La Jornada domingo 18 de abril de 1999
Solidaridad de europeos con Chiapas
Señora directora: Desde Alemania, Austria y Suiza, vemos con mucha preocupación la entrada violenta de la fuerza pública en San Andrés Sakámch'en. Los discursos de paz y diálogo del gobierno mexicano parecen contraponerse a sus prácticas frente a las comunidades indígenas. Nos preocupa la firma de un posible tratado de libre comercio entre la Unión Europea y México (también, Suiza que no es miembro de la UE plantea hacer lo mismo), país en el que las violaciones de los derechos humanos en las comunidades indígenas en Chiapas son sistemáticos y no muestran mejoría.
Alemania, desde la presidencia de la Unión Europea, debe intensificar sus debates sobre la pertinencia de firmar un tratado con un gobierno que, a tres años de firmados de los Acuerdos de San Andrés, no ha podido cumplirlos; que habla de diálogo e irrumpe violentamente en la sede del municipio autónomo de San Andrés sin respetar la ley de Concordia y Pacificación, y que a más de un año de la matanza de Acteal no ha podido sancionar a los responsables. Exigimos respeto total de los derechos humanos de las poblaciones indígenas de Chiapas para poder considerar nuestra anuencia de firmar un tratado con México.
Grupo de Solidaridad con Chiapas, Berlín; Centro de Investigación y Documentación Chile América Latina, Berlín; Redacción de la Revista Lateinamerika Nachrichten, Berlín; Colectivo Penumbra en la Casa del Tercer Mundo, Francfort; Plataforma de México en Viena; Grupo de Trabajo Chiapas de Berna, Suiza; Comité de Solidaridad con Chiapas, Stuttgart; Grupo Berlín de Red Europea de Comités Oscar Romero; Grupo Basta, Muenster; Comité WiWa Wendland, Wendland.
Respuesta de Luis Javier Garrido a Rodríguez Araujo
Querida Carmen: El diálogo es la base de la vida académica y por eso resulta perversa la pretensión de Octavio Rodríguez Araujo en su carta de ayer a El Correo Ilustrado, de que defender el derecho legítimo que asiste a los estudiantes de ir a la huelga, que todo mundo reconoce que es un recurso último, supone rechazar el diálogo.
Los estudiantes que están optando con profunda valentía por sacrificar sus clases, desafiando la actitud policiaca de las autoridades, lo hacen a sabiendas de que son éstas las que los están orillando a una huelga en defensa de sus derechos y de la UNAM, y de que pierden días de clase por ganar su Universidad, como lo hicieron quienes en 1929 conquistaron la autonomía. Quienes hasta ahora se han opuesto a un verdadero diálogo, pues carecen de la razón y por lo mismo están haciendo uso de la fuerza, son las autoridades y no los estudiantes o los académicos.
Los universitarios sabemos que es urgente que el diálogo se dé, pero también que éste supone la previa derogación del Reglamento General de Pagos. En mi artículo sostenía que el ''diálogo'' al estilo priísta, organizado por las autoridades y promovido por Rodríguez Araujo ųque no tiene más fin que ganar tiempoų no llevaría más que a convalidar el autoritarismo, pues sería como discutir la privatización de la CFE o de Pemex, luego de hecha la modificación constitucional y de haberse vendido estas empresas públicas. Al tratar de tergiversar los hechos, Rodríguez Araujo perdió, una vez más, la oportunidad de guardar silencio, pues no tiene la razón. María Esther Ibarra, al dar cuenta de la sesión del Consejo Universitario del día 8, señaló en La Jornada del 9 de abril (página 50), según cita textual, que ''Barnés retomó la iniciativa de Rodríguez Araujo de llevar a cabo mesas de discusión en cada escuela y facultad, la cual finalmente fue aprobada por mayoría simple''. Y Alma E. Muñoz en La Jornada del 10 de abril (página 45) reseña que en el foro estudiantil del Auditorio Che Guevara, Rodríguez Araujo ''conminó a los activistas a participar en la propuesta del Rector''. Si estas notas faltaban a la verdad, que no fue el caso, Rodríguez Araujo debió refutarlas en su momento, en vez de desconocer ahora sus actos. Como si no fuera poco, han aparecido ahora lujosas mantas de propaganda, como la que se hallaba el jueves 15 en el patio central de la Escuela Nacional de Música, y en la que se asentaba: ''Creemos en el diálogo aprobado por el Consejo Universitario porque no fue propuesta de las autoridades sino del consejero Octavio Rodríguez Araujo''. Más claro, ni el agua, y cuando se tiene el impulso de enviar cartas a un diario debería por lo menos intentar recordarse lo que se ha hecho.
El actual conflicto de la UNAM requiere de actitudes claras y no de dobles juegos, pero demanda, sobre todo, una actitud de compromiso con el proyecto histórico de la Universidad Nacional, que se está desmantelando.
Luis Javier Garrido
La Nacional de Música dijo no a la huelga
Señora directora: Los abajo firmantes, estudiantes y pasantes de la Escuela Nacional de Música de la UNAM, queremos hacer públicos los resultados de la votación en urnas y certificadas por el notario público número 49 del Distrito Federal, que se realizó el 15 de abril de las 8 a las 20 horas, para conocer la opinión de maestros y alumnos respecto al emplazamiento de paro indefinido de labores. La votación consistió en contestar "afirmativo" o "negativo" a la pregunta: ''Como miembro de la Escuela Nacional de Música, Ƒestás de acuerdo con la huelga?''.
Se obtuvieron 506 votos: 372 por no al paro y 131, que sí. El desglose de señala: nivel licenciatura: 137 votos, no, 32 que sí, y 3 anulados; nivel propedéutico: 141 votos, no, 80, sí; maestros: 75, no, 9 que sí; Centro de Iniciación Musical: 19 votos, no y 10 que sí.
El grupo que organizó esta votación en ningún momento solicitó ni recibió apoyo de parte de las autoridades, tanto de la escuela como de la propia Rectoría, ignorando el uso que cualquiera de ellas pudiera darle a los resultados obtenidos.
El grupo mencionado, formado por miembros con distintas posturas hacia el Reglamento General de Pagos recién aprobado, está a favor del diálogo como medio para la solución del conflicto.
El Comité Organizador: Gabriela Villa Galindo, Emiliano López Guadarrama, Luisa del Rosario Aguilar Ruz, Adela Cruz Gasca, Georgina Martínez Canto, Sebastián Rosas Olmedo, Martha Eglantina Amezcua Chávez, Alfonso M. Avila, Horacio Enrique Flores Zárate, Priscila Israelí Canto Palomo, Rocío Viruega Aranda y Fabiola Sánchez Castro.
Más sobre Kalimán-Fox
Señora directora: Tras leer las declaraciones de Silvia Flores publicadas en primera plana en La Jornada del 12 de abril, quedamos estupefactos al enterarnos de que una tal "Villa Kalimán" encabezó la lucha del pueblo tepozteco contra la construcción de un club de golf en sus tierras comunales. Sin reponernos de la sorpresa, nos enteramos de que el sereno y paciente héroe del turbante prácticamente reencarna ahora en el vaquero de Guanajuato, pues tanto Kalimán como Vicente Fox, según Silvia Flores, "están a favor del pueblo y contra los poderosos". La señora Flores debe referirse a otro Tepoztlán, otro Fox y tal vez hasta otro Kalimán, pues es claro que: 1. El pueblo tepozteco libró su resistencia civil contra el club de golf con una posición explícita de no intromisión de los partidos políticos, particularmente del PAN. 2. El Fox del que hemos oído hablar es el que, con un sorprendente nivel político, caracteriza como "chingadera" a la consulta zapatista (mismo periódico, mismo día). 3. El entrañable de nuestra infancia, y su inseparable Solín, tienen una amplitud de criterio y de miras que rebasa sobradamente la plataforma ideológica del PAN.
Dado que el movimiento civil de Tepoztlán reivindica sus vínculos con el viejo y con el nuevo zapatismo, sólo alguien obnubilado por los vapores futuristas del 2000 podrá encontrar nexos entre Kalimán-Fox y el ejemplar movimiento tepozteco que tuvo entre sus contrincantes a fraccionadores y vendedores de lotes tan sofisticados y emprendedores como el propio Fox.
María Rosas, Raúl Benet
El viejo Guadalupe Tepeyac: más bien muerto
Señora directora: Seguramente soy uno de los reporteros más agradecidos de nuestro diario con el trabajo de los compañeros redactores y capturistas, pero en esta ocasión alguien corrigió en el camino las líneas finales de la nota que envié ayer, sobre las entregas de armas de presuntos zapatistas al gobierno estatal y el Ejército federal. El texto concluía con una modesta y quizás torpe paráfrasis de unos conocidos versos del Sueño de los guantes negros de López Velarde. Escribí que el viejo Guadalupe Tepeyac "es el más bien muerto de los pueblos muertos de la Selva Lacandona". Sin embargo, apreció "nuestro" en vez de "muerto". Error. Ese pueblo abandonado no es "nuestro" de nadie. Por ahora está más bien muerto. Nada más.
Hermann Bellinghausen
Aclaración de González Souza
Estimada Carmen: Me apena ocupar este espacio, tan valioso para nuestros lectores, pero esta vez el corrector de estilo se sobrepasó. En mi última colaboración enumeré diversos beneficios que el gobierno de Estados Unidos deriva de la guerra contra Yugoslavia. En la lista incluí el ''apuntalamiento'' del grotesco derecho de injerencia.
En vez de ello, apareció el ''anulamiento'' de tal derecho, lo que (de existir dicha palabra) significaría exactamente lo contrario. (Por lo demás, sigue sin respetarse mucho de lo que yo escribo en letras cursivas, con una intención que no se limita al estilo). Aprovecho para enviarte un cordial saludo.
Luis González Souza