n Diputados aprobaron en comisiones cambios al Cofipe; el PRI, en contra


Acuerdan opositores facilitar la formación de alianzas

Ciro Pérez Silva y Alonso Urrutia n La mayoría opositora en la Cámara de Diputados aprobó ayer por la noche en comisiones la propuesta de cambios al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), a pesar del enésimo intento de la bancada priísta por obstaculizar la discusión del texto, bajo el argumento de que entre la presentación de la iniciativa ante el pleno y la elaboración del dictamen transcurrieron menos de 24 horas, hecho que calificaron como "un camarazo electoral, digno de entrar al libro de records Guiness".

Durante la reunión de la Comisión de Gobernación, que preside el panista Santiago Creel Miranda, los priístas, quienes en voz de su coordinador, Arturo Núñez Jiménez, anticiparon hace más de un mes que en esta legislatura no irían a ninguna reforma electoral, impugnaron de entrada el dictamen de nueve iniciativas, señalando que las oposiciones estaban legislando al vapor y que se trataba de un acto de "prestidigitación legislativa", aunque las iniciativas fueron presentadas en su mayoría entre marzo y octubre del año pasado.

Modesto, el priísta Rafael Oceguera afirmó: "Ni en los mejores tiempos del PRI se había elaborado un dictamen tan ilegal", como el discutido ayer, y junto con otros miembros de su bancada exigió a Creel que le explicara el motivo de la "rapidez" con que se dictaminaron las iniciativas, aunque en otras ocasiones el mismo legislador ha responsabilizado a las oposiciones de la "parálisis legislativa" que vive el Congreso.

Creel procedió a hacerlo de una manera por demás didáctica: primer acto, explicó: "La comisión recibe el turno por parte de la presidencia de la Cámara; segundo acto, se hace esa convocatoria a la Comisión de Dictamen, que por cierto se le informó al representante de su partido que previamente nos anticipaba que no desearía participar; tercer acto, se instala la comisión y dictamina para convocar luego a una reunión en la que se discutirá el proyecto de dictamen".

Para entonces nadie dudaba de que la estrategia del PRI era extender el debate tanto como fuera posible. Lo hicieron al acudir a la reunión, convocada para las 18:30 horas, con 45 minutos de retraso; continuaron pidiendo que el dictamen de 51 cuartillas fuera leído íntegramente, a pesar de que su contenido había sido publicado en los medios y presentado en el pleno el pasado jueves, lo que llevó poco más de una hora.

Forzaron luego a varias rondas de intervenciones, de tal suerte que pasadas las 10 de la noche seguían impugnando el procedimiento utilizado para elaborar el dictamen, sin entrar a la discusión temática del mismo. Creel intentó poner fin a la discusión, y pidió que se votara si el tema se encontraba suficientemente discutido.

La respuesta de los priístas fue airada: "šNo! Nosotros queremos seguir discutiendo", gritó Oceguera, el más activo de los oradores del PRI, y demandó que se le respetaran sus derechos como legislador de no limitarlo en su facultad de discutir.

"Diputado Oceguera, yo le pediría a usted, y lo hago de la manera más educada, que nos sujetáramos al reglamento", insistió el panista. "Le pediría que siguiéramos los procedimientos, en la inteligencia de que nadie ha violentado sus derechos", y solicitó que se procediera a la votación en lo general del dictamen, lo que finalmente aceptaron los priístas, aunque para argumentar contra el mismo inscribieron a dos oradores.

Una vez discutido en lo general, pidieron examinar los temas de afiliaciones colectivas, sobrerrepresentación, coaliciones y voto de los mexicanos en el extranjero, y, burlándose el resto de los legisladores, pidieron a las 23:20 un receso de una hora. No encontraron eco en las oposiciones, las cuales no inscribieron a nadie para enfrentar los argumentos priístas, quienes se quedaron hablando solos, aunque advirtieron: "Uno por uno o en conjunto, los vamos a vencer".

Finalmente, el dictamen al que el priísta Arturo Núñez consideró que sólo le faltaba un artículo que advirtiera que "el PRI no volverá a ganar una elección" fue aprobado.

El dictamen que será puesto a consideración del pleno mañana flexibiliza los esquemas para conformar las coaliciones y reinstaura la figura de las candidaturas comunes, bajo la premisa de que el Congreso de la Unión no puede permitir regresiones en las instituciones electorales.

La reforma al artículo 64 del Cofipe establece que para la elección de Presidente de la República, diputados o senadores, en coalición, ésta deberá presentarse 15 días antes de que se inicie el plazo para el registro de las candidaturas correspondientes.

Asimismo, se introducen modificaciones para que se determine claramente el monto de las aportaciones de cada partido coaligado al desarrollo de las campañas, y la distribución de tiempos en medios electrónicos, "sin que exista restricción legal alguna a los derechos de los partidos" involucrados.

Bajo la nueva "se evitaría que, por coaligarse, los partidos vean restringidos sus derechos y estén en desventaja en cuanto al financiamiento y a los tiempos de acceso a los medios de comunicación".

El dictamen no sólo incluye la iniciativa presentada por los partidos políticos la semana pasada, sino que también incorpora otras que atañen al orden electoral.

Así, rechaza la propuesta de que para que un consejero electoral sea candidato a algún cargo debe separase de su puesto en el IFE con cinco años de anticipación, toda vez que sería una legislación de excepción, pues para todos los casos se dan 90 días antes.

De igual forma, rechaza la propuesta de que los partidos políticos puedan utilizar el padrón electoral para la selección interna de sus candidatos. Ello, en función de que deben contar con su listado de afiliados y a que la utilización del oficial podría prestarse a un mal uso del mismo.

Se establece que en el caso del voto de mexicanos en el extranjero, el IFE deberá adoptar las medidas pertinentes para garantizar que aquellos que cuenten con credencial de elector puedan hacerlo. Por ello se plantean tres artículos transitorios para garantizar esta modalidad en el proceso del 2000, independientemente de modificaciones para elecciones posteriores.

También se plantea eliminar la sobrerrepresentación de un partido en el Congreso, pues se considera injusto que algún instituto político tenga una mayor cantidad de legisladores por disposición legal que por los votos obtenidos.