PANORAMA
Vestigios de fauna marina
En el ámbito de la arqueozoología, Ana Fabiola Guzmán, técnica especializada del Laboratorio de Paleozoología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y profesora de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (ENCB-IPN), comenta que en la década de los 80 el INAH se vio en la necesidad de formar el Departamento de Arqueoictiología, debido a los frecuentes hallazgos de peces en diversas excavaciones, pero sobre todo en las del Templo Mayor.
La sección de arqueoictiología del INAH es pionera, y hasta la fecha única en el país. Los investigadores que trabajan en ella partieron de cero en el estudio de ese tipo de hallazgos: tuvieron que crear una colección osteológica (huesos) de peces y adecuar el material y el personal humano especializado en la materia.
Para las investigaciones paleozoológicas, las colecciones son muy importantes porque sirven de elementos de comparación. En México, además de la colección de peces del INAH, existen otras en la UANL, la UAM, el IPN y la UNAM.
La investigadora apunta que la información documental acerca de los peces es casi nula; supone que una de las razones por las que no se tiene mayor conocimiento acerca de la relación de esos animales con el hombre prehispánico es porque mucha de la historia antigua de México se conoce a través de los documentos que dejaron los españoles, y como ellos estaban más cercanos a los cuadrúpedos, en las crónicas hablan de ese grupo de fauna; a los peces, en cambio, los consideraban de poca importancia.
En cuanto a los códices, afirma, sí aparecen representaciones de peces, por ejemplo en Palenque, en las que se ve la pesca pero no es muy claro qué más se está haciendo. También comenta que eran usados como tributos en algunas comunidades y durante las guerras existía la práctica de asarlos para despertar el hambre al enemigo.
Las investigaciones han arrojado informes acerca de que las especies de agua dulce del valle de México eran una parte importante en la vida cotidiana de los mexicas; en cambio, el conocimiento de los peces de agua salada en esa región "parece haber quedado muy guardadito".
Al respecto la bióloga comenta que los arqueólogos saben de su existencia por una crónica de Fay Bernardino de Sahagún, quien entrevistó a muchos sabios mexicas que tuvieron contacto con los peces y las costumbres ceremoniales.
En este sentido, de los grupos de peces acerca de los cuales se tiene más información son el espada y el sierra.