Más de 5 mil muertos para defender a Kosovo

Del 24 de marzo al pasado 6 de abril los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia provocaron la muerte de 5 mil 200 civiles y graves heridas a más de 11 mil 300, aseguró ayer el gobierno de esa nación balcánica.

La población yugoslava fue sometida en ese lapso a más de 10 mil ataques de la alianza, en los que se utilizaron 530 cazas y 206 helicópteros.

En ese periodo de la operación bélica lanzada para frenar la limpieza étnica que sostiene realizaba Serbia contra la población de origen albanés de la provincia de Kosovo, fueron lanzados más de 2 mil 500 misiles crucero y explotaron más de 7 mil toneladas de explosivos.

Tres millones de niños resultaron afectados por las consecuencias de la guerra y cientos de miles de personas fueron expuestos al envenenamiento por los gases tóxicos, se indica en un balance divulgado por la embajada de Yugoslavia en México.

Asimismo, 500 mil personas quedaron sin trabajo, por lo que 2 millones de personas están en estos momentos sin sustento. Los daños materiales superan los 100 mil millones de dólares.

Hasta el pasado 6 de abril, asegura el gobierno yugoslavo, fueron destruidos 20 puentes, y otros 12 fueron gravemente dañados por la aviación aliada.

Igual suerte corrieron 16 vías y estaciones ferroviarias, siete carreteras, cinco estaciones de autobuses y una empresa para el mantenimiento de carreteras, así como siete aeropuertos, entre ellos los de Belgrado, Nis y Podgorica.

Igualmente, fueron destruidos o dañados en todo el país balcánico varios miles de objetivos económicos y residenciales. Las mayores destrucciones en zonas residenciales se registraron en las ciudades de Belgrado, Pristina, Novi Sad, Aleksinac, Djakovica, Prokuplje y Gracanica.

Al menos 50 fábricas fueron blanco de misiles de la OTAN, entre éstas de algodón, zapatos, cigarros, amortiguadores, muebles, electrodomésticos, complejos químicos, farmacéuticos, depósitos de materiales para la construcción, así como una fábrica de aviones para la agricultura y más de 250 tiendas comerciales y artesanales en Djakovica.

Un total de 18 refinerías y depósitos de materias primas líquidas y químicas también fueron atacadas, sobre todo en Pancevo, Novi Sad y Sombor, lo que provocó contaminación del suelo y del aire.

Siete complejos agrícolas, 17 hospitales o instituciones de salud y más de 200 escuelas fueron destruidas.

En su balance sobre los daños ocasionados a edificios públicos y residenciales, el gobierno yugoslavo indicó que se atacaron decenas de miles, así como varias centrales hidroeléctricas, estaciones de transformadores y 23 repetidoras de telecomunicaciones, además de 18 monasterios y edificios religiosos, algunos de ellos que datan del siglo XII, como el monasterio de San Nicolás, en el territorio de Kursumlija, y 11 monumentos históricos y museos, entre ellos la ciudad histórica de Cetinje, del siglo X, en Montenegro.

El embajador yugoslavo en México, Dusan Vasic, recordó que ayer martes se conmemoró el Día de Nacional de la República Federal de Yugoslavia, y tras reiterar que la acción bélica de la OTAN es violatoria de la carta de la Organización de Naciones Unidas, señaló que "llegó la hora para que los 186 estados soberanos del mundo, miembros del ente mundial, públicamente se pregunten cómo y por qué solamente 19 de ellos, que son miembros de la OTAN, pueden y deben imponer su dictado a la humanidad entera. Si no lo hacen, mañana cada uno de ellos puede vivir el mismo destino de Yugoslavia".