n Denuncia sobre Acteal
Colocan la Columna de la infamia frente a la Casa del Lago
"Para denunciar los desacuerdos del Estado mexicano con la población indígena, para que las víctimas sean eternamente memoradas y honradas, y para que los verdugos reciban su castigo justo por sus crímenes contra la humanidad", reza la placa del Congreso Nacional Indígena (CNI) al pie de la escultura Columna de la infamia, del danés Jens Galschiot, y que fue colocada fuera de la Casa del Lago para conmemorar los 16 meses de la matanza de Acteal, así como la destrucción del foro abierto de ese lugar, un día antes que el grupo CLETA lo declarara, en enero de 1996, el "primer Aguascalientes del Distrito Federal".
La obra, enfatizaron Vagn Frausing y Finn Damgaard Andersen, representantes de Galschiot, "simboliza la masacre de Acteal", pero a nivel global se refiere "al maltrato y la violencia contra la humanidad"; puede aplicarse, dijeron, en todos los países donde ha habido injusticia e impunidad, pero "específicamente contra los pueblos indígenas y los pobres, que además sufren la injusticia estructural y del poder."
Aunque Damgaard explicó que la columna es la segunda reproducción de una serie que el autor pretende extender por el mundo, destacó que Glaschiot la creó "inspirado en el movimiento armado en Chiapas, surgido en enero de 1994".
Aseguró que la intención inicial de Galschiot fue donar la primera columna a México, pero al "tener problemas para hacerlo" (no especificó cuáles), optó por llevarla en 1997 a China, para conmemorar la matanza de estudiantes en la plaza de Tienanmen. Sin embargo, en la explicación inscrita en la placa se asienta que la primera presentación de esta obra fue durante el Foro de Organizaciones no Gubernamentales convocado en 1996 por la FAO, en Roma.
Hecha de hormigón sobre un esqueleto de acero, la escultura representa cincuenta cuerpos humanos aglutinados, cuyos rostros expresan sufrimiento, y que se elevan hasta alcanzar una altura de ocho metros y un peso de tres toneladas. El primero de mayo, en el marco de la celebración de Día del Trabajo, será trasladada al Zócalo. (Susana González)
n Reunión con participantes del encuentro indígena
El gobierno "tiró a la basura" los acuerdos de San Andrés: David
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 25 de abril n El gobierno mexicano "quiere borrar para siempre" los acuerdos de San Andrés; los "tiró a la basura" porque no tiene la intención de cumplirlos, afirmó el comandante David, y añadió que cuando habla de ponerlos en marcha, "es cuando más ataca a los pueblos indígenas".
Después de muchos meses de silencio, el dirigente zapatista aseguró que la del gobernador Roberto Albores Guillén es "una política genocida", y él "ya manchó demasiado sus manos con sangre indígena, y también el gobierno federal, que a cuánta gente indígena de México ha asesinado y encarcelado".
David dijo lo anterior a un grupo "disidente" del segundo Encuentro Indígena de las Américas, que el jueves pasado se entrevistó con él en la comunidad de Oventic, municipio de San Andrés Larráinzar, para conocer la situación de los pueblos en resistencia, del diálogo y de los acuerdos, pues estos temas no fueron tocados en el acto.
"El gobierno mexicano tiró los acuerdos de San Andrés a la basura, porque lo que vale para él es sólo lo que él diga y decida; no le importan las voces de millones de hermanos de todo el mundo, que reclaman el cumplimiento de su palabra", expresó David, quien coordinaba a la delegación del Ejército Zapatista de Libera- ción Nacional (EZLN) en los diálogos de Larráinzar.
El diálogo en Chiapas está suspendido porque el gobierno "no quiere cumplir su palabra, a pesar de millones de voces en México y en todo el mundo que reclaman el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés", insistió David a los 23 representantes de 14 países que fueron a visitarlo a Oventic, principal bastión zapatista en los Altos de Chiapas, y quienes proporcionaron la grabación de sus explicaciones.
"Hay muchos hermanos, sobre todo indígenas, que han hecho suyos los acuerdos de San Andrés, pero también hay muchos hermanos que no son indígenas, que desean una vida justa para todos, que han reclamado su cumplimiento", abundó el dirigente rebelde, quien hizo un llamado a la solidaridad internacional.
En las primeras declaraciones públicas que hace en Oventic desde hace mucho tiempo, David indicó el "acto de violencia y provocación" que hizo el gobierno al tratar de desmantelar el municipio autónomo de San Andrés; es un ejemplo de que no quiere cumplir lo que firmó el 16 de febrero de 1996. Pero, advirtió, "nuestros pueblos no van a permitir que nos arrebaten lo que hemos ganado con nuestro propio trabajo", por lo que la sede del suspendido diálogo permanecerá resguardada por tiempo indefinido.
Subrayó que la pretensión del gobierno "ilegítimo de Chiapas", al "atacar la sede del diálogo, era borrar por completo los acuerdos de San Andrés.
Luego el líder rebelde se refirió al segundo Encuentro Indígena de las Américas ųel cual concluyó aquí este sábado dividido en dos grupos: uno prooficial y otro prozapatistaų, y sostuvo que el acto, iniciado el 19 de abril con la asistencia de representantes étnicos de 17 países, "fue un engaño, pues fue organizado por el gobierno que a tanta gente indígena ha asesinado".
Estos gobiernos, que hablan de derechos indígenas, de respeto, de justicia y de democracia, "son los que han asesinado, encarcelado y torturado a nuestros compañeros; cuando hablan de libertad es cuando más nos reprimen", recalcó.
"Lo que quería Albores con este encuentro es que indígenas de otros países de América Latina vinieran a apoyar y aplaudir su política genocida; que otros hermanos se mancharan como él, que está manchado con sangre indígena", puntualizó.
En su extensa plática con los visitantes, David les propuso que organicen un encuentro con los indígenas de América, en el cual "nos expresemos con toda libertad y donde podamos decir cómo queremos vivir en nuestros pueblos".
Posteriormente, el dirigente zapatista pidió a los extranjeros que en sus países "platiquen lo que vieron en Chiapas, lo que realmente está pasando, pues la información que da el gobierno al exterior es pura mentira, nunca dice la verdad, trata de ocultar todo lo que pasa con nosotros con tal de dar una buena imagen hacia el exterior". Los gobiernos de Chiapas y de México, y quienes "han malgobernado a los pueblos, nos han quitado todo el derecho, y por eso existen tantas injusticias".