista" por la dirigencia del tricolor.
Incluso, el director de Aseguradora Hidalgo dijo más tarde, en una conferencia de prensa, que todos los aspirantes deberán aceptar debatir, pues "el costo de no hacerlo sería tan alto como desmerecer su imagen ante la opinión pública".
Al lugar de la cita (hotel Four Seasons) acudieron casi 50 reporteros y fotógrafos, mismos que fueron retenidos en el lobby por el personal de seguridad. Cuando González Fernández, Bartlett, Roque y la secretaria general, Dulce María Sauri, salieron del salón San Juan -"aquí hay unos extranjeros", dijo un vigilante-, fueron entrevistados, a pesar de que la reunión se quiso mantener en secreto.
Mientras González Fernández explicaba que la noche del miércoles Madrazo le confirmó que sí se presentaría, Roque Villanueva jaló del brazo al vocero del PRI, Carlos Reta, y le soltó: "Esto demuestra que en política ya no puede hacerse nada en secreto".
Asimismo, el dirigente del partido ofreció sólo "tomar en cuenta" las peticiones de los aspirantes, y que las anexará a la propuesta que presente el 17 de mayo.
-ƑInfluirán las peticiones de los aspirantes en esa propuesta?
-Son muy importantes.
-ƑVan a influir o no?
-Tanto como las de los demás.
Nadie quiso revelar los motivos por los cuales Madrazo Pintado no acudió, y sólo González Fernández no sabía que el gobernador había decidido quedarse en Tabasco.
De la reunión, Bartlett y Roque salieron, si no convencidos, sí al menos con la esperanza de que el 17 de mayo no habrá un albazo. Sonrientes, los dos se dejaron fotografiar. Ante el tropel de reporteros, Roque bromeó: "Ahí viene la cargada". "Ni se haga ilusiones", le reviró un reportero de radio.
Presionado por los fotógrafos, González Fernández regresó para la foto. "Hay que decir PRI". Junto a él, Manuel Bartlett siguió la broma: "Ahorita que venían los muchachos, Humberto dijo 'ahí viene la cargada', y entonces dijimos 'es porque aquí está el bueno'".
Ni aplaudo ni hago cara de foca
Más tarde, González Fernández se reunió en el edificio de la CNOP con dirigentes del sector popular, quienes en su mayoría se expresaron a favor de la consulta a la base como método para elegir al candidato.
Sinaloenses y veracruzanos se llenaron la boca apoyando a Labastida Ochoa y a Miguel Alemán. De plano, un veracruzano, Raúl Ramos, dijo: "Quiero decirle aquí, a mi compañero de Sinaloa, que también tenemos una propuesta". Hubo algunos aplausos, pero no una reacción de González Fernández.
-Aplauda -le pidió Ramos.
-Yo, cuando hay nombres -dijo el dirigente priísta y, aunque era un comentario para sí, su voz se escuchó en el sonido del salón- no aplaudo, cabrón, ni hago cara de foca.
Luego, en conferencia de prensa, convocó a los gobernadores y a los dirigentes estatales del partido a no respaldar a ninguno de los aspirantes para evitar la inducción de los votos, que van en contra de la imparcialidad.
Evitar fracturas: obreros
Por la tarde, González Fernández se reunió con la plana mayor del sector obrero en la sede de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Encabezados por el presidente del Congreso del Trabajo, Leonardo Rodríguez Alcaine, y ocho oradores más -dirigentes y representantes de CT, CTM, CROM, CROC, FSTSE, y del Sindicato de Ferrocarrileros- la mayoría advirtió la necesidad de evitar fracturas y divisiones al interior del PRI, y se manifestó por elegir al candidato a la Presidencia mediante un método "de consenso y abierto", que incluya el sufragio directo, secreto y libre de los sectores organizados, cuadros y militantes del tricolor; inclusive de los simpatizantes, demandó la CROC.
El de esa central fue precisamente el discurso de más alto tono y reivindicativo. Patricia Mendoza, quien acudió con la representación de Alberto Juárez Blancas, líder de la CROC, afirmó que "ya no se puede aceptar que un consejo de notables ni la cúpula del poder sean quienes designen al próximo candidato del PRI a la Presidencia de la República".
Advirtió que con una designación "arbitraria y cupular", el PRI pagaría un costo muy alto junto con la población, pues "hoy más que nunca, el partido corre el riesgo de ser desplazado en el ejercicio del poder, la ciudadanía reclama ofertas claras e integrales, no promesas, y se tiene que corresponder a las demandas de las bases priístas".
Para evitar "fracturas y deserción", planteó la realización de un método que considere cuatro premisas: "transparencia, reglas claras, amplia consulta y discusión, y consenso". Para consolidar el cambio democrático en el PRI, sostuvo que la designación del candidato priísta debe incluir el "voto universal, secreto y directo de las bases y simpatizantes priístas", y para ello se requiere crear un instituto independiente del partido que se haga cargo del proceso electoral interno de selección.
Ante el tono crítico de los líderes obreros -muchos insistieron en que los métodos tradicionales utilizados en 1998 para las elecciones locales causaron fracturas importantes al partido, como el caso de Zacatecas, entre otros-, González Fernández ratificó que el presidente Ernesto Zedillo no intervendrá en la designación de su sucesor, como antaño lo hicieron otros ex presidentes, y garantizó que el método de elegibilidad, a definirse el próximo 17 de mayo, corresponderá a la voluntad de los priístas.