n Diódoro Guerra los insta a volver a las negociaciones
Sindicalizados consideran un éxito el paro laboral en el IPN
Salvador Guerrero Chiprés y Claudia Herrera Beltrán n Después de 14 años sin paros de labores, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) vio suspendidas ayer sus actividades por una protesta de sus 12 mil 500 trabajadores administrativos, en la que participaron unidas las antes irreconciliables corrientes institucional y democrática en demanda de un incremento en el monto de sus prestaciones.
En respuesta, el director del IPN, Diódoro Guerra, hizo un llamado a los trabajadores agrupados en la sección 11 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) a regresar a la mesa de negociaciones para que las autoridades politécnicas presenten su nuevo ofrecimiento, adicional al incremento salarial de 17.9 por ciento y de 2.1 por ciento en prestaciones.
Antes, el coordinador de la Comisión Revisora del Salario y Prestaciones de los empleados politécnicos, Cecilio Sánchez Recillas, consideró que el paro de labores fue un éxito, y dijo que están analizando la posibilidad de promover la suspensión de labores por tiempo indefinido a partir de la próxima semana, una vez que se haga un balance de la protesta de 48 horas que concluye hoy.
Entrevistado después de asistir a la residencia oficial de Los Pinos a la entrega de un premio de ciencia y tecnología, el titular del Politécnico informó que el balance del paro de labores era muy negativo para la institución: no laboraron todas las escuelas, hubo una pérdida incalculable, además del retraso en los programas académicos y en las tareas de investigación.
A las 5 de la mañana comenzaron a cerrarse las instalaciones. Los activistas del sindicato clausuraron la totalidad de 23 escuelas superiores, 16 escuelas de bachillerato y 14 centros de investigación y "áreas centrales" una hora después.
Casi 15 mil profesores, unos 165 mil estudiantes y 2 mil investigadores ųsegún la estimación oficialų no tuvieron acceso a la continuidad de sus clases y proyectos científicos. Los menos informados fueron atendidos en las diversas puertas de accesos a los campus politécnicos y se retiraron a sus casas.
En una experiencia que el Politécnico no tenía desde que en 1985 hubo un paro sindicalmente infructuoso de 26 días, los representantes, brigadistas y trabajadores comenzaron a valorar la posibilidad de un nuevo paro indefinido, indicó Sánchez Recillas, a la cabeza de un movimiento que combina los esfuerzos de institucionales y democráticos ų36 delegaciones y 17, respectivamente.
Hoy, a las 10 de la mañana del segundo día de paro, una marcha partirá del Monumento a la Revolución a la sede de la Secretaría de Educación Pública. Las estimaciones de participación en ella variaron de 4 mil a 8 mil, según diversos dirigentes seccionales que fueron entrevistados en el Casco de Santo Tomás y en Zacatenco.
Los trabajadores docentes democráticos ųcuatro de 53 delegaciones sindicalesų decidieron a apoyar el paro "porque lo que consigan unos trabajadores beneficia a los demás", expresó Víctor Montiel, secretario general de la delegación sindical de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME).
Asimismo, un grupo de 30 dirigentes estudiantiles inició esfuerzos de "coordinación politécnica" en apoyo al paro.
Miguel Angel Vázquez Cruz, otro de los integrantes del grupo coordinador del paro, coincidió con Cecilio Sánchez y otros dirigentes en el sentido de que debe valorarse el desarrollo de acciones "más radicales".
La Dirección General del IPN consideró que esta medida "es una acción unilateral" de los trabajadores de apoyo y asistencia a la educación, e insistió en aclarar que este conflicto "obedece a una problemática laboral y administrativa que se enmarca única y exclusivamente en el proceso de revisión salarial y de prestaciones que nada tiene que ver con cualquier situación relacionada con otras instituciones o sectores de la sociedad".
Diódoro Guerra insistió en señalar que desde que en febrero los representantes sindicales abandonaron la mesa de negociaciones "las autoridades del Politécnico han mantenido una actitud de apertura total en la búsqueda de soluciones a esta situación".
El argumento que los sindicalistas consideran inaceptable es que "no hay dinero", aunque, como lo han criticado, "sí lo hay para pagar los quebrantos de los banqueros".
Sánchez Recillas señaló que sin una invitación "formal y directa", acompañada de una propuesta, no podría suspenderse el paro que concluiría a las 5 de la mañana del jueves "cuando entregaremos las instalaciones".
Recordó que además del incrementó ya aceptado por la dirección nacional del SNTE, de 17.9 por ciento y de 2.1 por ciento en prestaciones, la institución ofreció establecer un "tabulador horizontal" que supone crear dos categorías por cada uno de los 16 puestos de base. Mencionó también el establecimiento de un estímulo de eficiencia en el trabajo que beneficiaría a todos los trabajadores. Los sindicalistas dicen que tal estímulo "es una grosería" porque representa 18.9 pesos al mes "63 centavos por día a ver para qué alcanzan", aunque, según el IPN, existe una "imposibilidad" económica.
El IPN indicó que por medio de su "área jurídica dictaminará lo conducente ųsobre el paroų, de acuerdo con la legislación vigente, para aplicar las sanciones que conforme a derecho procedan".