n Los huelguistas, "ebrios de poder", dijo al rector
Enfrentamiento en Derecho; Carvajal quiso impedir el paro
n Numeroso contingente estudiantil colgó las banderas rojinegras
María Esther Ibarra n Luego del enfrentamiento suscitado ayer por la noche en la Facultad de Derecho al oponerse su director, Máximo Carvajal Contreras, a la decisión de estudiantes de ese plantel de irse a la huelga, el rector Francisco Barnés de Castro advirtió que se tomarán las medidas que sean necesarias, y condenó que los paristas no respetaran a las dependencias contrarias a la suspensión de actividades.
"Comparto con ustedes la indignación, y está muy claro de qué lado está la intransigencia, la intolerancia y la violencia", manifestó Barnés de Castro a Carvajal Contreras cuando éste acudió a Rectoría para solicitar la intervención del abogado general y proceder a formular las denuncias penales ante las autoridades competentes.
Y es que a las 9 horas, al grito de "šSí se puede!", ingresó al plantel un contingente numeroso de estudiantes --alrededor de mil 200, según el propio Carvajal-- que finalmente logró su objetivo: "Derecho en huelga". Durante la toma de las instalaciones fue cortada la energía eléctrica, lo que generó más tensión. De inmediato, Carvajal se refugió en sus oficinas. Se exigía su salida y la de funcionarios que se encontraban atrincherados en el primer piso del plantel. Un petardo, que nadie supo de dónde salió, estalló en el interior.
Sudoroso y nervioso, con la camisa húmeda, el director de Derecho encontró a su paso a Sergio García Ramírez, quien lamentó los hechos. "Sólo el diálogo, la ley y el respeto pueden evitar este tipo de actos", dijo, y rechazó que se apele a la fuerza pública para resolver los conflictos universitarios. "Es necesario que las partes se sienten a dialogar, por largo y cansado que sea". El ex procurador general de la República consideró que "no llegó aún el momento para que intervenga la Junta de Gobierno". Previamente, Carvajal expresó al jurista: "Me retiro ante la violencia". Rodeado por su equipo de seguridad, caminó hasta la Rectoría. Desde la explanada se comunicó por medio de un celular con el rector. "Estoy aquí abajo con un grupo de 100 personas que fuimos desalojadas violentamente. Te pido unos minutos para informarte de lo sucedido".
Minutos después, el rector Barnés apareció en la puerta lateral de la Rectoría. Ahí, Carvajal le comunicó: "defendimos hasta el límite nuestro plantel para evitar violencia física. Tengo miedo, porque adentro quedaron entre 400 y 500 personas. No sabemos del mal uso que se le dé al patrimonio universitario, por lo que no me responsabilizo de lo que suceda. Fuimos sacados por unos ebrios de poder, porque no son universitarios".
Atento, el rector Barnés escuchó, para enseguida agradecer "el esfuerzo que han hecho por defender los principios en los que creen con respeto y tolerancia, pero también con firmeza". Agregó que la universidad ha sido absolutamente respetuosa del derecho a disentir de todos los universitarios, e incluso afirmó que no ha habido un solo intento de molestar las múltiples manifestaciones que estos grupos han realizado a lo largo de su campaña de protesta.
Expresó que los paristas rompieron su compromiso de respetar a la comunidad contraria al paro. "No cumplieron, y desde ayer impidieron las actividades en muchas instalaciones. Así, la Escuela Nacional Prepatoria fue vejada, la Facultad de Arquitectura y varias más". Después les pidió retirarse y no caer en provocaciones.
Barnés anunció que en los próximos días los convocará para considerar sitios y condiciones en las que pudieran reanudar actividades. Acto seguido, ingresó a la Rectoría junto con Carvajal. Momentos antes se suscitaron gritos, empujones y jaloneos, e incluso hubo el temor de que ambas partes pasaran del intercambio verbal a un enfrentamiento físico.
Todo comenzó desde las 13 horas. Luego de participar por la mañana en la manifestación "del silencio", Carvajal Contreras regresó a su facultad para --como en otras ocasiones-- enfrentar directamente a estudiantes que querían colocar las banderas rojinegras.
En la entrada principal --apoyado por su cuerpo directivo, personal de seguridad y algunos alumnos-- impidió el acceso con cuerdas. Carvajal insistió en que no entregaría las instalaciones a menos que "me saquen con violencia".
Entre un intercambio de gritos, y en un clima de tensión, las partes se agredieron de manera verbal. Así continuaron hasta las cinco de la tarde, hora en que integrantes del grupo Zapata, Villa y Nosotros (Zavinos) y otras organizaciones disidentes efectuaron una asamblea.
Sergio Méndez Silva informó que durante esta participaron alrededor de mil alumnos, cuya mayoría votó por el paro. "Nuestra consulta fue legítima, porque nadie nos la impuso". La población estudiantil de la Facultad de Derecho asciende a más de diez mil jóvenes, tanto de licenciatura como de posgrado. (Con información de Alejandra Parra y Susana González)