Si acaso alguien llegó a concebir que la iniciativa presidencial para privatizar la industria eléctrica era la mayor odisea que podría emprender el actual gobierno, basta escudriñar un poco entre papeles para desengañarse y poder afirmar que sobre ésta, la apertura de la petroquímica secundaria al capital privado se perfila como el programa privatizador más ambicioso del plan oficial, el cual incluye los sectores telecomunicaciones, transportes y eléctrico. De acuerdo con el anexo técnico del Proyecto de asistencia técnica para la privatización de infraestructura en México, realizado por el Banco Mundial (BM) en agosto de 1995, tan sólo para ese año el programa planteó obtener ingresos cercanos a 6 mil millones de dólares, y para 1996 trazó una meta de entre 6 y 8 mil millones. Incluso, comparado con los de otras regiones de América Latina y del mundo, el proyecto para privatizar la petroquímica secundaria de México es uno de los más amplios. Como en la mayoría de los casos, la parafernalia sobre la necesidad de inversión privada no ha faltado en los discursos oficiales y el gobierno ha lanzado, desde 1992, su estrategia para seducir gradualmente a los grupos involucrados y convencerlos de la necesidad de ampliar la participación de particulares en la petroquímica secundaria. La ola privatizadora, promovida desde el sexenio de Miguel De la Madrid, introdujo desde 1992 medidas que gradualmente han abierto los candados de las paraestatales a la iniciativa privada. Desde entonces fue entrenado un cierto número de analistas para preparar una estrategia de venta a particulares. En un primer paso, se consideró la valuación de las perspectivas del mercado para identificar mejor el paquete de plantas a privatizar y el grupo objetivo de inversionistas. A tres años de aquellos esfuerzos, es casi un hecho que la estrategia ya tenga preparado, incluso, un discurso sobre la valoración del actual estado de los bienes en México, de la operatividad, seguridad y riesgos, y por si faltaran argumentos, es probable que también exista ya una valoración sobre los aspectos ecológicos que beneficie los planes de apertura al capital privado. Lo verdaderamente cierto es que el BM ya pidió acelerar también este proceso privatizador, si a cambio, el gobierno mexicano pretende recibir su apoyo al cierre de la presente administración. Y por más argumentos que dé la Secretaría de Energía en torno a la irrevocable necesidad de privatizar el sector eléctrico, a fin de no afectar el gasto social, la aceptación de la opinión pública aún está muy lejana. Y es que habría que conceder que la generación y venta de energía eléctrica, como negocio, no es rentable, pero de ser así, entonces no habría capital privado interesado en adquirir semejante industria, ¿o no, doctor Téllez?
Melée
José Angel Gurría, secretario de Hacienda, considera que tiene amplias posibilidades para presidir el Banco Mundial y para ello empezó a cabildear entre la comunidad financiera internacional, luego de que sus aspiraciones a la Presidencia de la República se vieron frustradas por los famosos candados. Sin embargo, no se ha querido enemistar de su amigo personal James D. Wolfensohn, actual presidente del organismo internacional, quien hasta el momento no ha decidido si permanecerá o no un periodo más al frente del BM. La entrañable amistad que Gurría lleva con el ex presidente de México, Carlos Salinas, podría ayudar a que el secretario de Hacienda asuma tal posición, pero falta conocer la decisión final de Wolfensohn, quien, por cierto, durante la administración salinista realizó cuantiosas inversiones en el país, sobre todo para financiar proyectos agrícolas en el sureste del país... Pronto, muy pronto, habrá cambios en el primer nivel de gobierno. Mientras tanto, Guillermo Ortiz se puso más que contento al conocer que sustituirá a Jesús Reyes Heroles en la embajada de México en Estados Unidos. Sin embargo, ello preocupó a los grupos financieros del país, quienes se preguntan: ¿quien garantizará entonces la continuidad financiera del país en el proceso de sucesión presidencial?, ya que el gobernador del Banco de México había preparado el terreno en los últimos años... Los máximos dirigentes del sector empresarial del país ya tienen perfectamente definido el perfil de su candidato presidencial y, en reunión a puerta cerrada en Los Pinos, esperan dárselo a conocer al presidente Zedillo. Dicen que su gallo, además de ser un caballero en política, no está peleado con ningún sector de la población, amén de que cuenta con el apoyo del capital externo. Curiosamente, el gobernador de Veracruz, Miguel Alemán, solicitó un permiso al Congreso de su estado -el cual le fue concedido-, para ausentarse del estado durante 15 meses. ¿No es para viajar a Minatitlán, ni a Laguna Verde ni al puerto, verdad? Por lo pronto, prepara una visita al viejo continente, donde se reunirá con varias personalidades.