Olga Harmony
Reflexiones

Durante cuatro días, en dos ámbitos diferentes, estuve escuchando a la gente de teatro reflexionar acerca de su oficio, lo que resulta muy sano. En El Foro/ Teatro Contemporáneo, a iniciativa de Ludwik Margules y coordinadas por Rodolfo Obregón se dieron mesas de trabajo. También se invitó a críticos e investigadores, en una primera sesión que ya reseñó en estas páginas Carlos Paul. En todas hubo, como era de esperarse, encuentros y desencuentros en lo que dijeron los participantes y su público, compuesto por alumnos del propio Foro y los que estuvimos como escuchas en mesas diferentes a aquellas en que hablamos. No todos estuvieron todo el tiempo lo que es justificable pero que impidió mayor riqueza en las discusiones, ya que los temas a tratar están intrínsecamente ligados en este arte que es manifiestamente común.

En la mesa de dramaturgos, Hugo Hiriart se refirió a su obsesión por el teatro mecánico que está investigando como un paso más allá en el quehacer escénico. Gerardo Velázquez y Juan Tovar hicieron sendas reflexiones generales hacia su quehacer, mientras Luis Mario Moncada hablaba de esa teatralidad -a la que también se referiría un día después Juan Villoro- que se encuentra en las calles (y acerca de la que conservo en la memoria la frase de Luis de Tavira: Si todo es teatro, nada es teatro). Marco Petriz no estuvo muy a sus anchas en esta mesa, ya que el creador istmeño se considera antes que nada un director. Y Vicente Leñero nos ensombreció un tanto al anunciar su retiro de la dramaturgia, reviviendo la vieja pugna entre autor y director; esperemos que su retiro sea repensado y no definitivo.

En la mesa de actores intervinieron cuatro actrices, de las cuales sólo Luisa Huertas llevó texto escrito. Julieta Egurrola aclaró que le cuesta trabajo la escritura, y Angelina Peláez y Verónica Langer fueron invitadas de última hora, por lo que de algún modo salieron a ``torear'' sus partes. Conozco a las cuatro y sé que son mujeres reflexivas acerca de su tarea y muy pensantes. Hicieron mayor hincapié en los problemas laborales, lo que les fue injustamente criticado, ya que también los directores de algún modo se refirieron al tema.

Problema laboral, en el sentido de retribución justa por el trabajo es el del productor ejecutivo que planteó, en la mesa respectiva, Marina Mesa. No se omitió hablar de métodos publicitarios, o los requerimientos del escenógrafo, planteados por Mónica Raya que también devinieron en discusión de los dineros para cada producción. Ludwik Margules, por cierto, no estuvo ajeno a este intercambio de opiniones.

Como también en la mesa de directores, el apoyo o la falta de éste fue central en la idea sostenida por Margules, Hilda Valencia y de algún modo Rogelio Luévano -refrendada posteriormente por Fernando Solana- de la necesidad de los teatros y montajes de pequeño formato. Luis de Tavira, a mi entender el más enjundioso en su participación, habló de lo que es el espectador para diferenciarlo del gran público masivo, aunque no estuvo conforme con la sostenida idea del pequeño formato, afín a los grandes montajes que implican escenografía e iluminación, un tanto desdeñadas ambas por Margules. Fue notable el pesimismo acerca del porvenir de nuestro teatro entre los teatristas del centro, mientras que los de los estados, Ignacio Flores de la Lama, de Tijuana, y Marco Petriz, de Tehuantepec, se mostraron confiados y optimistas.

El lunes siguiente a este encuentro se dio un experimento muy interesante a iniciativa de la doctora Mishiko Tanaka, especialista en Seki Sano. Se trató de revivir las experiencias que acerca del montaje de Prueba de fuego de Miller, dirigido por Seki, tuvieron algunos de sus actores. Estuvieron presentes en esta reconstrucción guiada por Susana Wein, Ignacio López Tarso, Carmen Sagredo, Rodolfo Valencia, Ana Ofelia Murguía, Eugenia Ríos y Abraham Stavans. A veces los actores, en la emoción del rencuentro, se dejaban llevar por lo anecdótico, lo que resultó muy sabroso, así como ricas fueron las reflexiones acerca de su quehacer, significadamente las de López Tarso, envueltas en las remembranzas de su trabajo con Seki Sano. Se tomó un video que ojalá se pueda dar a conocer al medio teatral en su conjunto. Así, la gente de teatro piensa al teatro.