La Jornada viernes 23 de abril de 1999

Astillero Ť Julio Hernández López

Ya que su propio arribo al poder se dio en virtud del uso de recursos públicos para la manipulación electoral, el gobernador formal de Guerrero, René Juárez Cisneros, está usando los dineros ahora puestos a su disposición para financiar una red de operación política pensada para ganar con las mismas tretas las elecciones municipales del próximo 3 de octubre.

Aprovechando fondos federales, Juárez Cisneros (pionero en cuanto a gobernadores negros, según una desafortunada referencia pública del presidente Zedillo) está matando dos pájaros de un tiro: por un lado, prepara el triunfo priísta con el que esperaría ultimar el prolongado movimiento de resistencia civil que mantiene en la entidad Félix Salgado Macedonio y, por otro, paga abonos y muestra gratitud hacia su protector y promotor, el gobernador sin licencia, Rubén Figueroa Alcocer.

En efecto, según denuncia presentada ayer por ocho diputados federales en San Lázaro, Juárez Cisneros ``subsidia el fertilizante utilizado para la siembra con recursos del ramo 33, que van dirigidos a la obra pública de los ayuntamientos; le compra el fertilizante al compadre de Rubén Figueroa, de apellido Sotelo, y lo transporta a través de Figuermex, empresa privada también propiedad de Rubén Figueroa Alcocer''.

Los diputados (obviamente ajenos al priísmo, la mayoría perredistas) sentencian: ``Negocio y política facciosa conjugados con recursos federales''. Tales manipulaciones de índole electorera, señalan, viola diversas leyes, acuerdos y compromisos, pero también ``crea las condiciones para un clima de ingobernabilidad en el estado, cuyo costo terminará pagando la población guerrerense''.

Agregan los legisladores un dato que ciertamente está generando turbulencias diversas en la política de aquella entidad: el nombramiento, por parte del gobernador Juárez Cisneros, de delegados municipales que pasando por encima de los presidentes actuales (que ya van de salida) están preparando, con el uso de recursos públicos, las campañas priístas en pos de las futuras presidencias municipales y, al mismo tiempo, el castigo presupuestal de las alcaldías no priístas.

Por todo ello, los denunciantes han demandado a la instancia legislativa a la que pertenecen, que se investiguen los hechos mencionados para, así, elaborar un informe que se rinda ante el pleno de la Cámara y, después, se remita a las autoridades federales y estatales con ``sus conclusiones y recomendaciones''.

Los diputados firmantes de la denuncia aquí comentada son Martín Mora Aguirre, Alberto López Rosas, María de la Luz Núñez, Bonifacio Peñaloza, Juan José Rodríguez Pratts, Armando Chavarría, Marcelino de Jesús Díaz y Victoria Peñaloza.

La precandidatura de Diego: un gran logro de Fox

La desmesura política de Vicente Fox llegó al extremo de enfrentar y ofender (con sus desplantes fanfarrones, con su palabrería efectista pero vacua, con su visión de mercadotecnia pero no de política) a los sectores dominantes de la estructura panista nacional y, en particular, a una pieza central de la cúpula blanquiazul: Diego Fernández de Cevallos.

Movido de manera permanente por una enfermiza propensión a declarar respecto de cualquier cosa en términos altisonantes (irreflexivos pero llamativos), Fox parece haber creado su propio anticuerpo: otro personaje altisonante (pero no irreflexivo) y teatral (pero con sustento) que (¡Ironías de la vida!) estaría apareciendo a estas alturas de la telenovela blanca y azul como el héroe salvador de los principios doctrinarios y la honra política del panismo que habrían sido mancillados (¡Santos cambios que se dan en las historietas, Batman!) por un villano guanajuatense denominado Kalifox.

El superjefe Diego, pues, estaría llamado a enfrentar al personaje de las botas picudas que, sin nada de serenidad ni de paciencia, habría intentado ofender la castidad de los panistas con una asociación pandilleril denominada ``Amigos de Fox''.

Astillas: Hay preocupación en influyentes ámbitos del gobierno federal por la serie de desatinos cometidos por el gobernador interino de Chiapas, Roberto Albores. Hay quienes aun siendo defensores de la línea dura federal creen que el mandatario del sureste se extralimita y está creando más problemas de los que dice resolver. Una de las líneas de razonamiento que se analiza es la difundida por algunos de los voceros oficiosos de Albores, quienes esparcen la versión de que el peculiar gobernador interino habría de relevar a Francisco Labastida Ochoa en Gobernación cuando el sinaloense renunciase a su cargo para buscar la postulación presidencial. Con Albores en Bucareli no habría duda de la línea política a seguir en Chiapas, dicen los promotores de esa alucinada tesis que, sin embargo, aquí se consigna no por creerla posible, sino para entender un poco alguna causa de los aceleres recientes de don RobertoÉ Sigue creciendo la bola de nieve llamada Miguel Alemán Velasco. El gobernador veracruzano concita apoyos de todo tipo, y genera buenos gestos entre la comunidad empresarial, pues con él estaría garantizado el proyecto histórico que mediante la combinación de política y negocios le dio estabilidad durante largo tiempo a la clase dominante de este paísÉ Ayer estuvo el presidente Zedillo en el estado de México. Ciertamente no es posible pensar que la acción de gobierno se detenga por las coyunturas electorales, pero tampoco es posible desestimar el significado político que tienen tales visitas en la movilización de grupos sociales vinculados de manera clientelar al priísmo. En la normalidad democrática que el presidente Zedillo trata de construir, resalta cada vez más la incongruencia de ligar las giras presidenciales, con su cauda de efectos políticos y sociales, del apoyo electoral al priísmoÉ Esta columna tiene el placer de comunicar a sus favorecedores y amigos que el señor gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo Pintado, ha tenido a bien puntualizar que él no es el candidato de Carlos Salinas de Gortari para la Presidencia de la República. La notificación se hace pública para todos los efectos a que haya lugarÉ Don José Angel Gurría, por su parte, aprovechó su visita de ayer a Pachuca, Hidalgo, para reconocer, entre otras cosas, que no podrá ser candidato presidencial por el PRI debido a los famosos candados estatutarios del tricolor. Eso sí, exhortó a dicho partido a cambiar como lo hacen organizaciones similares en todo el mundo.

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