Intereses oscuros, agentes externos y otras expresiones similares parecían desaparecidas del lenguaje nacional desde que entró en vigor la reforma política que hizo posible la participación abierta en la contienda electoral de todas las corrientes ideológicas.
Ahora, sin embargo, el conflicto en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y, sobre todo, el inesperado paro en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), han hecho resurgir viejas suspicacias y temores.
En la UNAM está claro que el factor que desató el descontento estudiantil fue la decisión de aumentar las durante mucho tiempo intocadas cuotas de inscripción y en el IPN hay demandas insatisfechas de sus trabajadores.
Lo que desconcierta es la coincidencia de las dos huelgas. En apariencia, existe un propósito preconcebido de paralizar los dos máximos centros de estudios del sector público.
En la UNAM, dentro del proceso de cambio emprendido por el rector Francisco Barnés de Castro, ya se había superado por lo menos un tema que potencialmente era mucho más conflictivo que las colegiaturas, como lo fue acabar con el pase automático. Hubo protestas, pero nunca existió el riesgo de una paralización total.
En otras ocasiones en que los ciudadanos no están de acuerdo con aumentos de impuestos o tarifas, se han decretado suspensiones de pagos. Lo mismo se hubiera podido hacer en la UNAM: que nadie pagara las nuevas cuotas, pero de ninguna manera recurrir a una acción extrema como suspender clases.
Por diversas acciones, durante la administración del rector Barnés, la UNAM ha empezado a recuperar parte de su perdido prestigio y de su calidad académica. En ese esfuerzo no se puede olvidar la colaboración y la importante participación económica promovida por el patronato de egresados que encabeza el secretario de Turismo, Oscar Espinosa Villarreal.
Esa mejoría indudablemente obra en primer término a favor de los profesionales formados en las aulas de la UNAM, los cuales durante mucho tiempo fueron rechazados a priori sólo por el hecho de provenir de sus aulas.
A partir de estos hechos, surgen lógicamente las preguntas: Ƒpor qué paralizar a la UNAM? ƑA quién beneficia cerrar los centros oficiales de estudios superiores?
La cosecha
A pesar de los intentos del grupo plural de la Cámara de Diputados que busca una solución al problema de los autos ilegales, este asunto parece complicarse cada vez más en vez de acercarse a una solución... En este conflicto pudiera resultar directamente afectado el gobierno de Chihuahua, recientemente recuperado por el PRI con Patricio Martínez como candidato, ya que la PGR inició una controversia constitucional contra el decreto del Congreso local que creó un sistema de engomados para que los vehículos irregulares puedan circular dentro de los límites de la entidad... Con tal acción la PGR intenta impedir que cunda el ejemplo, pues se tienen informes de que los gobiernos de Zacatecas y Durango planean poner en práctica programas similares. De proceder la denuncia, el gobierno chihuahuense tendría que devolver lo que ha cobrado por los engomados, que suma casi 6 millones de pesos...