n Acuerdan 180 académicos e investigadores


Retirar el nuevo RGP, condición para levantar la huelga en la UNAM

Alma E. Muñoz n Ciento ochenta académicos e investigadores acordaron ayer llamar al Consejo Universitario a "retirar" las modificaciones al Reglamento General de Pagos como condición para el levantamiento de la huelga y el restablecimiento de las labores universitarias, y "como condición para establecer mecanismos de diálogo para la reflexión de los problemas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)".

En la primera asamblea que realizaron después del inicio del paro estudiantil en la máxima casa de estudios, hubo discrepancias por responder al llamado de René Drucker, jefe del departamento de Fisiología, para que los académicos se conviertan en una instancia de mediación entre los estudiantes y el rector. Acordaron establecer una "instancia permanente de coordinación de los profesores e investigadores de la UNAM, y abrir un foro de discusión durante la huelga sobre la problemática de los académicos".

Hubo consenso en rechazar el RGP y pidieron solucionar el conflicto de la máxima casa de estudios mediante el diálogo y con el cese a todo acto o medida intimidatoria o represiva contra estudiantes, profesores y trabajadores involucrados en el movimiento.

Por otra parte, unas 50 maestras de Colegios de Ciencias y Humanidades realizaron un mitin frente al Palacio de Minería para manifestarse contra el paro de actividades en la UNAM. Destacaron la necesidad de restablecer el diálogo entre autoridades y paristas, rechazar la violencia en la institución y lograr el respeto irrestricto a la voluntad de las mayorías que se oponen a la suspensión de clases.

Ayer, en el Instituto de Investigaciones Económicas se congregaron académicos e investigadores de 20 institutos, y acordaron cinco resolutivos académicos, de acuerdo con lo que leyó Claudia Shinbaum, del Instituto de Ingeniería:

"Solicitamos que el conflicto se resuelva a través del diálogo y exigimos el cese a todo acto y medida intimidatoria y represiva en contra de los estudiantes, profesores y trabajadores involucrados en el movimiento.

"El diálogo planteado por las autoridades es limitado y no constituye un espacio de discusión amplia e incluyente sobre el Reglamento de Pagos, el financiamiento y, en general, la problemática que vive la UNAM.

"Es necesario sentar los mecanismos de discusión y decisión amplia de todos los sectores de la UNAM sobre la problemática que vive la universidad, como el financiamiento, las formas de gobierno, las políticas de investigación y docencia, los estímulos al personal académico, entre otros.

"Establecer una instancia de coordinación de los profesores e investigadores de la UNAM y abrir un foro de discusión durante la huelga sobre la problemática de los académicos.

"Llamamos al Consejo Universitario a retirar las modificaciones al Reglamento General de Pagos como condición para el levantamiento de la huelga y para el restablecimiento de las labores universitarias, y como condición para establecer mecanismos de diálogo para la reflexión de los problemas de esta universidad".

Previo a la lectura de dichos acuerdos, el consejero estudiantil universitario José Luis Cruz se presentó en el quinto piso de la Torre II de Humanidades de la UNAM para explicar a los investigadores y académicos sobre los motivos que llevaron al paro de labores en la máxima casa de estudios, y les pidió su solidaridad para continuar con su lucha.

En principio, les externó que los paristas respetarán las labores de investigación, que no está a discusión el pliego petitorio y que "el movimiento está por el diálogo, por resolver el conflicto", e invitó a los presentes a solidarizarse.

Adelantó que a discusión del Consejo General de Huelga se encuentra la posibilidad de realizar una consulta entre los jóvenes que están en secundarias, "a quienes debe preguntarles el rector Francisco Barnés de Castro sobre el Reglamento General de Pagos" y, sobre todo, debe reconocer que en el movimiento no hay una minoría, sino la mayor parte de estudiantes inconformes.

Sobre la propuesta de René Drucker, algunos académicos se pronunciaron a favor, como Antonio Lazcano, de la Facultad de Ciencias, quien habló de la pertinencia de contar con una instancia mediadora por parte de esta comunidad. Otros mencionaron que la participación de investigadores y personal académico no puede ser vista como parte de apoyo a un movimiento, en un conflicto en el que el problema de las cuotas va más allá, pues se incluye la problemática que vive esta comunidad.

Por ejemplo, Daniel Cazés consideró que los académicos "no podemos quedar al margen de este conflicto que nos atañe a todos y, por tanto, debemos quedar adentro y no como espectadores".

La cita para la segunda reunión de este personal universitario es el martes en la Facultad de Ciencias y esperan extender la convocatoria a más gente de los 26 institutos universitarios.