n Incluirá un préstamo de cerca de 9 mil millones de dólares
Muy pronto, el nuevo programa económico del FMI para México
n Sólo se discuten con el gobierno los últimos detalles; podría aplicarse en los próximos meses
Notimex, Washington, 16 de abril n El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó hoy que "muy pronto" estará listo el nuevo programa de asistencia macroeconómica para México, que incluirá un préstamo calculado entre ocho mil y nueve mil millones de dólares, monto equivalente a los pagos que ese país debe hacer al organismo entre 1999 y 2000.
El organismo dio a conocer que discute con el gobierno mexicano los detalles del programa, que podría aplicarse en ese país en los próximos meses.
"Constantemente estamos platicando con el secretario mexicano (José Angel) Gurría (de Hacienda) y con el gobernador (Guillermo) Ortiz (del Banco de México), y por eso hemos avanzado en la definición del programa", informó el FMI.
En el marco de la reunión anual de primavera del Fondo Monetario Internacional, que se iniciará el próximo martes y que culminará ocho días después, Gurría y Ortiz hablarán del tema con el director gerente de la institución, Michel Camdessus.
El FMI mantiene como política no detallar la estructura, montos y otras características de los programas crediticios de sus países miembros hasta que éstos se concretan.
Las expectativas frustradas de Hacienda
Funcionarios de la Secretaría de Hacienda señalaron en febrero pasado al diario británico Financial Times que el programa sería utilizado para refinanciar pagos de deuda que vencen este año y para apuntalar el sistema financiero nacional.
Pero el FMI indicó después que sus préstamos no son concedidos para refinanciar deuda, sino que forman parte de programas de cooperación que se detallan en una carta de intención que contienen compromisos que los países deben cumplir para obtener los créditos, como reportó en febrero la prensa mexicana.
El FMI ha dicho en el pasado que estudia el establecimiento de un programa de créditos "anti-crisis", para que países con reformas económicas avanzadas puedan hacer uso de recursos de emergencia en momentos de turbulencia financiera internacional.
En la prensa estadunidense y mexicana se ha indicado que México sería el primer receptor de este nuevo modelo, pero ni el gobierno del presidente Ernesto Zedillo ni el FMI han confirmado o desmentido que el presente sea el caso o que el programa en negociación se ajuste a este esquema.
El Fondo Monetario hizo saber que van por muy buen camino las negociaciones con las autoridades mexicanas sobre el programa, tomando en cuenta los "grandes avances" que ha registrado la economía de ese país, en los últimos meses.
Según el FMI, uno de los puntos de la economía mexicana donde el gobierno tiene que reafinar algunos aspectos es el sector bancario, en el que persisten problemas.
El FMI enfatizó que con la finalización de las negociaciones del programa de asistencia financiera, el gobierno de México tendrá la oportunidad de corregir algunos problemas del sector financiero.
"El secretario Gurría y el gobernador Ortiz están muy conscientes de los problemas que tienen que resolver para que continúe dándose un crecimiento económico favorable y altamente positivo", según el FMI.
"Por eso creemos que cuando quede terminada la afinación de los detalles del programa de asistencia macroeconómica, el gobierno de México contará con las herramientas necesarias para enfrentar correctamente el tema del sector bancario", apuntó.
En febrero pasado, cuando la prensa mexicana anunció el inicio de negociaciones entre el gobierno del presidente Zedillo y el FMI para negociar un nuevo acuerdo, que incluye la entrega de un préstamo, funcionarios del Banco de México señalaron que las negociaciones y posterior obtención del crédito tenían como uno de sus objetivos evitar problemas de balanza de pagos en el 2000, año en que se realizarán elecciones presidenciales.
El gobierno de México enfrenta vencimientos de deuda con el FMI por cinco mil millones de dólares en 1999 y otros tres mil millones en el 2000. Este remanente es la última etapa que falta por cubrir de un préstamo recibido por el Fondo Monetario Internacional en 1995, por 18 mil millones de dólares, empleado por el banco central para reconstituir las reservas internacionales, minadas por la fuga de capitales que siguió a la devaluación de diciembre de 1994.