n Hoy será clausurado; asistieron 20 intérpretes
Novedosas formas de ejecutar la guitarra en el encuentro del CNA
n Las fusiones entre géneros, característica del acto musical
Thelma Gómez Durán, especial para La Jornada n La guitarra vive un momento especial de su historia. Después de que Andrés Segovia llevó ese instrumento a las salas de concierto, los ojos y los oídos de los compositores e intérpretes se han concentrado en la belleza y riqueza sonora del instrumento.
Además, la guitarra se ha convertido en un personaje revolucionario e indispensable en géneros musicales como rock, flamenco, jazz o blues, y su sonido ha marcado la historia musical del siglo XX.
Una oportunidad de apreciar la amplia gama de posibilidades sonoras de ese instrumento de seis cuerdas ha sido el Encuentro Internacional de Guitarra, que desde el 11 de abril se realiza en el Centro Nacional de las Artes, en el cual intérpretes de diferentes géneros han mostrado algunos de los tesoros musicales de la guitarra.
Un total de 20 guitarristas participan en ese encuentro, que tendrá fin hoy. Intérpretes y compositores que muestran el momento actual de la guitarra, las nuevas técnicas de ejecución, las fusiones y reconciliaciones entre géneros.
Empatía entre dos géneros
Uno de los conciertos más interesantes del Encuentro Internacional de Guitarra fue el que ofreció el dúo de Rafael Andújar y José Luis Martínez, el primero guitarrista de flamenco y el segundo guitarrista clásico. Esos músicos se dieron a la tarea de terminar con la guerra que durante años existió entre estos ambos géneros.
José Luis Martínez ha sido intérprete de la música de películas como De amor y de sombras, El jardín de Venus y El mayorazgo de Labraz. Además, en 1983 recibió el primer Premio Internacional de Guitarra de Saubest, Francia.
"Con Ramón Montoya la guitarra flamenca dejó de estar en el tablao y empezó a ser una guitarra solista. Después con Paco de Lucia vino la gran evolución. Mientras, Andrés Segovia fue quien llevó la guitarra clásica a ser un instrumento solista, por lo que la guitarra flamenca y la clásica española han seguido caminos paralelos; sin embargo, en los conservatorios se hablaba mal de los guitarristas flamencos, se decía que no tenían técnica, y viceversa, los guitarristas flamencos no querían a los clásicos.
''Nosotros somos guitarristas elásticos y decidimos hacer este dúo para romper esa extraña historia. De ahí surgió esta fusión, evidentemente hemos tenido que hacer nuestra propia música, pues no hay antecedentes de la unión de esos dos estilos".
ƑPor qué esta guerra entre el flamenco y la guitarra clásica? De acuerdo con José Luis Martínez, la diferencia entre los géneros comenzó a ser más notoria con Andrés Segovia.
"El tenía una gran animadversión hacia el flamenco, inclusive decía que él rescató la guitarra de los tablaos y de las juergas con señoras. Segovia dejó una escuela mundialmente reconocida de guitarristas clásicos y parece que trasmitió toda esa vibra en contra del flamenco, por lo menos en los conservatorios de España".
Sin embargo, esa guerra entre guitarristas flamencos y clásicos parece que termina, y en ello han colaborado importantes figuras, como Paco de Lucía, quien ya es reconocido por los músicos clásicos; John Williams, guitarrista clásico que ha tocado con Paco Peña, guitarrista de flamenco, y en los últimos años el dúo Andújar-Martínez hace lo propio.
"Lo que tenemos que hacer es luchar porque las guitarras se unifiquen y no tengamos ningún problema; que la música sea libre y no se encasille. Vivimos en un mundo maravilloso de fusiones que nos llevan a la evolución", comenta José Luis Martínez, quien también señala que ambos estilos, tanto el flamenco como el clásico, pueden retroalimentarse.
"Los guitarristas clásicos nos formamos con estructuras musicales rígidas, por lo que de los guitarristas flamencos podemos aprender como ellos tocan, con un pulso interno. Muchas veces no saben si están haciendo dos por cuatro o cuatro por ocho, no saben absolutamente nada de lo que están haciendo; sin embargo, se dejan llevar por ese pulso interno y eso te brinda una libertad muy especial para crear. Mientras que los guitarristas flamencos pueden aprender de los clásicos cosas como la armonía y la estructura, que se debe seguir para hacer una obra".
El arte que no evoluciona, muere
Rafael Andújar ha obtenido premios de guitarra flamenca en los festivales de Canté de las Minas, de Jerez de la Frontera y de Córdoba. Además, ha grabado al lado de grandes figuras de flamenco como Carmen Linares, Enrique Morente y Serranito, entre otros. Su interés por consolidarse como concertista inicia hace cinco años.
"Para ser un guitarrista solista flamenco tienes que haber acompañado cante y baile, sólo así puedes tener un ritmo sólido, una base sólida, para luego hacer lo que tú quieras como concertista... El flamenco vive una explosión muy especial. Lo veo perfecto: el arte que no evoluciona muere, pero hay que tener una evolución lógica para no matar a la madre del flamenco. Por eso, una evolución que conserve ciertas cosas tradicionales es la correcta".
En este sentido, Rafael Andújar se define como un guitarrista que está entre la modernidad del flamenco y la tradición, por lo que entre sus principales influencias se encuentran Paco de Lucía y Serranito. Para este músico ųoriginario de Carmena, Toledoų la guitarra flamenca vive un momento de gran altura, "en la actualidad es cuando mejor se toca y cuando salen guitarristas con nuevas ideas que enriquecen el arte flamenco, por lo que se encuentra a la misma altura que la guitarra clásica".
Inclusive, para Andújar ese importante desarrollo de la guitarra flamenca ha permitido que el baile flamenco evolucione.
"Muchos de los contratiempos que se hacen en el baile provienen de lo que hacen los guitarristas, lo que han hecho los bailaores es copiar esos contratiempos y trasladarlos al zapateado. Pero creo que el baile quizá se haya desfasado un poco, porque aunque hay quienes bailan con mucha estética, hay otros que se limitan a hacer percusión con el zapateado y se olvidan que el flamenco no se baila sólo con los pies, también con las manos".
Para preparar un repertorio que logró la unión entre las guitarras flamenca y clásica, el dúo Andújar-Martínez trabajó cerca de un año. En 1995 inició su travesía musical de forma conjunta. Además, ninguno de los guitarristas han abandonado sus carreras solistas.
Lo que hacemos, coinciden, no es flamenco puro, pero tampoco es clásico. Se ven dos técnicas y timbres diferentes. El rasgueo es diferente, pero unido es un trabajo interesante y muy cuidado, realizado con el respeto que merecen los dos estilos: el flamenco y el clásico.
Confluencias
Otra de las sorpresas del Encuentro Internacional de Guitarra fue la presencia del dúo Confluencias, integrado por los cubanos Walfrido Domínguez y Eduardo Martín, que desde 1990 se dieron a la tarea de hacer una reinterpretación de la música tradicional cubana.
Los orígenes de Confluencias se encuentran en el cuarteto Guitarra Cuatro, al cual pertenecieron Domínguez y Martín. En esta agrupación los guitarristas hacían versiones de música clásica para un cuarteto de guitarras, pero después sus intereses musicales se volcaron hacia la rica tradición rítmica y sonora que posee la isla caribeña.
Egresados del Instituto Superior de Arte de Cuba, los dos guitarristas tomaron como base toda la técnica clásica para abordar la música cubana y crearon interesantes versiones de piezas clásicas como Son de la loma, de Miguel Matamoros; Siboney y Lamento africano, de Ernesto Lecuona; Guantanamera, de Joseito Fernández, y El bodeguero, de Richard Egües, entre otras.
"Nosotros aplicamos la técnica de la guitarra clásica. Eso nos ofrece la posibilidad de explotar nuestros instrumentos, además de que también utilizamos la percusión en la guitarra, técnica de jazz y otros elementos. Todo lo aplicamos para tratar de sintetizar lo que haría un conjunto instrumental de música popular cubana", explica Eduardo Martín, cuya música integra algunos de los programas de estudio oficiales en distintos niveles de enseñanza de guitarra en Cuba y Estados Unidos.