n La impunidad propicia criminalidad en el DF
Exhorta Del Villar a diputados a corregir las "malas leyes"
n Niegan a los ciudadanos la protección de la justicia, señala
Raúl Llanos Samaniego n El procurador general de Justicia del Distrito Federal, Samuel del Villar, sostuvo ayer que es responsabilidad de los diputados locales corregir las causas de impunidad e injusticia que propician la criminalidad en esta capital, por lo que los exhortó, ahora que tienen facultades en materia penal, a legislar para "corregir las malas leyes", que niegan a los ciudadanos la protección de la justicia frente a los escenarios de violencia. "Ahora ustedes tienen la palabra", indicó.
Durante su comparecencia ante el pleno de la Asamblea Legislativa --de la cual decidió salirse la fracción priísta--, el funcionario capitalino dejó en claro que "hay leyes y procedimientos que en vez de proteger los derechos de la población, protegen la impunidad, la corrupción y la criminalidad, lo que alimenta la inseguridad".
Ante este panorama, dijo, es imperativo legislar para que se penalice debidamente la criminalidad organizada y se corrija el desequilibrio entre los derechos de las víctimas y los de los criminales; se debe lograr que el Código Penal tutele el orden público; simplificar y organizar el procedimiento penal; determinar la sanción aplicable a un delito con base a su gravedad, y lograr que las víctimas y testigos sean protegidos por las leyes.
Señaló: "La criminalidad callejera se nutre de conductas antisociales que quebrantan el orden público y que no están tipificadas por el Código Penal vigente, y ese vacío de las leyes es el gran estímulo para que estas conductas devengan en la violenta criminalidad callejera que diariamente continúa robando, despojando, secuestrando, lesionando y hasta privando de la vida a la población que convive y transita pacíficamente en nuestra ciudad".
De ahí que es urgente adecuar la clasificación de los delitos y el otorgamiento del derecho a la libertad caucional a la gravedad de las conductas sociales, indicó.
El procurador Samuel del Villar reconoció que enfrentan "una criminalidad que se organizó y arraigó en torno a la corrupción del servicio público, lo mismo para extorsionar a la población que para lucrar con la adquisición de bienes y servicios que demanda ella", punto que calificó como "la causa mayor de impunidad e injusticia".
Abandonan la sesión los priístas
Los 11 legisladores del Revolucionario Institucional decidieron salirse del recinto antes de que el funcionario capitalino iniciara su comparecencia. Acudieron a la sala de prensa de la ALDF y argumentaron que esta institución "ha privilegiado la procuración de venganzas políticas, convirtiéndose en una procuraduría eminentemente política". Sostuvieron que no presentaron estos argumentos en tribuna porque no habría respuesta alguna y porque ante los reporteros tendría más eficacia su inconformidad.
Interrogado respecto a la posible renuncia del procurador, Manuel Aguilera dijo: "Que lo valore el señor jefe de Gobierno para que en su momento se la pida y haga la consulta correspondiente, en los términos de la Constitución y del Estatuto, con el Presidente de la República para el nuevo nombramiento".
Los diputados de oposición que sí se quedaron cuestionaron las cifras que sobre disminución de los delitos ofreció el titular de la PGJDF, "pues están muy lejos de la realidad", y las acciones realizadas por la institución en el combate a la delincuencia, "lo que ha dejado en evidencia que la criminalidad ya nos desbordó y que resultó un fracaso la intención de arrancar las calles a los delincuentes", dijeron.
Los perredistas Alfredo Hernández Raygosa y René Arce Islas consideraron que la lucha contra la inseguridad no ha sido fácil. A pesar de que se han obtenido logros importantes, "falta mucho por hacer y corregir", tanto en los agentes judiciales como en los peritos y agentes del MP, indicaron.
Consignados, mil 242 funcionarios
En la exposición de su informe, Del Villar comentó que en el combate a la corrupción se han consignado, del 5 de diciembre de 1998 al 31 de marzo de 1999, a mil 242 funcionarios de esta corporación, que representan mil 936 más que en el periodo pasado.
Informó que se desmembró a 64 organizaciones dedicadas al robo a transportistas y vehículos, además de 12 bandas de robo a taxis; se recuperaron 499 vehículos. Agregó que el homicidio doloso bajó 1.6 por ciento, mientras que la comisión de delitos sexuales lo hizo en 9 y el robo a negocios en 7.1
En lo relativo a robo a bancos el monto de lo hurtado disminuyó 60 por ciento, es decir, pasó de 21.1 a 8.5 millones de pesos; sin embargo, el procurador admitió que en relación con delitos más directamente asociados con el quebranto del orden público y la violencia callejera, como es el robo a transeúnte, que se incrementó 23 por ciento; las lesiones 3 por ciento y el robo a casa habitación 38 por ciento.
Mientras que el descontrol de la criminalidad que existía desde 1993 logró revertirse en 1998, en que la incidencia delictiva bajó a 8.9 por ciento, las consignaciones aumentaron 11.7 por ciento, las organizaciones criminales detenidas, 24 por ciento, y sus integrantes 23.4 por ciento; las órdenes de aprehensión cumplidas 33.5 por ciento y el número de internos en reclusorios 23 por ciento.
En respuesta a las acusaciones de maquillar las cifras, el procurador Samuel del Villar manifestó que las estadísticas de esta corporación son las que tienen, a nivel nacional, "mayor reconocimiento (...) Estoy obligado a dar los números que tengo y no a dar o presentar mentiras", resaltó.
El procurador dijo no a la espera
Raúl Llanos Samaniego n De los cuatro servidores públicos que comparecieron ante el pleno de la Asamblea Legislativa en este periodo ordinario de sesiones, sólo uno, el procurador Samuel del Villar, se atrevió a poner un "hasta aquí" a la impuntualidad e irresponsabilidad de los diputados locales.
No quiso sufrir lo mismo que el ombudsman capitalino Luis de la Barreda; que el contralor del Gobierno de la ciudad, Gastón Luken, o que el secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz, quienes debieron esperar dos y hasta tres horas y media antes de exponer sus informes anuales ante los 66 legisladores de PRI, PAN, PRD, PT y PVEM.
Ayer, Samuel del Villar llegó como los tres anteriores funcionarios; a las 11 de la mañana en punto. Pero en el recinto de Donceles y Allende ni un solo diputado estaba en el salón de sesiones.
De acuerdo con el oficio enviado el 6 de abril al jefe del Gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas, por los coordinadores de esas cinco fuerzas parlamentarias, se establecía que el procurador debería comparecer exactamente a esa hora.
Ningún diputado lo esperaba ni salió a recibirlo, por lo que el titular de la Procuraduría de Justicia capitalina subió a las oficinas de la Comisión de Gobierno. Ahí, y 15 minutos después de su arribo, los perredistas René Arce, Yolanda Tello, Javier Hidalgo y Francisco Ortiz Ayala --que estaban reunidos para elaborar la agenda legislativa del día-- le informaron que comparecería, pero tres horas más tarde.
Después, otro perredista justificaría: "Desde las 10:30 horas Martí Batres le habló a su oficina (del procurador) para decirle que comparecería hasta las 14 horas, pero él dijo que ya venía en camino. La misma invitación se le hizo ya aquí".
El funcionario apenas permaneció 20 minutos en el recinto. Al conocer la hora propuesta puso tierra de por medio y ante la sorpresa de sus colaboradores, periodistas y asesores bajó las escalinatas rumbo a su vehículo.
--ƑNo va a comparecer, señor procurador? --preguntaron los reporteros.
--Los diputados no están en aptitud de respetar los términos del citatorio a la comparecencia, y no sé porqué me acaban de notificar. Nosotros cumplimos con toda puntualidad con nuestra obligación para desahogar la responsabilidad constitucional de informar al Poder Legislativo de la ciudad sobre los trabajos de la Procuraduría.
"Nosotros somos absolutamente respetuosos de la Asamblea Legislativa, pero también exigimos que se tenga el mismo respeto con una institución de la mayor trascendencia para la sociedad, que es la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal", agregó.
--Entonces... Ƒse va?
--Me voy.
--ƑVa a regresar?
--Me voy a mis oficinas... Les vamos a manifestar que estamos en las mejores condiciones, pero cuando se le dé prioridad al asunto; no sé si tengan otras cosas de mayor prioridad para cumplir con este citatorio que se hizo con varios días de anticipación.