n Ayer se sumaron ocho escuelas y facultades; disputas entre estudiantes
La UNAM, totalmente paralizada a partir de hoy; 267 mil, sin clases
n Directivos sacan mobiliario, equipo de cómputo y hasta animales n El CGH teme provocación
María Esther Ibarra n La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) quedará paralizada hoy, al sumarse a la huelga --ya sea por decisión de los estudiantes o por cierres ordenados por los directores-- ocho escuelas y facultades más, con lo cual suman 36 plantes en paro y 267 mil estudiantes sin clases.
Además, anoche el Consejo General de Huelga cerró todos los accesos a Ciudad Universitaria, y se prevé que en el transcurso de este día clausure el conjunto de inmuebles del campus universitario. A la medianoche las autoridades decidieron cerrar los accesos a la torre de Rectoría, pero los estudiantes no habían colocado las banderas rojinegras.
El rector despachará en una oficina ubicada en San Jerónimo y la oficina de prensa se instalará provisionalmente en Cracovia 40, colonia San Angel.
Los estudiantes Bolívar Huerta, José Luis Cruz y Rodrigo Figueroa afirmaron que el rector Francisco Barnés de Castro giró órdenes a los directores de institutos y centros de investigación para que cerraran las instalaciones. Por ello, se deslindaron de los perjuicios a las labores de investigación, pues ''acordamos respetar el trabajo de los investigadores''.
La tensión continuó ayer en la máxima casa de estudios, al ocurrir enfrentamientos entre alumnos a favor y en contra del paro en la Facultad de Veterinaria, así como intentos de romper la huelga en las de Derecho y Arquitectura por parte de opositores.
Hoy al mediodía, estudiantes de Ingeniería y del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) colocarán las banderas rojinegras. En la primera facultad el director decidió cerrar. Hubo 4 mil 39 votos a favor de la huelga y 2 mil en contra. Mientras, en la Escuela Nacional de Música se decidió por 534 votos contra 322.
En la de Psicología, la huelga estalló anoche a las 23 horas, luego de la consulta efectuada por la mañana. Participaron 2 mil estudiantes de una población escolar de 3 mil 250. Setenta por ciento se manifestó a favor, 25 por ciento en contra y hubo algunas abstenciones. Asimismo, 27 de 56 académicos apoyaron el paro, en tanto que 35 docentes y mil 617 alumnos rechazaron las clases extramuros.
Desde ayer la máxima casa de estudios estuvo semiparalizada, pues también suspendieron actividades las escuelas nacionales de Artes Plásticas, Música y de Enfermería y Obstetricia, así como Televisión Universitaria, la biblioteca central, el Espacio Escultórico, los centros de Estudios para Extranjeros y el de Enseñanza de Lenguas Extranjeras, así como el conjunto de institutos y centros ubicados en la torre 2 de Humanidades.
En las facultades de Medicina y Veterinaria, los estudiantes aseguraron que los propios directores cerraron las instalaciones y que se sustrajo mobiliario y equipo de cómputo e incluso se sacrificaron animales utilizados para investigación.
Cerca de 300 estudiantes de Medicina se congregaron en asamblea en la explanada principal, donde acusaron al director Alejandro Cravioto de ordenar la suspensión de clases, sin esperar a que se realizara la consulta para determinar si acordaban o no ir a paro.
Se acordó llevarlo a cabo a partir de los primeros minutos de mañana, con el voto favorable de 54 representantes de grupos, 38 en contra y una abstención. Los participantes calcularon que 60 por ciento de la población estudiantil de la facultad estuvo representada.
Anunciaron que permitirán el acceso de investigadores para no perjudicar sus trabajos de laboratorio y responsabilizaron a Cravioto de la seguridad de las instalaciones de la facultad.
Cerca de las cuatro de la tarde, estudiantes de la Facultad de Veterinaria decidieron colocar las banderas rojinegras, pues desde la una de la tarde el director Luis Alberto Zarco había decidido cerrar el plantel. Momentos antes hubo una confrontación entre estudiantes partidarios de la huelga y opositores. El director abandonó las instalaciones, sin importarle que un grupo de estudiantes y maestros se enfrentara con los paristas.
La delegación sindical de Veterinaria calificó de ''irresponsable'' la actitud del funcionario y confirmó lo dicho por los estudiantes Berenice Meza, Carlos Galicia y Ana Luisa Medina: entre la semana pasada y el lunes 19, Zarco cerró el Hospital de Pequeñas Especies y comenzó a trasladar equipo.
A las seis de la tarde, el estudiante Efraín Vega fue golpeado y despojado de su cámara de video por el profesor Oscar Oliveros Belmont. El alumno filmaba a funcionarios de Veterinaria que se llevaban caballos propiedad de la facultad. El agredido presentó denuncia ante el Ministerio Público.
Mientras, estudiantes de la Facultad de Contaduría y Administración realizarán hoy un referéndum para votar la huelga, y se deslindaron de cualquier acto de violencia y provocación, ya que las autoridades del plantel suspendieron las clases por la tarde.
La Comisión de Enlace del Consejo General de Huelga (CGH) dijo que teme una provocación durante el mitin en el Zócalo, donde concluirá la marcha estudiantil que partirá a las cuatro de la tarde del Casco de Santo Tomás, pues Antorcha Campesina efectuará en el mismo lugar un festival. Por ello, los estudiantes informarán al gobierno capitalino para deslindarse de cualquier incidente. (Con información de Alejandra Parra)
n Aún no conviene recuperar planteles: directores
Se demandaría a dirigentes estudiantiles, dicen autoridades
Alma E. Muñoz n La toma de instalaciones en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue calificada por cinco directores de facultades como "violenta" y contraria a la decisión de la comunidad universitaria. Por ello, ya el abogado general de la máxima casa de estudios, Gonzalo Moctezuma Barragán, analiza junto con directivos como Máximo Carvajal si corresponde presentar demandas contra dirigentes como "los hermanos Leal --sin dar nombres-- y Francisco Cruz Retama (estudiante de Economía)", según dijo el propio responsable de la Facultad de Derecho.
A esta lista podrían sumarse --de acuerdo con la lista de estudiantes y profesores que por la mañana proporcionó el director de Información General de la UNAM, Gerardo Dorantes, a una radiodifusora capitalina, información que más tarde se negó a aclarar-- Higinio Muñoz, Rosa María Bayona, Ramón Luna Cruz, Javier Fernández y "los hermanos Lozano".
Los anteriores son "agitadores" para los directores de las facultades de Derecho, Máximo Carvajal; Odontología, José Antonio Vela; Medicina, Alejandro Cravioto, y de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, Eduardo Chávez Silva, porque promueven paralizar la Universidad, y en voz del primero, rechazaron formas de diálogo distintas a la propuesta por el Consejo Universitario para no "provocar un caos, caer en la anarquía o desconocer nuestras posiciones reglamentarias y legales".
Por el momento, según ellos no es conveniente aún recuperar los planteles para evitar confrontaciones entre paristas y opositores al movimiento. No obstante, refirió, "nadie se puede resignar a un despojo violento, como ocurrió en Derecho".
Alrededor de las 11 horas, Alejandro Cravioto decidió cerrar su plantel como medida precautoria contra "actos de violencia" similares a los ocurridos la noche del martes en Derecho. Esto originó que 53 de 90 representantes de grupo determinaran, mediante votación en asamblea, sumarse al paro desde este viernes sin el cierre de las áreas de investigación, y con el deslinde de responsabilidades sobre lo que pudiera ocurrir entre hoy y mañana a las instalaciones.
En conferencia de prensa hubo consenso entre los directores de Artes Plásticas, Derecho, Odontología y Medicina acerca de llamar "agitadores" a quienes promueven paralizar la UNAM y no aceptan otras formas de diálogo que las establecidas por el Consejo Universitario porque, como dijo Máximo Carvajal, "sería provocar un caos, caer en la anarquía o desconocer nuestras posiciones reglamentarias y legales".
Por separado, el de Veterinaria, Luis Alberto Zarco, también se sumó a las acusaciones y externó que estudiará con Gonzalo Moctezuma el rumbo de las querellas que deberá presentar por despojo contra quienes resulten responsables de la toma de su plantel; planteó además la posibilidad de sacrificar animales.
En conferencia de prensa conjunta, los cuatro primeros citados reiteraron las acusaciones que, presuntamente, vinculan a los estudiantes en paro con agrupaciones externas a la máxima casa de estudios, y adujeron que "grupos extraños" a los planteles son quienes originan la toma de edificios "violentamente".
Gerardo Dorantes por ejemplo, habló durante entrevista radiofónica de un grupo "estilo comando", y de la estructura de un "árbol genealógico, el árbol del organigrama político que actúa en la UNAM con otro de afuera", y en donde se encuentran Higinio Muñoz --de 32 años de edad y con 13 en la UNAM, según explicó--, los "hermanos Lozano", Francisco Cruz Retama, Rosa María Bayona, Ramón Luna Cruz y Javier Fernández. Añadió que cuentan con celulares e intercomunicadores personales.
La explicación más extensa la proporcionó el director de Derecho quien, junto con el de Odontología, denunció que, con base en su experiencia en la máxima casa de estudios, durante las últimas protestas estudiantiles se ha vivido dentro de la UNAM el "clima organizado, orquestado y virulento más fuerte".
Los citados directores protestaron por el rumbo que tomó el cierre de planteles pese a que "la mayoría de la comunidad" se manifestó por seguir con las clases mediante referenda y firma de documentos.
El de Odontología externó que con las protestas en la UNAM, más de 300 mil pacientes de escasos recursos son "parcialmente" atendidos en 12 instalaciones.
Cravioto, en tanto, externó su preocup ación por que los seis mil 500 estudiantes de Medicina pierdan el semestre y enfrenten la decisión de que, por el periodo vacacional, no se recuperen clases. En la conferencia se adelantó a dar por hecho el paro de actividades en ese plantel y refirió que las clases extramuros para alumnos inconformes con la medida podrían darse en 47 hospitales de la zona metropolitana.
Para el de Artes Plásticas, además de la toma de dicha escuela hay inquietud porque deberán pagar seguro por la suspensión de exposiciones nacionales e internacionales mientras dure el movimiento.
"Fuimos despojados de nuestros planteles", fue la acusación directa de los funcionarios, quienes esperan consentimiento y directrices del abogado general para presentar querellas contra algunos paristas, aunque, a excepción de Carvajal, evitaron dar nombres. Lo cierto es que son identificados, de acuerdo con lo dicho en la conferencia de prensa, por personas de las facultades de Ciencias, Economía, Filosofía, Ciencias Políticas y los colegios de Ciencias y Humanidades.
A unas horas de la posible paralización total de actividades en la UNAM, y según información oficial, 267 mil alumnos estarían en riesgo de perder el semestre y el costo por día para la máxima casa de estudios sería de 55 millones 421 mil pesos.
n Una decisión autoritaria incendió la pradera
La alegría va ocupando el lugar del susto inicial en la UNAM
n Los jóvenes pusieron la universidad pública en el centro del debate
Hermann Bellinghausen n Esa huelga camina. Hay algo de condición líquida en movimientos sociales como el que se está gestando, con sorprendente rapidez, en la Universidad Nacional Autónoma de México. En sólo tres días, y casi sorprendido de sí mismo, el movimiento estudiantil que se opone al reglamento de pagos del rector Barnés ha ganado casi toda la universidad e importantes batallas simbólicas; y sobre todo, los estudiantes lograron por fin poner a la universidad pública en el centro del debate nacional.
No parecía haber terreno fértil para una protesta consistente contra la reforma que implantaría cuotas en la universidad. Pero en México, como es sabido, el horno no está para bollos en ningún lado, y los estudiantes del año 2000 se estaban tardando en reaccionar. Hoy su ola parece irresistible.
En tres días han demostrado que existen. Se han hecho escuchar. Y han ido convenciendo, no sin rispideces y de muchos modos a estudiantes de las facultades y escuelas refractarias al paro. ƑNo-que-no? Va de consenso.
Una vez más, una decisión de autoridad en la UNAM incendia la pradera. Hay encono, hay enojo, hay irritación del lado del no a la huelga. Pero una cosa sí logró, esta semana, y contra sus propósitos, la ley Barnés: "abrió el debate entre los del sí a la huelga y los del no. Incorporó a los indecisos, los indiferentes y los avionados. A los estudiantes que trabajan, en sus trabajos les preguntan los demás obreros o empleados sobre la huelga, si sí es grande o no, y sin quererlo, se vuelven brigadistas ciudadanos. Es el tema de las familias, los transeúntes, los miles de jóvenes a media calle por toda la ciudad.
De momento, lo más notable de la expansión de la huelga de protesta ha sido el proceso de autorreconocimiento que desató. El caso de la Facultad de Medicina es ilustrativo. De manera atípica, allí había consenso mayoritario contra las cuotas, pero no a favor de la huelga. Esa postura intermedia, atada a un candoroso diálogo por venir con las autoridades, cayó de pronto cuando el director, Alejandro Cravioto, en previsión de que no lo botaran como a su homólogo de Derecho, hoy por la mañana mandó cerrar las instalaciones de la Facultad. Este mediodía, en asamblea, usando de teatro la escalinata central, echados fuera por las autoridades, los estudiantes cambiaron el sentido de sus anteriores votaciones, y los representantes de grupo presentes (poco más de la mitad del total), votaron por la huelga. Se sen- tían engañados por las autoridades, y eso tenía hoy a muchos estudiantes sacados de onda y tomando vuelo.
Las aguas crecientes
El susto de la inexperiencia, que la noche que estallaron la huelga tenía a muchos estudiantes francamente aterrados, ha ido cediendo su lugar a una especie de confianza, de alegría. De triunfo incluso, gracias a diversas circunstancias, como el empecinamiento del director de Derecho, Máximo Carvajal, al convertir su facultad en bastión del no a la huelga, y él, como mascarón de proa, encarando las crecientes oleadas de estudiantes que, obviamente, lo vencieron. Y ganó una derrota que se veía en su rostro, en el de Sergio García Ramírez, y en el de todos los que lo acompañaron en su empeño.
La "batalla" de Derecho, librada ayer de la una de la tarde a las nueve de la noche, fue un episodio dramático, fuerte. Máximo Carvajal y sus adeptos, detrás de un grueso mecate tendido, oponían una valla a los miles de estudiantes que formaban una valla viva y caótica para que se fueran.
La confrontación de Carvajal, aun después de una asamblea allí mismo y en su presencia, donde los estudiantes de Derecho votaron a favor de la huelga, hizo más cara la victoria de los huelguistas, pero también mucho más patente y penosa su derrota. Se hablaba de que en el interior de la facultad había gente armada. Hubo amenazas, porros, guaruras, también estudiantes y funcionarios. Todos hablaban fuerte.
Pero en medio de todo esto, uno y otro bando discutían. En ese momento, claro, ya en un nivel de sordera difícil de vencer, pero las discusiones siguen en marcha, y esta tarde se pudieron presenciar interminables debates entre huelguistas y simpatizantes de Carvajal.
Así comienza el diálogo.
Otra cosa que hizo el director de Derecho fue volver el asunto una cuestión de honor personal, lo que lo llevó a amenazar con proceder judicialmente y al ambiente de amedrentamiento que propició antes y después de la huelga, y que ahora sale a la luz.
También en Derecho se dio ese autorreconocimiento. La lucha de clases existe, con perdón de las nuevas tendencias sociológicas, y en ella hay un lado y hay otro. Se ha revelado la existencia de una nueva UNAM burguesa, clasista, racista, apoyada en las viejas estructuras autoritarias y en la ley universitaria siempre rebasada, pero nunca bien reformada en un sentido democrático.
Hoy podía leerse en una cartulina sobre las barricadas de triplay en el acceso a Derecho: "Todos sabemos que se toman decisiones, y también sabemos que nunca somos parte de ellas. Abajo la elite".
La discusión entre la universidad gratuita y la de paga destapa muchos pozos a la vez: unos, manantiales; otros, cloacas. La UNAM se echo a andar. Más allá de las gracejadas clasistas y racistas que en cada huelga se gasta la derecha ilustrada, la cosa no les parece tan trivial a los nuevos universitarios.
El anquilosamiento salta a la vista en los mecanismos que desfilan, uno tras otro, como un solo y largo dejá vu: el aplastamiento declarativo y mediático a la nueva huelga de la UNAM; el gasto millonario para promover las propuestas de rectoría, siempre de acuerdo a la línea del gobierno federal; el ambiente de amenaza y represión académica. Nada que no se haya visto antes, de 68 para acá, pero en esta ocasión con el elemento adicional de los lineamientos obligatorios de la policía financiera internacional.
Un joven golpeado y un burro cojo
Una ola de participación e inquietud cívica recorre la UNAM en sus niveles superior y medio-superior. La huelga contra la ley aprobada hace un mes en el Instituto Nacional de Cardiología por el Consejo Universitario, nuevamente acotado por la realidad, no hace sino crecer.
No es un asunto de indumentaria, aunque en Derecho lo pareciera. Sí es un asunto de clase y de actitud social. Se transparenta en las estudiantes de Veterinaria que no pueden oculotar su fenotipo de güeritas...o sea, y que hoy intentaron sacar los animales de su Facultad.
Un estudiante de Ciencias filmó la operación y fue golpeado brutalmente por porros no identificados, quienes le arrebataron su cámara. Pero el horno no está para bollos. El insólito espectáculo de caballos de raza y un burro cojo comiendo su pienso en un parque de la calle Cerro del Agua se tornó una airada concentración de protesta de los huelguistas contra la agresión, que consideraban provocadora e irresponsable, y por una película robada y un joven ensangrentado los de Veterinaria se ganaron todas las cámaras y las denuncias, y se puso aún más en evidencia la clandestina huida.
De ahí ese grito, un tanto obvio, que se repite en las distintas asambleas: "Educación/primero/al hijo del obrero. Educación/después/ al hijo del burgués".
Contra todo cálculo neoliberal, la disputa por la UNAM renace. ƑCuánta imaginación logrará generar?
La otra escuela
Un aura de irreprimible primavera va ganando la movilización estudiantil. Las asambleas, el cotorreo, los encuentros con el don de gentes en exaltación y convicción. El motivo de la protesta se va transparentando, y el susto inicial, cercano al vértigo, va tornándose alegría y terrible esperanza. Un maestro ceceachero decía ayer: "Basta ver cuánta frescura. No hay dirección clara, no se han consolidado líderes, pero eso está bien. Nadie ha metido las manos. Está por hacerse". Espontaneidad que también tiene sus riesgos.
Hay un caos buscando cauce, un Consejo General de Huelga de perfil cambiante, en cuyo seno las corrientes tradicionales (ultras y reformistas) han sido rebasadas, como todo, en tres días de huelga. En la marejada participan, de manera conmovedora, los padres de familia. En las preparatorias y CCH, en Ciudad Universitaria, cuidando, apoyando a sus hijos.
En Química, la cocina recibe de día guisos de las madres de familia, y en la noche queda a cargo de los estudiantes varones, porque a las mujeres todavía no les dan permiso de pasar la noche en guardia. Los arroces van de las facultades ya organizadas a las que apenas se incorporan. De Filosofía y Química a Odontología y Veterinaria, y así, creciendo. De momento, CU luce animada, llena de estudiantes. Hay un permanente debate.
Todavía no saben cómo hacer una huelga. Piden consejo a los sindicalistas universitarios trabajadores que, discretamente, los apoyan en todas las escuelas. Y luego, los ingredientes nuevos: es la primera huelga universitaria en una ciudad gobernada por la opinión de izquierda; con toda la histeria de los medios, la represión parecería muy, muy costosa, pero ante todo, improbable.
(Anteayer, al llegar unos estudiantes al CCH Sur un grupo de estudiantes se toparon con unos granaderos en los alrededores de su escuela. De inmediato uno empezó a protestar contra la represión y todo eso, y un compañero le dijo: "cállate, pendejo, que nos están cuidando de los porros". Times are aƀchangin', como diría el viejo Dylan. Otra vez.
Aunque el rector y los directores autoritarios, como Carvajal y Cravioto, andan a la caza de presuntos perredistas, no parece haber participación de un PRD estudiantil, o en todo caso, no es la que funciona. En cambio, una manta en Derecho habla de otra realidad: "Zedillo es del PRI. Barnés es del PRI. Máximo es del PRI. Fuera manos de la UNAM".
Los porros en Derecho y en las prepas son reconocibles de lejos, como siempre. Por ese lado no hay novedad.
Por el otro, el de la protesta, aún no queda clara la novedad, si la hay. Durante la asamblea general, la noche del lunes, en el reconquistado Che Guevara donde se instaló el Consejo de Huelga, ya no sumaban unos cuantos, y no parecían dispuestos a dejarse. De hecho el auditorio resultó insuficiente.
Todavía el lunes, la anticlimática ceremonia de colocación de la bandera rojinegra en el asta bandera de Rectoría, a manos de estudiantes y luchadores enmascarados y con los pies mojados, arrojaba dudas sobre la fortaleza de la huelga.
Para hoy miércoles, los símbolos son lo de menos. La protesta se derrama. La identificación común del estudiantado suelto, sin privilegios ni compromisos, está en pleno espejeo.
Una de las primeras lecciones es que todavía, en 1999, la UNAM pertenece a todos. La noticia no es que haya dos bandos, dos ideas de universidad, dos finali- dades, sino que la parte antiautoritaria, antielitista y de vocación popular en diversos grados sigue existiendo y crece. Todavía se mueve.
Una imagen esta tarde, en el Paseo de las Facultades de CU, da idea del clima que se gesta: al pie de un árbol de jacaranda, un grupo de muchachas se rociaba de flores como confetti. Una de ellas agitaba con esfuerzo el tronco, y las demás, riendo, se dejaban bañar de hojas y flores color lila. Ya adornadas sus cabelleras, siguieron caminando a media calle.
Empieza el aprendizaje. Como decía hoy un colega reportero: la escuela por otros medios.